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Uno de los que ha contribuido a que los niños y adolescentes exploten su talento es el municipio de Algarrobo.
El acordeón se ha convertido en la insignia de municipios como Pivijay y Ariguaní, dando como resultado reyes vallenatos; en otras poblaciones como Algarrobo la administración le apuesta a la escuela de Artes Plásticas municipal.
Los jóvenes en Algarrobo, avanzan en la técnica de acrílicos en lienzo con obras de arte que están basadas en temas costumbristas y representativos del paisaje caribeño.
La alcaldesa Licet Prieto Montejo, aseguró que la cultura edifica y fortalece a las comunidades.
«La cultura es el alma de una sociedad vibrante, expresada de muchas maneras en que contamos nuestras historias, celebramos, recordamos el pasado, nos entretenemos e imaginamos el futuro. Nuestra expresión creativa ayuda a definir quiénes somos y nos ayuda a ver el mundo a través de los ojos de los demás», dijo.