#ENVIDEO: Se desplomó la centenaria ‘bonga’ del barrio Tayrona

El árbol que fue objeto de inspiración de poetas y del que se dice Simón Bolívar reposó bajo su sombra, pereció después de meses de tratamientos por parte de agrónomos y especialistas en la recuperación de árboles. 

Por 
ANDRÉS 
GARCÍA CASTAÑO 

Como si fuera un humano más que perece por la pandemia, la bonga que colinda con la sede de Corpamag en el barrio Tayrona, perdió la batalla que luchaba por sobrevivir, esta vez no por el Covid-19 como cientos de samarios, sino contra su propia enfermedad, tres hongos que lo sentenciaron a muerte.

La bonga que fue sometida a un tratamiento juicioso por parte de agrónomos y que fue encomendado a oraciones por parte de habitantes del barrio Tayrona, debido al desgaste en sus raíces por la enfermedad que lo afectaba.

Según ingenieros dispuestos por la corporación ambiental aseguraron que a la bonga se encontraron tres hongos agresivos: Fitóftora, Verticillium y Mycosphaerel.

A través de las redes sociales, la corporación lamentó el desplome del árbol legendario al que se le venía adelantando un proceso de tratamiento y de recuperación.

 “Informamos a la opinión pública que lamentablemente La Bonga ubicada en la entrada del barrio Tayrona, colapsó y se vino abajo debido al desgaste en sus raíces por la enfermedad que lo afectaba”, informó Corpamag.

“Lastimosamente, el esfuerzo por salvarla no se logró, a pesar del tratamiento brindado”, dijo en redes la corporación.

Al árbol se le habían realizado controles con abonos orgánicos mineralizados en el pie del árbol y otros elementos que contribuyeron a retener humedad.

SE SOMETIÓ A ESTUDIOS  

Carlos Francisco Diazgranados Martínez, director de la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, Corpamag, es consciente de la importancia de proteger esta imponente ceiba pentandra (nombre científico) por lo que se encuentra trabajando en su recuperación y consultando con otros expertos y profesionales para culminar con éxito el tratamiento implementado.

En un estudio e inspección del gigantesco árbol, realizado a finales del 2019,  se observó que presentaba “poco follaje y amarillamiento”, por lo que la entidad procedió a tomar muestras del tejido vegetal enfermo, las cuales fueron llevadas al Laboratorio de Diagnóstico Fitosanitario del ICA, en Barranquilla.

El diagnóstico del estudio fue: “Corteza podrida acompañada de estados larvales de termita, suelo y raíces con pigmentación rojiza y descoloramiento, además, área foliar con pequeñas lesiones naranjas”.

Además de una camada de insectos, en donde predominan las termitas o comején.

Estos resultados permitieron poner en marcha un esquema de tratamiento que inició con un cercamiento al árbol, para evitar la posible propagación de los organismos patogénicos existentes en el suelo que lo afecten; sin embargo, los esfuerzos no impidieron que ayer se registrar su muerte.