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El desafío de la segunda instancia

La corte suprema de justcia dijo que seguirá conociendo de todos los procesos que actualmente lleva, lo cierto es que esta reforma constitucional cambio el funcionamiento de toda la Corte Suprema de Justicia.

 

La implementación de la doble instancia en la Corte Suprema de Justicia para la investigación y el juzgamiento de los aforados constitucionales como congresistas, gobernadores, ministros, generales y magistrados se volvió una prioridad para el Gobierno Nacional.

Por esa razón, se espera que la próxima semana se termine de definir las cifras y la certificación de disponibilidad de los 13.500 millones de pesos necesarios para el funcionamiento de la doble instancia, que consiste en la creación de dos salas nuevas: una de instrucción y una de juzgamiento en primera instancia, para dejar a la actual Sala de Casación Penal la definición de la segunda instancia.

Y si bien la polémica por la aplicación de ésta pareciera haber quedado zanjada por la propia Corte Suprema, al decir que seguirá conociendo de todos los procesos que actualmente lleva, lo cierto es que esta reforma constitucional cambio el funcionamiento de toda la Corte Suprema de Justicia.

En ese sentido, hay varios escenarios. Por un lado, la Sala Penal dejó en claro que seguirá lo procesos actuales mientas se crean y se designan a los nueve nuevos magistrados. Esto quiere decir, que los juicios en marcha como el adelantado al exmagistrado de la Corte Constitucional, Jorge Pretelt, seguirá.

Igualmente, seguirán las instrucciones que se adelantan actualmente contra senadores, tanto preliminares como formales, por los casos sonados del ‘Cartel de la Toga’ y la corrupción de Odebrecht. De hecho, la Sala de Instrucción II que lleva el caso del Cartel citó para las 11:00 de la mañana del próximo viernes al senador Musa Besaile, para empezar a pactar la matriz de colaboración con la que espera recibir beneficios judiciales.

Seguirá asimismo el proceso de matriz de colaboración al senador Bernardo ‘Ñoño’ Elías Vidal, quien busca beneficios por dos delitos que aceptó por su responsabilidad en los sobornos de Odebrecht. Y, de manera paralela, cursa, ya no en la Sala de Instrucción I que lleva este caso, sino en la Sala de Juzgamiento actual (compuesta por seis magistrados), su caso por esos delitos, para que se elabore un proyecto de fallo condenatorio y se fije fecha.

Y es aquí cuando empiezan a surgir algunas incertidumbres sobre la no aplicación inmediata de esta reforma constitucional, que no previó ninguna fase de transición que, por tanto, está llenando la Corte Suprema. Si la condena a ‘Ñoño’ Elías se da después de los dos meses que se podría tardar la puesta en marcha de la doble instancia, el senador Elías tendría derecho a doble instancia y, si da antes de eso, no la tendría.

En ese sentido, hay varias preguntas válidas que la Corte tendrá que resolver más adelante. ¿Quién adelantaría esa segunda instancia? ¿Lo tendría que hacer una Sala de conjueces? Pero, hay otro tema más que preocupa. Fue esta Sala de Casación Penal la que abrió la puerta a dar beneficios judiciales, que no es propio de la Ley 600 del 2000, a los congresistas a cambio de información. ¿Podría la nueva Sala de Instrucción tener una posición diferente y rechazar la posibilidad de aplicar este mecanismo?

El presidente de la Sala Penal, magistrado Luis Antonio Hernández, explicó que la Corte seguirá manteniendo la competencia de los casos actuales y cuando esté listo el nuevo esquema, los juicios en curso deberán ser enviados a la Sala de Primera Instancia para que sean allí finalizados.

En ese sentido, podría llegar a ocurrir que, si el juicio a Pretelt no termina antes de la puesta en marcha de la doble instancia, este deba ser suspendido para ser enviado a la nueva sala. Y ahí las preguntas que surgen son si deberá empezar de cero todo el juicio, ya que los nuevos magistrados no conocieron el proceso, o si se valdrá que conozcan el material por registro audiovisual existente. Y, en esa misma vía, la segunda instancia en ese caso no la podría hacer la Sala de Casación Penal actual, porque fue la que llevó buena parte del caso, por lo que tendría que ser una Sala de conjueces.

