HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Vida o muerte

El Presidente de la República les daba esperanza y tranquilidad a todos los colombianos durante su programa “Prevención y Acción”, cuando anunció que había cerrado acuerdos para adquirir 40 millones de vacunas. Además, mencionó que llegarían durante las primeras semanas de este año, iniciando el programa de vacunación masiva en el mes de febrero.

La compra de dosis, según el mandatario, consistía en adquirir 10 millones con Pfizer, 10 millones de Astrazeneca y 20 millones a través del programa Covax, para vacunar 20 millones de personas, dando prioridad a los mayores, a pacientes con comorbilidades y a los trabajadores de la salud. Personal de salud que ha hecho infinitos sacrificios por todos nosotros, a pesar de condiciones laborales y contractuales precarias e inestables. Sin embargo, la por lo menos torpe comunicación del gobierno, ha producido confusión e incertidumbre.

El presidente no puede amenazarnos cuando parafraseándolo afirma: o dejan la “preguntadera” sobre los costos de las vacunas, o no habrá vacunas. El Congreso de la República debería sesionar extraordinariamente para tiempos excepcionales y de emergencia; cumplir su deber y ejercer control político en una compra multimillonaria de vacunas, con recursos públicos, que definirán la vida o muerte de millones de colombianos. El legislativo brilla por su ausencia y el presidente, convenientemente, no los llama a sesionar.

Por una parte, a principios de la semana se mencionaba que no había contratos firmados con ninguno de los laboratorios, pero el 14 de enero en CM&, se demostró que sí. La desinformación está a la orden del día, donde los más afectados, como siempre, son los ciudadanos que, agobiados por las nuevas restricciones, se enfrentan además a la incertidumbre de la vacuna.

El presidente Iván Duque y el ministro de salud Fernando Ruiz deben decir la verdad y comunicar con claridad, por dura que sea la situación que tengamos que enfrentar. Este estilo de comunicar e informar “disfrazando” o “embelleciendo” la realidad, detrás de anuncios, videos o presentaciones de PowerPoint, se ha normalizado, no solo en este, sino en sucesivos gobiernos. Gravísima costumbre, especialmente en tiempos de crisis.

Imagínense ustedes por un momento que Winston Churchill, en lugar de decir la verdad y ofrecer a los británicos “sangre, sudor y lágrimas” para enfrentar a Hitler, hubiese maquillado lo que ocurría para “tranquilizar” a la gente; probablemente el Reino Unido habría perdido la batalla y la guerra. Para ganarle la guerra al Covid-19, necesitamos un gobierno que nos hable con la verdad y nos diga las cosas como son, sin lo que en nuestra cultura llamamos: “mamadera de gallo o carameleo”. Se trata de la vida o la muerte para millones de colombianos.

*ExSenador 

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