HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

La patria primero

Hace siete meses inicié la carrera hacia la candidatura presidencial del Centro Democrático. Por generosa invitación del expresidente Uribe, en la convención del partido, expuse mis ideas y propuestas ante un auditorio que, en su inmensa mayoría, no tenía idea de quién era. Hubo aquel día una conexión programática y emocional con los convencionistas que se profundizó en la campaña y que se extendió a la base y la militancia uribista.

Desde entonces viajé por todo el país, en la tarea de oír a todos sin importar sus simpatías partidistas, en especial a los más vulnerables y necesitados, para identificar sus necesidades y problemas y construir con ellos soluciones. No me cansaré de insistir en que la política es para servir, no para servirse, para la construcción del bien común por encima de intereses personales o de grupo.

Comprobé que sí es posible hacer campaña con muy poco dinero y con el apoyo, ese sí indispensable, de miles de voluntarios a lo largo y ancho del país. Como yo, creen que los medios son tan importantes como los fines a la hora de hacer campaña y gobernar; todos se fueron sumando y me acompañaron en esta causa. Prueban que nuestros ciudadanos son, en su inmensa mayoría, personas de bien, honorables, trabajadores, pacíficos. Para todos ellos no tengo sino agradecimiento desde el fondo de mi corazón. Quisiera darles, a cada uno, un abrazo fuerte, con los ojos nublados por lágrimas de alegría.

Miles de kilómetros recorridos, decenas de ciudades y centenares de barrios visitados, me han permitido comprobar que nuestra Colombia es una, pero también muchas, es país de regiones, de provincias, que comparten algunos problemas comunes pero también tienen necesidades específicas que requieren respuestas individualizadas. La mirada excluyente desde la “bogotaneidad”, es fuente de fracaso.

Los desafíos son claros: pobreza, desempleo, corrupción, violencia, maltrato y abuso a mujeres, ancianos y niños, ausencia de conciencia medioambiental, un Estado excesivo, clientelista, hiperregulador, paradójicamente débil, con un sistema democrático e instituciones muy frágiles, desindustrialización y enormes dificultades para hacer empresa, educación de pésima calidad y acceso formal pero no real al sistema de salud. Y en particular una honda corrupción de los valores, de la estructura ética.

Perdí en el procedimiento que escogieron para definir el candidato del partido. Deseé buen viento y buena mar al ganador. Me dedicaré a fortalecer la bancada del Centro Democrático, indispensable sea quien sea el candidato de la coalición y el próximo presidente. Sigo convencido de la necesidad de ganar en el 2018. Son elecciones de ahora o nunca, nos jugamos el futuro. Los adversarios son el santismo y la izquierda populista y radical. Hay que trabajar para vencerlos.

¡La Patria primero!

Abogado

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