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Así se celebró la Fiesta de Pentecostés

En esta ceremonia, los cristianos tenemos la oportunidad de vivir intensamente la relación existente entre la Resurrección de Cristo, su Ascensión y la venida del Espíritu Santo.

La Fiesta de Pentecostés es una de las celebraciones más importantes del año, después de la Pascua. En el Antiguo Testamento era la fiesta de la cosecha.

Aunque durante mucho tiempo, debido a su importancia, esta fiesta fue llamada por el pueblo segunda Pascua, la liturgia actual de la Iglesia, si bien la mantiene como máxima solemnidad después de la festividad de Pascua, no pretende hacer un paralelo entre ambas, muy por el contrario, busca formar una unidad en donde se destaque Pentecostés como la conclusión de la cincuentena pascual. Cabe decir como una fiesta de plenitud y no de inicio. Por lo tanto, no podemos desvincularla de la Madre de todas las fiestas que es la Pascua.

Según la Iglesia Católica, hay que insistir que, la Fiesta de Pentecostés, es el segundo domingo más importante del año litúrgico en donde los cristianos tenemos la oportunidad de vivir intensamente la relación existente entre la Resurrección de Cristo, su Ascensión y la venida del Espíritu Santo. Con esta consigna se celebró la tarde del sábado esta importante ceremonia en la Catedral Basílica de Santa Mara, y se realizaron dos importantes ceremonias: La exposición del Santísimo y la Vigilia de Pentecostés.

En esta ceremonia se hizo énfasis en tener presente, que todo el tiempo de Pascua es, también, tiempo del Espíritu Santo, Espíritu que es fruto de la Pascua, que estuvo en el nacimiento de la Iglesia y que, además, siempre estará presente entre nosotros, inspirando nuestra vida, renovando nuestro interior e impulsándonos a ser testigos en medio de la realidad que nos corresponde vivir.

CULMINÓ CON UNA VIGILIA

Entre las muchas actividades que se preparan para esta fiesta, se encuentran, las ya tradicionales, Vigilias de Pentecostés que, bien pensadas y lo suficientemente preparadas, pueden ser experiencias profundas y significativas para quienes participan en ellas.

Una vigilia, que significa “Noche en vela”, es un acto litúrgico, una importante celebración de un grupo o una comunidad que vigila y reflexiona en oración. En ella se comparten, a la luz de la Palabra de Dios, experiencias, testimonios y vivencias. Todo en un ambiente de acogida y respeto, especialmente en esta época de pandemia.

En el caso de Pentecostés, se centró la atención en el Espíritu Santo prometido por Jesús en reiteradas ocasiones y, ésta vigilia, fue muy interesante, por el clima de oración, alegría y fiesta.

De esta forma se invocó, una vez más, al Espíritu Santo para que nos regalara sus luces y su fuerza y, sobre todo, nos haga fieles testigos de Jesucristo, nuestro Señor.

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