HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

Dadsa sensibiliza a vendedores contra la contaminación auditiva

El Departamento Administrativo Distrital de Sostenibilidad Ambiental, Dadsa, ha emprendido una campaña con operativos contra la contaminación auditiva provocada por los altos decibeles que producen algunos vendedores, quienes usan megáfonos y altoparlantes para promocionar sus productos en los recorridos que realizan por distintos barrios de la capital del Magdalena. 

Los operativos de control y vigilancia contra la contaminación auditiva se llevaron a cabo en el sector de Villa Marbella, con el objetivo de solucionar dicha problemática, generada por los perifoneo que llevan a cabo los vendedores ambulantes en ese sector.

Durante la jornada se tomaron acciones correctivas, en el marco del principio de prevención que establece la ley 1333 del 2009.

Cabe precisar que, la comunidad de manera permanente se viene quejando que, en distintos barrios de la ciudad, hace presencia una legión de personas que, con triciclos, carretillas y megáfonos, invaden la tranquilidad ciudadana (…) desde las 5 de la mañana están haciendo la actividad con los megáfonos y eso está creando un ambiente de tensión y de conflicto en distintos barrios.

“Es importante que, ante ese reclamo ciudadano, el Dadsa hiciera presencia en los diferentes barrios y de esta forma hacer un mayor control a la contaminación auditiva”, dijo una moradora del barrio Villa Marbella.

Teniendo en cuenta que, desde que inició la emergencia sanitaria esta forma de vender productos se incrementó, para algunos samarios el problema radica en que muchos casos utilizan un megáfono para amplificar la voz o colocar música desde tempranas horas de la mañana con el fin de atraer la atención de los vecinos.

En diálogo con un vendedor ambulante, aseguró a esta casa periodística que “la Policía nunca me ha puesto problema para trabajar o vender, yo canto para avisarle a los vecinos que llegue, pero no uso megáfono o música, porque entiendo que puede incomodar.

Según el vendedor, él canta una o dos veces por cuadra, los vecinos compran y luego se va, “hay algunos que si ponen música muy fuerte, yo creo que pueden advertirle o multarlos, pero no prohibirles que trabajen, porque somos muchas personas que vivimos de vender en las calles”.

Para Andrea Pérez residente de la ciudad de Santa Marta, “aunque la situación molesta hay que entenderla, hay veces que estoy en mi casa haciendo teletrabajo, pasan muchos vendedores durante el día con sus parlantes y megáfono, tanto es así que tengo que cerrar las ventanas e irme a mi cuarto porque no puedo concentrarme, pero toca ser tolerante”.

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumiremos que está de acuerdo con esto, pero puede optar por no participar si lo desea. Aceptar Leer más