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Glenda Jackson regresa al teatro a la edad de 80 años.

Antes de ser elegida para el parlamento en 1992, Jackson era una de las actrices más populares y célebres del Reino Unido.

 

El retorno de Glenda Jackson al escenario después de un cambio de carrera de 25 años como política laborista, ha sido honrada con uno de los principales premios de teatro del Reino Unido.  Su Rey Lear en el Old Vic le ganó el premio a la mejor actriz en los premios de teatro London Evening Standard.

Antes de ser elegida para el parlamento en 1992, Jackson era una de las actrices más populares y célebres del Reino Unido. Su enojo con el thatcherismo impulsó su decisión de pasar a la política.

Mujer de enérgico carácter, es una de las grandiosas actrices del cine mundial y del cine británico en particular, si bien es cierto que muchas de sus películas han quedado como emblemas del cine contestatario y provocativo de los años 70 y pocas han logrado el carácter de clásicos.

Glenda Jackson sorprendió con su papel de Gudrun Brangwen y ganó el “Oscar” a la mejor actriz. Luego repetiría con Ken Russell en “La pasión de vivir” (1970), en donde personificaba a la mujer del compositor ruso Tchaikovsky.

Y su subsiguiente papel notable le supuso otra nominación al “Oscar” y fue en “Domingo, maldito domingo” (1971), uno de los filmes de lo que se denominó el «free cinema» (narraciones muy realistas y de claro componente social).

Cineasta y escritor

 

Fue María Tudor en “María, reina de Escocia” (1971), donde actuó con Vanessa Redgrave; luego se metió en la piel de uno de las grandes creaciones de Henrik Ibsen, en “Hedda” (1975), adaptación de la célebre «Hedda Gabler» y por cuyo trabajo optó de nuevo al Oscar.

Fue la amante del almirante Nelson, Lady Hamilton, en “Legado de un héroe” (1973); se convirtió en la angustiada poetisa británica Stevie Smith, en “Stevie” (1978); e incluso, encarnó a actrices reales que habían tenido vidas turbulentas, como Sarah Bernhardt, en “Sara” (1976), o muchos años después a Patricia Neal en el filme para televisión “The Patricia Neal history” (1981).

Si embargo, en 1973, Glenda había ganado su segundo “Oscar”, además como actriz principal, gracias a la comedia romántica “Un toque de distinción” (un filme mucho más simpático que los anteriores), dirigido por Melvin Frank.

Poco a poco sus películas fueron sosegándose y destacó más en la comedia. De carácter encantador y romántico es “Alegrías de un viudo” (1978), con Walter Matthau, actor con el que repetiría en “Un enredo para dos” (1980); además de ser musa de Robert Altman en “Tres en un diván” (1987). De todas formas, la carrera de Glenda Jackson se diluyó más tarde en algunas producciones para la televisión, antes de renunciar al cine por la política, su otra gran pasión.

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