Gobierno pagará recompensa por captura del Jefe del Clan del Golfo

El gobierno colombiano pagará la recompensa que ofrecía por la cabeza de Dairo Antonio Úsuga David, conocido con el alias de ‘Otoniel’ y considerado Jefe del Clan del Golfo, la mayor organización exportadora de cocaína y banda criminal dedicada al sicariato la extorsión y boleto en amplias regiones del país.

El director de la Policía Nacional general Jorge Luis Vargas, confirmó que se pagará recompensa por la captura de alias ´Otoniel´. No reveló el monto, pero el gobierno colombiano estaba ofreciendo 3 mil millones de pesos y los Estados Unidos 5 millones de dólares

‘Otoniel’ actualmente tiene cuatro sentencias condenatorias, 57 órdenes de captura, 29 procesos investigativos en su contra, notificación roja de Interpol, es solicitado por Estados Unidos en extradición y se ofrecían hasta 3000 millones de pesos por información que llevara a su captura, mientras que el gobierno de Estados Unidos daba 5 millones de dólares con la misma finalidad.

La detención de ‘Otoniel’ se había convertido en una prioridad, debido a que este grupo armado organizado controla más de la mitad de la droga que sale de Colombia, y es considerado el cartel narcotraficante más grande de Sudamérica.

‘Otoniel’ tiene un problema grave de diabetes y según contó la Policía, vivía día y noche huyendo de las autoridades. Por cuenta de ese diagnóstico, usaba correos humanos, tanto familiares como amigos, para que le ingresaran las medicinas que requiere para el control de la enfermedad.

Pese a sus condiciones, el jefe máximo del Clan, según cuentan las autoridades, mantiene su preferencia por tener relaciones con menores de edad, al igual que su segundo al mando, a quien además “le gustan los lujos, los caballos finos y consumir licor de alto costo”.

En 2016, la Policía indicó que ‘Otoniel’ era el “principal nexo” en el país del capo mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.

´NO ME MATEN, SOY OTONIEL´ 

´Alto, soy ‘Otoniel’, no me maten, le dijo un temeroso hombre al soldado que lo encontró. El mayor narcotraficante de Colombia estaba vencido, derrotado, y sobre su cuello la bota de un soldado de las Fuerzas Especiales que le apuntó con su fusil que lo redujo y lo esposó.

Las autoridades dijeron que al momento de su captura Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, de 50 años de edad, se encontraba solo. Sus dos hombres de confianza, alias Machi y ‘Chiva’, lo habían abandonado, estaba en un matorral, llevaba un día sin comer y escasamente había ingerido agua.

INTELIGENCIA 

De acuerdo con el investigador de la Policía, en la ubicación y captura de ‘Otoniel’ fueron claves las actividades de inteligencia de la institución que lograron establecer hace unas dos semanas movimientos de campesinos que llevaban «comida y provisiones hacia determinado punto. Ese lugar lo logramos infiltrar llegando a la hipótesis de que se trataría de alimentos para ‘Otoniel’, en cierta forma especiales por la dieta que requiere su enfermedad».

LA HORA CERO 

La hora cero de la operación Osiris: 5 de la mañana del viernes 22 de octubre. «Esta operación es histórica para la Fuerza Pública porque se articularon todas las Fuerzas y la Policía, unos 800 hombres y mujeres, 500 sobre el terreno. Además, estuvieron atentos y apoyando personal del Servicio Secreto de Inteligencia (MI6) del Reino Unido y la CIA e ICE de Estados Unidos», dijo el investigador judicial

PERROS Y CABALLOS 

Alias ´Otoniel´ usaba para sus traslados a sus dos perros, unos cazadores, y dos caballos. «Los perros los había entrenado para que le advirtieran de cualquier persona o movimiento extraño. Ellos, le advirtieron en muchas oportunidades de la presencia de la Fuerza Pública», relató uno de los que participó en la operación.

Contra ‘Otoniel’ se venía desarrollando de manera sostenida la operación Agamenón, desde hace casi seis años, en la que se propinaron contundentes golpes contra el ‘clan del Golfo’ en los que perdieron la vida de 22 policías, por lo que en su momento el general Vargas aseguró: «la captura o muerte de ‘Otoniel’ es una deuda moral de la Policía»./Colprensa