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El Rodadero se convirtió en el refugio y punto de venta del negocio ilícito del cabecilla y su hijo, tras fugarse de los Estados Unidos.
Durante el inicio de la pandemia a nivel mundial y el incremento del temor en las personas que en medio de la incertidumbre por el primer impacto que generó el Coronavirus, un hombre llamado Mark Scot Grenon y su hijo, Joseph Tomothy, incrementaron sus ingresos ubicados desde el sector turístico El Rodadero
Sin embargo, mientras los norteamericanos le seguían el rastro en su propio país, dichos personajes se encontraban en la capital del Magdalena dedicados a la venta de la ‘cura milagrosa’, una pócima que aparentemente curaba el coronavirus.
Con todo esto, luego de ser capturados, se logró conocer que esta familia fue procesada en Miami y se enfrentan a una condena que los podría llevar a la cadena perpetua.
Los cargos imputados para los estafadores, fue de conspiración para cometer fraude y desacato criminal, debido a que ya había sido ordenado el cese de la comercialización del producto, el cual, era ofrecido en una iglesia en donde profesaban algún tipo de religión y distribuían la aparte ‘cura’.