HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

Sociedad y política

Las prioridades de la sociedad, de conformidad con reales como ajustados diagnósticos, deben ser acciones locales, municipales, departamentales, regionales y nacionales tanto permanentes como de primer orden. No podemos seguir permitiendo que los políticos solo se ocupen de las posiciones burocráticas, de las prebendas por cobrar, de las cuotas en los gabinetes, cómo serán las siguientes justas electivas, qué cambios habrán en las dirigencias partidistas; olvidándose de la sociedad como lo primordial que debería ser; mientras que al conjunto mayor de la sociedad, incluidos empresarios e inversionistas, les preocupa sobremanera inseguridad, productividad y generación de oportunidades.

Los políticos, y más cuando están en campaña, se comprometen con todas las organizaciones civiles, de educación, salud, judiciales, deportivas y demás, y una vez se suceden y transcurre el tiempo, no aparecen resultados concretos, positivos, medibles ni evaluables. Ante tan pobre panorama, interesan realmente pasos trascendentes dirigidos a atender las primacías de la población, convocando a las instituciones que actúan e interactúan en cada territorio, para qué de consuno, diseñen los mecanismos mejores de seguimiento, evaluación, sugerencia y recomendación sobre las propuestas surgidas, a efecto de alcanzar mejores condiciones y beneficios para la sociedad en general.

Obligados están los gobiernos a hacer esfuerzos mancomunados, no aislados, de los planteamientos de la sociedad. Lo diferente no gozará de la confianza ciudadana, toda vez que carecerá de verificación respecto de los resultados que ofrecen. Respecto de las distintas otras oportunidades, laborales y demás, en cada campaña se renueva un compromiso que más tarde y sin más se incumple, burlando cada vez a la sociedad que es utilizada en cada campaña como idiotas útiles al servicio de unos intereses que en nada y para nada la benefician.

Importante es también que los gobiernos opten por dar garantías a los negocios formales, que las autoridades del ramo no hagan engorroso ni exageradamente gravoso tal manejo, que no sólo complican el cumplimiento de las obligaciones sino que tienen que enfrentar la competencia desleal del comercio informal y ser además, víctimas de la delincuencia tanto común como organizada con robos, secuestro, extorsiones, y otras muchas modalidades que afectan el comercio en todo el territorio y en todo sentido.

De otra parte, resultará clave revisar la insuficiencia de recursos humanos convencidos de la necesidad de aportar para sacar adelante a nuestro departamento y municipios, lo que obliga la promoción de una cultura del cumplimiento, de la obediencia, del esfuerzo, de la cooperación, de la solidaridad, que contribuyen a fortalecernos como entes territoriales y potencian a la población en el compromiso que les compete, aspectos todos que articulados, ayudarán a sacar adelante a cada una de sus familias y sociedad en general, sobre la base del esfuerzo mancomunado. [email protected]

Jurista

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