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26 años sin Patricia Teherán

Por JUAN RINCÓN VANEGAS

Cuando avanzaba la tarde del jueves 19 de enero de 1995 y el reloj marcaba más de las tres, apareció a toda la velocidad por el sector de Lomita de Arena, Bolívar, el Mazda 626 de placa PB-6054, que era conducido por Víctor Sierra.

Al vehículo se le estalló la llanta trasera izquierda, dando varias vueltas y provocando la muerte al instante del conductor y graves heridas a la artista Patricia Teherán Romero, quien también falleció minutos después.

Así a esa velocidad cerró los ojos a la vida la artista Patricia Teherán, nacida en Cartagena el 10 de junio de 1969, quien no alcanzó a llenarse de gloria cuando el triunfo se le asomaba en cada esquina.

El triste final lo narra el periodista Billy Pertuz, quien fue testigo directo del accidente: “La misión de ir a Barranquilla era continuar promocionando el trabajo discográfico ‘Con aroma de mujer’ y su gran éxito ‘Tarde lo conocí’, de la autoría de Omar Geles. Además, firmar contratos para el carnaval que se aproximaba. Entonces visitamos distintos medios de comunicación y se determinaron varias presentaciones. Después de cumplir con todo lo propuesto decidimos en horas de la tarde regresarnos a Cartagena”. Habló de la parte feliz, pero se avecinaban momentos tristes y así lo relata con pelos y señales:

“Patricia Teherán y Víctor Sierra tenían una relación sentimental. A ellos, se les notaba la felicidad por todo lo que venía sucediendo en el campo musical y amoroso. Después de descansar partimos por la vía 40, haciendo una pequeña parada en una empresa de refrescos donde se firmó un nuevo contrato. A la altura de la entrada a Puerto Colombia, nos detuvo la Policía de Carreteras para solicitar documentos del vehículo y al percatarse que iba Patricia Teherán estallaron de júbilo y muchos elogios. Solamente solicitaron autógrafos para todos. Ella les habló, les sonrió y cantó un poco a capela”.

EL PRESENTIMIENTO

Esas fueron las últimas sonrisas y dedicatorias de la artista porque se avecinaba lo peor.

Billy Pertuz volvió a tomar la palabra y señaló. “Desde el momento de la veloz partida me invadió lo que algunos llaman presentimiento y le pedí a Víctor Sierra, conducir suave que nos iba a matar. Enseguida él me respondió que nadie se había muerto la víspera”.

Billy Pertuz se quedó callado pocos segundos que fueron eternos porque estaba acumulando esos recuerdos que le marcaron su vida para siempre.

“Era tanta la velocidad que la sentíamos debido a que los vidrios de las ventanas venían abajo porque se había dañado el aire acondicionado. De un momento a otro sentimos un ruido y el vehículo dio varias vueltas. Después supe que se había estallado la llanta trasera del lado izquierdo”. Rápidamente continuó la narración de los hechos que enlutaron al folclor vallenato hace 26 años.

“Patricia iba un poco dormida y le sentí un grito profundo. Caímos en un potrero. No supe cómo me acomodé detrás del asiento del conductor y después fue llegando mucha gente y supe que Víctor Sierra había muerto y Patricia estaba mal, pero pedía que la salvaran y cuidarán a su pequeño hijo que gracias a Dios no había llevado como solía hacerlo”.

El relato se interrumpía a cada instante por tantos recuerdos juntos que le causaban lágrimas porque para él, no fue nada fácil contar la tragedia.

“Yo, no podía ponerme de pie por un intenso dolor en las piernas y la cintura. Cuando me sacaron ví el vehículo totalmente destruido y también como habilitaron el capó como camilla para Patricia, quien al verme me gritó: “Billy, estoy bien”, y después escuché decir que se estaba poniendo mal”.

A ella se la llevaron en una ambulancia y a ellos, Billy y Tayron del Cristo, que estaban menos heridos también le prestaron la atención requerida para con la finalidad de trasladarlos a un centro asistencial.

LA NOTICIA TRISTE

Cuando Billy Pertuz llegó al Hospital Universitario de Cartagena la primera que vino a su encuentro fue Baudilia Gutiérrez, la segunda voz de la agrupación, quien le entregó la noticia de la muerte de Patricia.

“Enseguida pensé que la voz de ‘La Diosa del Vallenato’ que traspasó fronteras y marcó la pauta se había apagado, la mamá del pequeño Yuris Alexander se había ido, la amiga que confió en mi para presentarla y promocionarla, ya no estaría más con nosotros. Todo era tristeza a nuestro alrededor. Todos lloraban y yo con más razón lo hacía”, expresó Billy Pertuz.

En medio del silencio del adiós definitivo donde no pudo desatar los nudos de la tristeza, vino a su mente las dos últimas veces que presentó a la artista al lado de la acordeonera Maribel Cortina y su grupo ‘Las Diosas del Vallenato’. El 14 de enero en Sincelejo, Sucre, y un día después en Plato, Magdalena.

“Ella desde muy niña cantaba, pero ocho años antes de morir fue que pudo descollar en el mundo vallenato, inicialmente con la acordeonera Graciela ‘Chela’ Ceballos”, comentó Billy Pertuz. Y  finalmente señaló. “A ella siempre  la recuerdo como la cantante que dejó una inmensa huella en el vallenato muy difícil de superar. También la recuerdo con esa sonrisa que nunca la abandonaba y que adornaba su rostro”.

Patricia Teherán supo imponerse y siempre se añora con aquella historia cantada de la mujer que se lamentaba haber encontrado muy tarde al hombre de sus sueños, pero que no perdía la esperanza de tenerlo.

Porque lo vine a conocer Señor

cuando su vida toda de ella es,

si primero lo hubiera visto yo

seguramente fuera su mujer.

En Cartagena, la tierra donde la música vallenata tiene un lugar de preferencia, la ciudad del actual Rey Vallenato Manuel Vega Vásquez, todavía recuerdan a Patricia Teherán Romero, esa diosa que con su encanto, su voz y su talento le regaló la más linda sonrisa a ese aire musical que suena en un acordeón, una caja, una guacharaca y un verso que respira alegría.

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