HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Fin del gobierno de Merkel

Este domingo 26 de septiembre se celebran las elecciones del Parlamento en Alemania –que aunque algunos se empeñen en igualarlos no es similar al Congreso en regímenes presidencialistas-. La novedad es que la Canciller –así se denomina en Alemania al jefe del gobierno- Ángela Merkel, decidió retirarse por voluntad propia después de exitosos dieciséis años de presidirlo. Merkel pasará a la historia como una exitosa jefe de gobierno que supo combinar una gran capacidad de leer las prioridades de los alemanes y con gran pragmatismo manejar problemas de política interna e internacional.

Como es sabido, en los regímenes parlamentarios la formación del gobierno está a cargo del partido o la coalición de partidos que constituyen mayoría en el Parlamento. La época del predominio bipartidista de la Socialdemocracia (SPD) y la Unión Democracia Cristiana/Unión Social Cristiana (CDU/CSU) terminó y actualmente Alemania cuenta con un sistema multipartidista –cerca de diez partidos tienen representación en la Cámara Baja, llamada Bundestag que la componen mínimo 598 diputados–. Existe un sistema de umbral equivalente al 5% de la votación. El tercer partido en importancia son los Verdes. Para este período post Merkel, la SPD tiene como candidato a Canciller a Olaf Scholz, quien cuenta con el mayor favoritismo individual (cercano al 25%); la CDU/CSU tiene como candidato a Armin Laschet con preferencias del 23%, y luego los Verdes, con el liderazgo de la joven Annalena Baerbock, con intención de voto de cerca del 16.5%. Es interesante señalar que el prestigio y el apoyo con que sale Ángela Merkel es muy superior al que tienen tanto su sucesor en el partido, Laschet, como el del partido mismo. Es decir, la popularidad de la que goza Merkel es personal y no parece incidir en los resultados.

Por lo tanto, el partido político más votado no necesariamente va a ser el que encabece el nuevo gobierno, sino que va a depender de la capacidad que tengan los partidos, especialmente los más votados, para concertar. La reproducción de la llamada ‘gran coalición’ SPD y CDU/CSU, que apoyó en varios de los mandatos de la Canciller Merkel, aunque posible es menos probable que en el pasado. Si bien esta fórmula da una gran gobernabilidad, igualmente puede estimular el surgimiento de nuevos partidos ante la inexistencia de oposiciones serias, como efectivamente sucedió. La alternativa parece estar entre una coalición –que muy seguramente será de tres partidos y no de dos- de izquierda con el SPD/ los Verdes y el partido de la izquierda, o una de derecha, con CDU/CSU, los Verdes y el partido liberal. En el intermedio hay otras opciones como la alianza del SDP, Verdes y los liberales. Es decir, el partido que va a definir en gran parte la coalición de gobierno serán los Verdes –a su interior hay sectores más pro izquierda y otros pro derecha- y dependiendo de la votación que obtengan podrían disputar la jefatura de gobierno, aunque lo probable es que sea la SPD si es una coalición de izquierda o la CDU/CSU si se trata de una de derecha. Lo interesante es que los grandes partidos han descartado hacer algún tipo de alianza con la ultraderecha (AfD).

Alemania es el país más determinante de la Unión Europea debido al peso de su economía y el rol que jugó Ángela Merkel en sus cuatro gobiernos. Por ello, estas elecciones son muy importantes frente a grandes desafíos en curso como los problemas pos salida de la OTAN y USA de Afganistán y las tensiones en curso entre Francia y la Unión Europea con la nueva alianza entre USA, Reino Unido y Australia.

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