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El Salvador clama justicia por brutal asesinato de migrante

«Siento indignación, me siento impotente, me siento frustrada, yo hubiera querido estar allí», dice Rosibel Arriaza, cuyas palabras resumen el dolor de El Salvador por la muerte de su hija Victoria Salazar, tras ser sometida por policías el sábado en México. 

Desde las mas altas autoridades del país hasta organizaciones humanitarias, manifestaron su indignación por la muerte de esta salvadoreña de 36 años en Tulum (este), en Quintana Roo.

Victoria, que vivía en México hace cinco años, era madre de dos adolescentes de 15 y 16 años, que ahora esperan ser repatriadas.

«Se fue (a México) en busca de mejores oportunidades» y consiguió trabajo en un hotel, contó René, hermano de Victoria.

«No merecía esa muerte (…) Las autoridades están para proteger a los seres humanos, con todas sus técnicas que tienen para tratar de someter a alguien. Pero eso fue un abuso de autoridad, así es que yo pido justicia», dijo Rosibel, quien llegó con su familia este lunes a la cancillería de El Salvador para gestionar la repatriación del cuerpo.

Según la prensa mexicana, Victoria fue abordada el sábado por cuatro policías, tras un altercado con el encargado de un comercio de víveres en el balneario de Tulum.

Oscar Montes de Oca, fiscal del estado de Quintana Roo, donde también se ubica Cancún, dijo que los cuatro policías involucrados aplicaron, al momento de someter a Salazar, una «fuerza desproporcionada y con alto riesgo para vida de la víctima», en declaraciones a la cadena de televisión Milenio.

«Hubo ruptura de dos cervicales, lo que provoca la fractura de la parte de superior de la columna vertebral y es como ocurre el deceso», precisó.

En un video divulgado por la prensa, se observa a uno de los policías colocando su rodilla sobre la espalda de Victoria, mientras ella yace con el rostro hacia el pavimento.

Los uniformados se encuentran detenidos y serán presentados ante un juez para ser imputados por el delito de feminicidio, que se castiga con hasta 50 años de prisión.

El propio presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, calificó el hecho como un «brutal asesinato», mientras que su par de El Salvador, Nayib Bukele, pidió sanción para los responsables.

La directora de Asistencia y Protección Humanitaria de la cancillería salvadoreña, Ana Irma Rodas, está en Tulum para dar seguimiento al desarrollo del caso.

La madre de Victoria pidió «justicia»: «No veo yo una causa justificada (de su detención). Pienso que los seres humanos tenemos derecho a la vida, independientemente de lo que haya sucedido en ese momento». /AFP

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