HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

Fin a las restricciones de las actividades económicas  

Se acabaron las razones para justificar mantener en el D.T.C.H. de Santa Marta las restricciones para aquellos sectores económicos, institucionales y sociales en medio de la pandemia de la pobreza.

Respeto profundamente a la ciencia médica. Gracias a los esfuerzos de científicos e investigadores, hoy contamos con vacunas que dan esperanza a la mayoría de la humanidad, pese a la lentitud del proceso de vacunación en Colombia. Sin embargo, cada vez que escuchamos un nuevo Decreto Distrital justificado en un comité asesor técnico científico para el Covid-19, del que sólo conocemos por la foto de su instalación, ciudadanos como yo, respetuosos, pero con desaliento; aceptamos las medidas ante la debilidad de la infraestructura de nuestro sistema de salud y la falta de profesionales para atender la crisis.

No obstante, viendo cómo transcurrieron los acontecimientos de la última semana, donde se promovieron y estimularon marchas de protesta, para luego, en pleno toque de queda de las 6:00 P.M., se dejara el plato servido para que vándalos se encarnicen contra la propiedad de comerciantes, bienes labrados durante muchos años de esfuerzos que se desvanecen en cuestión de horas ante la mirada pasiva de las autoridades.

Previo a los actos violentos, transcurrieron marchas justificadas por hechos vencidos, el retiro del proyecto de reforma tributaria y la renuncia del Ministro de Hacienda. Sin embargo, con el mismo ímpetu, marchantes han salido a las calles, aglomerados, sin distancia; muchos sin saber porque protestaban, y otros, en el peor de los casos; haciendo presencia por obligación y sin el autocuidado requerido.

Aun existiendo prohibición para estas aglomeraciones, el Decreto Distrital de turno no aplicaba para esta actividad, pero sí hubo una excepción; permitida de hecho, por la misma autoridad que formalmente la prohibía y que encontraba sustento y fervor en los despachos de los mandatarios distrital y departamental, los cuales hacen parte del movimiento político que promovieron las manifestaciones, además de otros actores de la sociedad.

Para los fines de promover y autorizar las protestas, los mismos derechos que justifican la adopción de medidas y restricciones para el ejercicio de las actividades económicas e institucionales, no le es aplicable a esta situación. ¿Cómo entendemos esto? Ahí, las garantías para proteger la salud y la vida no tienen pretexto.

De otra parte, la proliferación de medidas restrictivas, no sólo en Colombia sino a nivel mundial, cada vez son más cuestionadas por sus escasos efectos conforme a estudios técnicos, donde se analiza que no hay evidencia de la discontinuidad de la tasa de crecimiento al comparar la trayectoria de la epidemia antes y después de la adopción de las medidas (publicaciones del American Institute for Economic Research AIER).

A pesar del recetario de medidas derivadas del vademecun de Decretos distritales sin efectos visibles en esta región del país en la disminución de casos nuevos de contagios, ocupación de camas UCI, letalidad, positividad y tasa de transmisión, entre otros nueve indicadores; desde la Cámara de Comercio de Santa Marta para el Magdalena y el Comité Intergremial del Magdalena, se ha advertido con preocupación cómo suben las cifras de cierres de empresas, desempleo y pobreza, otra pandemia que genera mayores riesgos sociales, generando un caldo de cultivo que puede derivar en mayores problemas sociales. No abrir los ojos sobre este oscuro escenario es mezquino y raya con la irresponsabilidad si las autoridades no adoptan acciones urgentes.

Los gremios lo hemos advertido de manera insistente y con respeto, pero ya es tiempo de subir el tono de nuestra protesta, fiel a nuestro estilo. Es tiempo de exigir, por eso, demandamos la protección al derecho al trabajo, a la propiedad privada, a la libre empresa y al mínimo vital de miles de familias que ven diezmadas sus oportunidades para garantizar un sustento digno que les permita vivir en condiciones decorosas.  Este derecho se deriva de los principios del Estado Social de Derecho, dignidad humana y solidaridad, en concordancia con los derechos fundamentales a la vida, a la integridad personal y a la igualdad. Con el emprendimiento y el fortalecimiento del tejido empresarial, conformado en más del 97% por microempresas, es desde donde se puede transformar nuestra sociedad.

Nuestra protesta es No Más Restricciones a las actividades económicas e institucionales para quienes hemos cumplido y seguiremos cumpliendo con mayor responsabilidad los protocolos de bioseguridad para los empleados y clientes.  Nuestra protesta y reclamo es exigir a los Gobiernos Locales espacios de diálogo y articulación para que a través de las instancias institucionales, coordinemos acciones en función de la competitividad del territorio y la productividad de nuestras empresas. Nuestra protesta y reclamo, es demandar de los gobiernos que se mejore el entorno para atracción de la inversión, sin desatender las políticas sociales. Nuestra propuesta y reclamo, es que se depongan diferencias políticas para que en el Magdalena se gestione ante el Gobierno Nacional el gran plan de inversión en infraestructura para detonar el crecimiento.

Invitamos a todos los empresarios y comerciantes, formales e informales, para que se sumen a esta protesta. La protesta de la pequeña, mediana y gran empresa, pero principalmente de la microempresa, la gran afectada y las que más exigencias tienen. No Más Restricciones en el Distrito de Santa Marta a las actividades económicas, eso sí, promoviendo el control social e insistiendo en la socialización del autocuidado.

*Presidente Ejecutivo Cámara de Comercio de Santa Marta para el Magdalena.

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