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Nicaragua siempre ha tenido pretensiones exorbitantes: Carlos Gustavo Arrieta, agente de Colombia

Las pretensiones de Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) son «exorbitantes», afirma el agente de Colombia ante ese tribunal, Carlos Gustavo Arrieta, en vísperas del inicio de nuevas vistas orales en el litigio que los dos países tienen en el mar Caribe.

En entrevista con La FM, el exmagistrado Arrieta explicó que estas dos próximas semanas se llevará a cabo la parte oral del juicio, debido a que ya terminó la escrita y allí Colombia buscará demostrar que Nicaragua ha violado los derechos de los colombianos en respuesta a la demanda de ese país.

«Nosotros respondemos y contrademandamos, pretendemos que se declare que Nicaragua ha violado los derechos colombianos porque ha restringido los derechos de pesca de los habitantes raizales», afirmó.

Comentó que en 2013, Nicaragua presentó una segunda y tercera demanda contra Colombia en la que reclama que Colombia le ha violado sus derechos por cuanto declaró la zona contigua y continua haciendo presencia en el área del Caribe «y Colombia ha reaccionado fuerte y ha dicho que no ha violado los derechos».

«Desde que inició las demandas contra Colombia, Nicaragua siempre ha tenido pretensiones exorbitantes, en contravía del derecho internacional. Durante la audiencia que se inicia este lunes 20 no debe sorprendernos escuchar de su parte alegatos exagerados y distorsiones de la realidad», manifestó Arrieta en una entrevista con Efe por correo electrónico.

Las nuevas audiencias se originan en el fallo de la CIJ de noviembre de 2012 que fijó los límites marítimos entre ambos países y confirmó la soberanía colombiana sobre siete cayos del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, pero le dio a Nicaragua una porción de mar mayor que la que tenía.

Sin embargo, Colombia declaró en septiembre de 2013 una Zona Contigua Integral para ejercer su jurisdicción en las aguas aledañas a las islas y cayos «como archipiélago y no como territorios inconexos».

En noviembre del mismo año, Managua pidió a la CIJ, con sede en La Haya, que le exigiera a Colombia la derogación de leyes «incompatibles con la sentencia» de noviembre de 2012, así como la revocación de permisos otorgados a los buques pesqueros colombianos que faenan en las aguas en disputa.

Derechos irrenunciables

«Colombia acude a la Corte para ratificar los derechos irrenunciables que Nicaragua pretende desconocer», expresó Arrieta.

Entre esos citó «el derecho de Colombia a hacer presencia permanente en el mar Caribe en la lucha contra los delitos transnacionales; el derecho a salvaguardar la vida en el mar y proteger el medio ambiente; el derecho de todas nuestras islas a tener una zona contigua; los derechos ancestrales de pesca de la comunidad raizal en las áreas marítimas aledañas al archipiélago de San Andrés y en los bancos de pesca tradicionales».

Por eso, Arrieta considera que «Colombia no ha expedido ninguna ley contraria al derecho internacional» y asegura que «es Nicaragua la que expidió un decreto de líneas de base rectas con el cual convierte en aguas interiores 21.500 kilómetros cuadrados de mar. Por eso Colombia contrademandó a Nicaragua».

Las contrademandas, cuatro en total, fueron presentadas por Colombia en la fase de alegatos escritos y la CIJ admitió dos de ellas.

«Estas contrademandas hacen referencia a que, por una parte, Nicaragua ha desconocido e infringido los derechos de pesca artesanal de los habitantes del archipiélago, en particular de la comunidad raizal, para acceder a sus bancos de pesca tradicionales», afirmó.

El agente colombiano añadió que Nicaragua «expidió además un decreto contrario al derecho internacional relacionado con los puntos y líneas de base a partir de los cuales mide sus espacios marítimos en el mar Caribe, buscando adjudicarse de forma unilateral áreas marinas en detrimento de Colombia y de otros países».

Libertad de navegación y sobrevuelo

Tras las audiencias orales, en las cuales los jueces escucharán tanto la denuncia inicial de Nicaragua como las dos contrademandas de Colombia, el fallo de la Corte puede tardar varios meses y, aunque asegura que «no es momento para especular», el agente colombiano afirma que «el equipo jurídico tiene una estrategia de defensa que viene desarrollando desde 2013».

«Este caso versa sobre los derechos de ambas partes. Nicaragua pretende negarle a Colombia la libertad de navegación y sobrevuelo que tiene todo país», resume Arrieta y subraya que «la libertad es un principio esencial del derecho internacional».

En la CIJ hay otro litigio planteado por Nicaragua, que pidió a ese tribunal que le conceda una plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas desde su costa caribeña, pero Colombia defiende que la plataforma continental del archipiélago de San Andrés «se une incuestionablemente con la plataforma continental que tiene la costa caribe colombiana».

Fuente: Sistema Integrado Digital

 

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