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¿Por qué el empleo se recupera a un ritmo más lento que el crecimiento?

Aunque el último reporte del DANE muestra una nueva recuperación del empleo, que se ubicó en 14,3% en julio (hace un año fue de 20,2%), la ocupación en Colombia sigue sin llegar a los niveles anteriores a la pandemia. Se calcula que todavía quedan unos 800 mil empleos por recuperar.

Y eso que el crecimiento, en cambio, ya está muy cerca de alcanzar los niveles que tenía en febrero de 2020, antes de que comenzara la pandemia. El crecimiento en el segundo trimestre del año fue de un 17,6 % , según el DANE.

¿Por qué se da este desfase? ¿Por qué el empleo, si bien se ha reactivado significativamente, aún está relativamente lejos de llegar a niveles prepandémicos?

Según Iván Jaramillo, director del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, la relación entre empleo y crecimiento económico no es tan directo como debería serlo, sino que depende también de las políticas de empleo del Gobierno y de su capacidad para traducirlas en resultados concretos.

“La bibliografía económica converge siempre en que el empleo está ligado al desarrollo económico y debería haber una relación más directa y lineal. En Colombia no pasa eso porque nuestras políticas activas y pasivas de empleabilidad, que están en cabeza de servicios de empleo nacionales y locales, no cuentan con el respaldo estatal necesario para liderar tasas de recuperación del empleo”, explica.

Argumenta que es allí donde más reformas deben hacerse, siempre todo a nivel institucional para reducir la dependencia del sector informal en los índices generales de crecimiento económico. “Lo que por ahora puede hacerse es tratar de emparejar los índices de productividad actuales con los de la época pre-pandemia”, añadió.

Jorge Munévar, consultor económico y social, docente de la Universidad EAN, explica que el crecimiento debe entenderse también en un contexto especial, el de la pandemia. Si se tiene en cuenta que el grueso de los sectores estuvo bloqueado por más de un año, cualquier atisbo de reactivación representa un crecimiento automático.

De hecho, señaló que ese tipo de cifras (y sus consecuentes brechas) seguirán apareciendo en los próximos informes. Fue enfático en que las consecuencias, los daños de la pandemia, trascienden a todo informe trimestral y, al menos hasta un punto, anual. Afirma que los cambios en la estructura macroeconómica son muy profundos y que no pueden evaluarse a la luz de un solo indicador.

“Expertos en todo el mundo coinciden en que la economía general (incluyendo el desempleo) se va a estabilizar en, cuando menos, diez años. El hecho de que aparezcan indicadores que muestren expansión económica en el PIB no significa que el panorama social esté cambiando realmente; eso solo refleja que, después de estar en ceros, cualquier avance es ganancia”, indicó.

Por su parte, el economista y docente de la Universidad Externado, Isidro Hernández, señala que el sector del entretenimiento es un buen ejemplo. Si bien en el segundo trimestre del año fue el que mayor creció (83,8 %), la naturaleza del sector hizo que este no se encontrara entre los que cuatro que más empleos generaron.

“Oyendo a representantes del sector del entretenimiento se da uno cuenta de que hay muchas expectativas de empleo, pero la mayor parte de las veces es de corta duración. En cambio, en comercio, industria manufacturera y construcción hay más avances en empleo. Sin embargo, el de la construcción viene recuperándose de manera muy lenta”, señaló, para dar pie a una posible estrategia de recuperación de la construcción.

El sector de la construcción, según cifras de Camacol, está empleando a, cuando menos, 1,5 millones de ciudadanos en todas las regiones del país. Esta cifra iría enlazada con el crecimiento del 17,4 % del sector durante el segundo semestre de 2021, después de haber estado en terreno negativo. Las ventas de interés social han representado el 39,3 % de la recuperación del sector. Hernández sugiere que para que el sector termine de repuntar se requiere el aceleramiento de planes de inversión en infraestructura.

“Y eso a su vez genera unos ingresos que permiten jalonar otros sectores como el comercio y la industria, que necesitamos se sostengan en sus buenos niveles. Eso debería llevarnos a tasas de desempleo menores al 12 % el año entrante”, apuntó.

/Colprensa

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