La unidad, necesaria y útil

La unidad, si en verdad queremos bienestar, desarrollo, crecimiento económico y progresos sin más aplazamientos, los actores políticos todos deben actuar con coherencia y no ser factores de discordia. Más de una vez he planteado lo cual, toda vez que me duele el devenir del departamento; y más, cuando no se ven… opinión generalizada… resultados acabados producto de un esfuerzo integrador que muestre fortalezas, aciertos y mejoras, sino reflejos de una emergencia agravada en alto grado y significación por las circunstancias actuales que padecemos y en las que como ciudadanía no hemos actuado como corresponde; esto es, convencidos del más acendrado sentido de pertinencia.

La unidad es necesaria y útil, entendamos eso, démosle finalidad, en la verdad que el poder político, como lo han afirmado notables tratadistas, y que cada quien deberá aprovechar para sí de conformidad con su correcto y mejor actuar, siempre será el producto de un conjunto de alianzas y de acuerdos entre los diversos sectores que integran una causa y un territorio, por lo cual toda pretensión unificadora de criterios y voluntades será invariablemente oportuna en cualquier circunstancia.

Sabemos que la diversidad del pensamiento político es una realidad inexorable, que sin embargo no debe ser obstáculo para que los actores identifiquen puntos de encuentro, importancia, prioridades y urgencias. No se trata de ser uno desde lo ideológico, pero sí de cohesión desde el espíritu democrático a pesar de sus diferencias; siendo allí donde cobra sentido práctico la unidad, llamada a presionar, con el apoyo de la comunidad, todo cuanto se oponga a afianzar los valores fundamentales; en lo que son imprescindibles los acuerdos entre todos los actores y sectores de la vida departamental, que dispuestos deben estar a cumplirlos bien y fielmente en beneficio colectivo.

Sabemos también que las maneras de pensar y de actuar de los actores políticos describen modos de ser característicos; pero también, que a pesar de las diferencias, coexisten de manera razonable en un momento determinado, como igualmente coinciden en infinidad de temas. Se impone es vivir en sociedad de la mejor manera y perseguir las finalidades que resulten útiles a las aspiraciones superiores de la comunidad. Es centrarse en la razón, estructurar las mayores posibilidades, soportados en actuaciones y posturas acordes con las demandas y necesidades poblacionales; es en ello que se tiene que trabajar sin demora, recurriendo a la comprensión de las posibilidades y de las particularidades.

Con liderazgos políticos, desde las orillas que fueren, seguro que seremos capaces de identificar como objetivos compartidos salidas aceptables en beneficio de todos, para lo cual inevitable debe ser ceder en radicalismos y convenir las vías mejores que nos conduzcan a un pleno restablecimiento de lo consecuente con el apoyo de la ciudadanía. Restablecer la confianza ciudadana exige un paso firme hacia la unidad de propósito, articular un acuerdo unificador de voluntades, conceptos y acciones conducentes a impulsar al departamento. En la unión está la fuerza, lo individual desgasta y resta eficacia a la actuación. Exigimos como magdalenenses acciones contundentes, prontas y definitivas que nos encaucen por caminos de integral prosperidad. [email protected] *Jurista