HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Francisco desafía a jóvenes a ´mover el piso´ de la iglesia

«¡Cuánto necesita la iglesia chilena de ustedes, que nos muevan el piso y nos ayuden a estar más cerca de Jesús!», dijo Francisco desde la comuna de Maipú ante la multitud, que respondió con un cerrado aplauso y gritos de «¡Viva el papa!». /AFP

 

En un encuentro con más de 20.000 jóvenes en Santiago -la mitad de los previstos-, convertido en uno de los actos más distendidos de su visita a Chile, el papa Francisco los desafió a «mover el piso» de la iglesia y a rejuvenecerla.

«¡Cuánto necesita la iglesia chilena de ustedes, que nos muevan el piso y nos ayuden a estar más cerca de Jesús!», dijo Francisco desde la comuna de Maipú ante la multitud, que respondió con un cerrado aplauso y gritos de «¡Viva el papa!».

El papa también los llamó a ser protagonistas «en el corazón de la Iglesia», para que ayuden a darle «un rostro joven» participando activamente de encuentros pastorales en los que puedan mantener vivo el catolicismo.

Haciendo una analogía del uso del celular y de internet, Francisco animó a los jóvenes a no quedarse «sin conexión» con Jesús, a no perder «la señal» ni dejar que se gaste «la batería» que mantiene vivo el fuego de Dios en sus corazones.

Asimismo, les pidió amar a su patria, ser valientes para ayudar a los más necesitados y protagonistas de la historia contagiando al resto con la chispa de Jesús.

El encuentro se realizó en templo Votivo de Maipú, ubicado en el sur de Santiago y cuya construcción fue ordenada como un homenaje a la virgen del Carmen, patrona del Ejército de Chile, tras consolidarse la independencia del país en 1810.

 

CRITICA USO DE LA VIOLENCIA

De otro lado, el papa Francisco denunció en Temuco el uso de la violencia en la lucha por reivindicar los derechos indígenas, en esta región del sur de Chile en constante tensión por el conflicto mapuche.

Durante una misa que dedicó a las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet, el papa dijo que «no se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro, porque esto lo único que despierta es mayor violencia y división».

«Más que impulsar los procesos de unidad y reconciliación, terminan amenazándolos», aseguró el pontífice en esta conflictiva región del sur de Chile. «La violencia llama a la violencia», recalcó.

En la homilía saludó «de manera especial» a los miembros del pueblo Mapuche, así como a los demás pueblos originarios que viven en el país, como los rapanui (Isla de Pascua), aymara, quechua y atacameños.

La región de La Araucanía, de la que es capital Temuco, es escenario de la lucha que libran los mapuches, la etnia más importante de Chile, que denuncia discriminación y abusos y reclama la restitución de territorios ancestrales hoy mayoritariamente en manos privadas.

Francisco, que como argentino es un gran conocedor del problema mapuche, escogió visitar Temuco (800 km al sur de Santiago) para tomar contacto directo con esta población.

Pero algunos grupos han optado por la violencia para sus reivindicaciones. Horas antes de la llegada del papa se produjeron una serie de ataques contra la policía, tres iglesias católicas y una evangélica. Además fueron destruidos tres helicópteros que utilizan las empresas forestales para apagar incendios, según autoridades.

Estos ataques se suman a la destrucción de dos pequeñas iglesias la víspera.

Los autores de estos atentados dejaron panfletos en las iglesias alusivos a la demanda mapuche que exige la restitución de tierras.

 

La ‘machi’ Francisca Linconao, la mayor figura médica y religiosa del pueblo mapuche y que se encuentra en prisión domiciliaria nocturna a la espera de un nuevo juicio por su supuesta participación en el asesinato de un matrimonio de ancianos suizos en 2013, intentó por todos los medios ver al papa para entregarle una carta.

En la misiva, le pide al pontífice que interceda ante el gobierno chileno para revisar su situación procesal y asegura que «en Chile sólo a los Mapuche se nos aplica la Ley Antiterrorista, no se nos respeta la presunción de inocencia».

El papa almorzó en Temuco con ocho representantes de la comunidad mapuche, una víctima de la violencia rural, un colono de origen suizo-alemán y un inmigrante reciente, para oír la voz de todos los protagonistas. Santuiago De Chile AFP

 

 

 

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