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Adelanto de elecciones es una imposición ‘madurista’

«Ante la decisión de la Constituyente y su «imposición» al Consejo Nacional Electoral -CNE- de realizar elecciones presidenciales adelantadas (…) llamamos a la comunidad a reflexionar serena y seriamente sobre lo que ello significa», reseñó la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en un comunicado.

 

La Iglesia Católica de Venezuela calificó este lunes el adelanto de elecciones las presidenciales para antes del 30 de abril como una «imposición» de la oficialista Asamblea Constituyente, que «legisla» según «los intereses propios del poder».

«Ante la decisión de la Constituyente y su «imposición» al Consejo Nacional Electoral -CNE- de realizar elecciones presidenciales adelantadas (…) llamamos a la comunidad a reflexionar serena y seriamente sobre lo que ello significa», reseñó la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en un comunicado.

La jerarquía católica subrayó que la Constituyente, que rige a Venezuela con poderes absolutos, «es inconstitucional e ilegítima en su origen y en su desempeño», y cuestionó que en lugar de «limitarse a redactar una nueva Constitución pretende erigirse en un supra poder con funciones ejecutivas y judiciales».

Analistas afirman que el adelanto de los comicios, que tradicionalmente son en diciembre, busca aprovechar divisiones en la oposición que, una semana después del anuncio, no ha definido cómo encarará las votaciones en las que el presidente Nicolás Maduro optará a la reelección.

Adelantar las presidenciales es una «extralimitación y desnaturalización de las funciones de la ANC (Constituyente)», pues la «Constitución y las leyes estipulan claramente el procedimiento», añadió la conferencia.

La organización católica considera además que el CNE -acusado de servir al chavismo- está llamado a «velar por las garantías electorales» por lo que ve necesaria una «reestructuración para que cumpla con la imparcialidad» sus funciones.

Ante este escenario, los partidos políticos «deben abrirse a buscar un consenso con los diferentes sectores de la sociedad, pues una condición imprescindible es el reconocerse y lograr una unidad política que va mucho más allá de las alianzas electorales», recalcó la CEV.

El gobierno de Venezuela y un sector de la fracturada oposición se reunían este lunes en República Dominicana, en negociaciones agitadas por la decisión del oficialismo de adelantar las elecciones, punto central de las citas que se iniciaron en diciembre.

 

RETOMAN EL DIALOGO

El gobierno de Venezuela y un sector de la fracturada oposición se reunían este lunes en República Dominicana, en negociaciones agitadas por la decisión del oficialismo de adelantar las elecciones en las que el presidente Nicolás Maduro buscará la reelección.

Los delegados sostuvieron seis horas de conversaciones, que se reanudarán en la noche tras un receso, informó a la prensa Roberto Rodríguez, portavoz de la presidencia dominicana.

La delegación de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), encabezada por el diputado Julio Borges, acudió a la cita con la ausencia de uno de sus negociadores principales, Luis Florido, en protesta por la reciente decisión de la oficialista Asamblea Constituyente de adelantar los comicios para antes del 30 de abril. La fecha exacta aún no se fija.

La comisión gubernamental es liderada por el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, y su hermana Delcy Rodríguez, presidenta de la Constituyente. «Hoy puede ser un gran día», declaró el jefe de la delegación oficial en la cancillería dominicana.

La fecha de las presidenciales -que tradicionalmente se han celebrado en diciembre- y las garantías electorales centraban las conversaciones, aunque también se discuten salidas a la crisis socioeconómica del país, que sufre hiperinflación y escasez de comida y medicinas.

«Si el gobierno no cede, no hay acuerdo. Hay un listado de garantías electorales, una es la observación internacional», indicó a AFP el diputado Enrique Márquez, otro de los negociadores de la MUD.

Pero el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), advirtió en Caracas que «no está planteada la capitulación».

En un comunicado, la MUD anunció que acudía para «exigir las garantías que permitan unas elecciones justas» y «protestar por las últimas decisiones del gobierno y el avance de su visión totalitaria».

Una de esas decisiones golpeó al corazón de la oposición. La máxima corte -acusada de servir a Maduro- excluyó a la MUD de los comicios, argumentando que es una alianza integrada por varios partidos y no se permite la doble militancia.

«Se estaba discutiendo en detalle el tema electoral y el gobierno sale con esa convocatoria unilateral y adelantada de elecciones y luego la exclusión de la MUD. El mensaje es que no quiere ceder en lo clave», declaró a AFP un asesor de la coalición, que pidió anonimato.

En la MUD hay pesimismo. Voluntad Popular (VP), partido fundado por Leopoldo López -en prisión domiciliaria- y al que pertenece Florido, se separó de las pláticas denunciando falta de «garantías electorales».

«La única forma de volver es con un preacuerdo serio sobre la mesa, cosa que no vemos posible», dijo a AFP el diputado Juan Andrés Mejía, coordinador de VP.

El veterano diputado Henry Ramos Allup, de Acción Democrática -uno de los principales partidos de la MUD-, advirtió que las reuniones no pueden eternizarse. «Si no hay acuerdo se termina esa instancia. Eso no puede ser ad infinitum», dijo.

La oposición aún no define si elegirá a un canditato único por elecciones primarias o por consenso.

A la cita en Santo Domingo asisten los cancilleres de Nicaragua y Bolivia, el embajador de Chile, y el exjefe de gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, que sirven de facilitadores.

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