HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

A superar los retos

2018, año electoral y por sí mismo complejo dadas las dificultades que hereda, debemos enfrentarlo y en lo posible, si es que somos capaces, de remontarlo ojalá que satisfactoriamente, para que lo cual sea motivo de sano como soberano orgullo y permita ponderar en exacta dimensión nuestras administraciones municipales y departamental. Requerimos en tal derrotero hacernos valer como ciudadanos, “obligar” a los gobernantes a interactuarlo todo de manera consensuada, negarnos firmes y enfáticamente a ser parte de los consabidos “comités de aplausos”. Hacerles ver que además de urgente, es tanto vital como importante tomar medidas en cuanto desarrollo y economía, a fin de evitar se sigan desmoronando las finanzas públicas y demás fundamentos macroeconómicos, siendo esencial que se tomen responsablemente las mejores decisiones, se asuma de la misma manera lo social con todas sus implicaciones y se adopten políticas inmediatas camino a darles satisfactorias soluciones.

Es lograr juntos y conscientemente los avances que necesitamos, modernizarnos, adentrarnos en contextos de lógicos y equitativos beneficios que estén guiados por el interés común de consolidar nuestra competitividad en las más de sus áreas, al tiempo de potenciar los emprendimientos que fueren menester, camino a asegurar para todos, alternativas de crecimiento y consecuente prosperidad, en lo que importa el concurso de la inversión nacional y extranjera.

Adelantar programas de construcción y reconstrucción de vivienda e infraestructura básica. Acercarnos más a dinámicas de crecimiento sostenido que nos garanticen mejores perspectivas. Generar empleos dignos y bien remunerados. Consolidarnos en materia de seguridad, valor fundante y asignatura pendiente que tenemos y que requiere de la decidida, decisiva, precisa e insustituible colaboración y solidaridad de la colectividad.

Empieza el 2018, llegamos a él supongo que luego de reflexionar e imaginar la esperanza de un mejor porvenir, en el entendido y comprensión, qué como miembros de una sociedad, debemos estar dispuestos a ser protagonistas para un superior ejercicio de las competencias y responsabilidades ciudadanas que nos competen. Es ejercer control social. Ver lo grande y lo inmenso, que no lo nimio, pequeño o aleatorio. Es acostumbrarnos a caminar valorando lo bueno y positivo. Aprender a aprovechar las oportunidades y no acostumbrarnos como muchas veces estamos a la incertidumbre, a lo sombrío sin ni siquiera ilusiones, concibiendo sólo sobresaltos de desasosiego y angustia que a nada bueno conducen.

Nos brinda el inicio de año la posibilidad de revisarnos, disipar las sombras que hubieren, encontrarnos con nosotros y los otros, caminar juntos, aprender a convertir los pesimismos en desafíos, ser partícipes activos y conscientes en la edificación de un mundo mayormente equitativo, más cuando es evidente que padecemos recurrentes y severos problemas, lo mismo que padeciendo una dirigencia política liviana y, a decir de muchos analistas condenada al fracaso, afirmación que soportan en el hecho de unos resultados nada halagüeños a la vista de todos. Sólo utopías, demagogia, populismo, promesas y compromisos incumplidos. El reto se centra hoy en enfrentar lo malo y peor existente, contribuir a mejorarlo, saber qué hacer con el presente y como proyectar el futuro para que no nos resulte incierto. Miremos lejos esperanzados como debe ser, en un mejor y más sólido porvenir. [email protected]

 

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