HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Indiferencias peligrosas 

Todos hemos escuchado y leído sobre el cambio climático y las catastróficas consecuencias si no hacemos algo para evitar la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera. También es cierto que es un tema complejo y estamos imbuidos en tantos asuntos cotidianos que el calentamiento global aparece como algo distante, un asunto de científicos, líderes mundiales o políticos preocupados, y que además poco podemos hacer cada uno frente a la dimensión del problema. Pero es bueno que sepamos que si seguimos como estamos peligra la supervivencia humana, al menos como la conocemos.

 “Cómo evitar un desastre climático”, el último libro de Bill Gates, da una visión sencilla y precisa sobre el futuro que nos depara si no adoptamos medidas contundentes. Con su habitual estilo de ver soluciones sin lamentaciones, Gates insiste en una cifra alarmante: son 51.000 millones de toneladas de gases de efecto invernadero que le ponemos cada año a la atmósfera.

Gates considera que los compromisos de Paris son poco realistas. Reducir emisiones antes de 2030 de modo equivocado podría incluso impedirnos llegar a cero algún día porque las medidas que adoptaremos para reducciones pequeñas en una década serían radicalmente distintas a las que deberían tomarse para alcanzar el cero antes de 2050.

La razón es que los combustibles fósiles desempeñan un papel fundamental en nuestra vida, en todo el sistema productivo, en el mismo desarrollo de energías renovables, y es tan grande el desequilibrio entre ricos y pobres que resulta inconcebible que dejemos de usarlos sin que existan opciones igual de eficientes y baratas.

Pero este no es un asunto que atañe apenas a Gobiernos y empresas. La indiferencia individual es igual o más peligrosa ¿Qué podemos hacer los ciudadanos? tomar conciencia, sumarnos a los movimientos que luchan por esa causa, inculcar el mensaje en nuestros hijos, aunque, felizmente, son más conscientes que nosotros, ya vienen con ese chip, y hay que potenciarlo, sobre todo en los hábitos de consumo y ahorro, prepararlos para la innovación y el desarrollo tecnológico.

Gates recomienda presionar a los políticos, sumar esfuerzos hasta que haya una masa crítica interesante como para levantar las banderas y convertirlas en un activo electoral que les incentive. Utilizar nuestra voz y nuestro voto.

Para evitar el desastre climático hay que alcanzar cero emisiones y ello supone acciones contundentes, contar con herramientas financieras y sociales; desarrollar la energía solar o eólica de manera rápida e inteligente; crear y comercializar tecnologías de vanguardia; invertir más en programas que ya están en marcha como captura de carbono, almacenamiento térmico, la geotérmica o la energía nuclear segura.

Es decir, investigación, desarrollo e innovación (I+D) para encontrar soluciones radicales que nos permitan la sustitución gradual, mejorar los procesos de generación de energía y producción de materiales esenciales como acero, cemento y plástico (este último no produce CO2 como los otros, pero es extremadamente lenta su degradación).

Gates señala que, para evitar lo que sucedió con la pandemia, debemos atender las advertencias a tiempo y reaccionar antes de que se produzca una catástrofe climática. Y para un desarrollo sostenible, primero debemos revertir esa indiferencia individual.

*ExMinistra de Estado 

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