 

El presidente de la Sala Penal, magistrado Luis Antonio Hernández, explicó que la Corte seguirá manteniendo la competencia de los casos actuales y cuando esté listo el nuevo esquema, los juicios en curso deberán ser enviados a la Sala de Primera Instancia para que sean allí finalizados.

 

Las hipótesis, por tanto, son muchas. Lo mismo pasa con las investigaciones en marcha. Cuando entre a operar la doble instancia, deberán ser enviadas a la Sala de Instrucción nueva, y los magistrados que actualmente las llevan tendría que declararse impedidos para juzgar el caso.

Y no se trata de cualquier caso. Todas las investigaciones, con independencia de su estado, pasarán en unos meses a la nueva Sala de Instrucción que tendrá varios retos. Por un lado, la Corte deberá garantizar la idoneidad de las personas que allí sean elegidas por la Sala Plena. Por otro lado, esa nueva Sala tendrá que demostrarle al país que puede continuar los casos con la misma o mayor agilidad.

En ‘capilla’ están las investigaciones retrasadas por el manejo irregular de los bienes de la mafia al recaudo de la Dirección Nacional de Estupefacientes, algunos rezagos de procesos por ‘parapolítica’, el Cartel de la Toga, que incluye no solo a Besaile, sino también a Álvaro Ahston, Nilton Córdoba, Argenis Velásquez, Hernán Andrade, Julio Manzur, entre otros.

Igualmente, tiene a cargo la condena a Moreno por los delitos de concusión y utilización indebida de información oficial privilegiada que aceptó haber cometido en su condición de jefe Anticorrupción de la Fiscalía General, por direccionar grandes investigaciones de corrupción que llevaba en contra del exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons, por el robo a las regalías del departamento y por el denominado ‘Cartel de la Hemofilia’.

En el caso de Odebrecht tiene procesos en marcha en contra Arleth Patricia Casado López, Plinio Olano Becerra, Antonio Guerra de la Espriella, Armando Benedetti, Sandra Elena Villadiego, Martín Emilio Morales, Álvaro Ashton, Alfredo Ape Cuello Baute, Musa Besaile y Ciro Rodríguez.

Y, por otro lado, hay varios procesos pendientes como definir si absuelve o condena a Luis Alfredo Ramos por ‘parapolítica’, caso que estuvo envuelto en la polémica la semana pasada, luego que la Corte Suprema tuviera que desmentir la existencia de un proyecto de fallo condenatorio en su contra, para advertir que todavía está en estudio.

“Sala Penal de @CorteSupremaJ aclaró que no existe proyecto de sentencia en proceso contra excongresista Luis Alfredo Ramos Botero. El expediente está en análisis previo del magistrado ponente. Corte desconoce fuente de información periodística contraria”, señaló la Corte a través de su cuenta de Twitter.

Y allí, una vez más, surge la pregunta de cómo se compondrá la Sala para la segunda instancia en el caso de Ramos, si el fallo se llegara a conocer después de la implementación.

En todo caso, para los actuales magistrados de la Sala de Casación Penal es claro que la doble instancia es un derecho y que la demora en su implementación no es una intención de “cercenarlo” o “de desconocerlo”. Aun así, ya las peticiones de aplicación de la doble instancia ya empezaron, con el senador Ashton y el prófugo de la justicia Oscar Suárez Mira, quien busca suspender el juicio que debe empezar a mediados de febrero por presunto enriquecimiento ilícito por relaciones con bandas criminales y grupos paramilitares.

Se espera que, con estas dos primeras decisiones, la Sala fije los parámetros de manera documental, en una providencia, que hasta ahora ha fijado de voz de sus integrantes.

 

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