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Mujeres, la gran fuerza electoral para las elecciones presidenciales

En la contienda presidencial la mujer colombiana jugará un papel protagónico. Clara López, Viviane Morales, Piedad Córdoba, Martha Lucía Ramírez buscan cautivar al electorado.

 

Poco a poco, el panorama electoral a la Presidencia se va aclarando, pese a que todavía no esté definido quiénes  serán los candidatos presidenciales de las coaliciones de derecha e  izquierda. Sin embargo, queda en evidencia que las mujeres jugarán un papel importante para inclinar la balanza de los aspirantes a la Casa de Nariño.

Así quedó demostrado en los últimos días con el reciente anuncio que hizo Humberto de la Calle, en el que informó que Clara López sería su fórmula vicepresidencial de cara a los comicios de mayo. Dicha decisión generó críticas en los sectores de opinión y en candidatos como Germán Vargas Lleras, quien dijo que con la inclusión de López a la candidatura liberal, el partido se había pasado a la extrema izquierda.

Vargas Lleras también estaría contemplando la posibilidad de tener una mujer como fórmula. Según el analista y subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, Ariel Ávila, los asesores del candidato se estarían inclinando por escoger a la exsenadora liberal Vivian Morales para ganar el voto de las iglesias cristianas y de los sectores ultraconservadores, que demostraron ser una gran fuerza electoral en el plebiscito por la paz.

Sergio Fajardo, pese a que no ha dicho quién sería su vicepresidente, ha dejado claro que una mujer será quien lo acompañe, por lo menos, a la primera vuelta. No obstante, diferentes voces aseguran que esta mujer sería la senadora Claudia López, quien ha trabajado de la mano con él en la alianza que formaron con Jorge Robledo para defender los ideales de la paz y de centro en las presidenciales.

Por el lado de la Fuerza Alternativa del Común (FARC), Imelda Daza, quien fue una de las primeras en ser nombrada fórmula vicepresidencial, acompañará a Rodrigo Londoño en su candidatura, manteniendo uno de los principales temas de discusión durante la negociación de los acuerdos de paz de La Habana, que fue la inclusión de género.

 “Es una manera de mantener coherencia en los postulados que ellos mismo defendieron durante la construcción de los acuerdos de paz. Ellos pedían inclusión, equidad, respeto por las minorías”, indica la analista política Patricia Muñoz.

Asimismo, en la coalición de derecha, hay una alta probabilidad de que Marta Lucía Ramírez tenga una participación en primera vuelta, ya sea como candidata presidencial, si saca mayorías en la consulta de marzo, o para vicepresidencia, si logra sacar la segunda votación más alta entre Iván Duque y Alejandro Ordóñez.

Para Víctor de Currea, experto en temas políticos, la evidente inclusión de las mujeres en la puja por las presidenciales obedece más a una estrategia electoral que una posible llegada al poder, debido a que la vicepresidencia “no representa un poder real, sino simbólico, como posible reemplazo del presidente”.

“De llegar una de ellas, lo más probable es que les asignen tareas de derechos humanos, resolución de conflictos, entre otros temas, porque lo que se  busca en la política colombiana  con los pares vicepresidenciales es que sumen votos”, agrega.

El analista indica que en general los vicepresidentes no aportan al programa del candidato presidencial, porque no es común que en el país la gente vote programáticamente sino por la imagen, y en ese punto sí pueden ser un complemento del aspirante a la Casa de Nariño. “Aportan cosas que le faltan al candidato. De ahí que sea más bien un pacto para jalonar votos de cierto sector y aumentar favorabilidad”.

Danghelly  Zúñiga, directora del Observatorio de Asuntos de Género y Diversidades de la Universidad del Rosario, dista un poco de De Currea y dice que si bien estas decisiones son estrategias electorales para ganar votos, cada una de las mujeres que hoy están en el ajedrez político de cara a las elecciones se han ganado esos espacios con sus trayectorias.

La analista resalta que todas son mujeres que han tenido cargos públicos y han construido una carrera política fuerte. “Por supuesto que eso hace que ellas lleguen a esa coaliciones y sumen votos, obviamente unas más que otras. Esto significa que están en ese escenario, no solo porque son mujeres, sino porque también les generan retribución a los candidatos presidenciales”, afirma.

No obstante, opina la experta, la inclusión de estas candidatas es también un ejercicio de negociación con las normas internacionales y lo que ellas advierten en relación a la participación de las mujeres. “La presión externa  hace mella en esta competencia electoral, porque si analizamos, la mayoría de candidatos se están aferrando a los objetivos del milenio en sus propuestas. Por eso no es raro que la inclusión de género sea una parte importante”, añade.

La analista dice que lo que no se puede llegar a predecir es el alcance de poder que pueda llegar a tener una de estas mujeres sin son elegidas vicepresidentes, porque el panorama político es diferente al de hace unos años, como cuando Vargas Lleras ocupó ese cargo. “Probablemente llegue con la bandera de la implementación, que ha sido tan cuestionada o que precisamente lidere el tema de inclusión de la mujer en la vida política”, indica.

Zúñiga  afirma que si alguna de ellas llega a una alta esfera de poder, no significa que la participación política de la mujer sea tan óptima como se quisiera, porque las mayorías continúan siendo hombres. “Habría que revisar, por ejemplo, quiénes están en el Congreso. Hay que ver el detalle, pero sí debemos reconocer la inclusión en espacios políticos que antes no se veían”.

Patricia Muñoz, por su parte, dice que cuando un candidato escoge a su fórmula vicepresidencial es para poder suplir  ausencias  en el electorado y movilizar mayor cantidad de votos. Agrega que a lo que está sucediendo en términos electorales con las mujeres, se le puede hacer una lectura asociada a que estas son vistas como una fuerza más limpia.

“A las mujeres, en el ejercicio de política, se les ha asociado con una hoja de vida más limpia, más transparente y preocupadas por temas sociales, educación, niñez, adultos mayores, familia y derechos humanos. Aspectos que pueden complementar muy bien a cualquier candidato”, asegura la experta.

Sin embargo, Muñoz señala que no es la única razón por la que las mujeres estén teniendo tal grado de participación electoral, sino que los candidatos presidenciales también revisan la injerencia que eventualmente puede llegar a tener la candidata en las regiones o en las juventudes, entre otras razones.

“En realidad las mujeres que vemos en esta campaña tienen gran trayectoria y son vistas como vicepresidentas porque realmente pueden aportar votos y porque tienen las competencias para asumir como presidentes en caso de la ausencia del titular. En términos generales, son mujeres que brillan con luz propia en la política”, agrega la analista.

Muñoz manifiesta que el país está dando pasos para que próximamente se elija una mujer presidente, porque hay políticas con mucha trayectoria y competencias que las haría tener un buen desempeño en el cargo. “Quizá en las próximas elecciones presidenciales se presente el escenario para que una mujer llegue a la Casa de Nariño”.

Claudia Dangond, también analista política, opina que las mujeres se han ido ganando espacios debido a las conquistas personales que han tenido muchas de ellas, aunque reconoce que algunas son producto de la ley de cuotas que exige que las incluyan.

Pero, dice Dangond, esta masiva participación se debe a que hay una tendencia mundial a incluir a las mujeres y Colombia está tratando de igualarse. “En América Latina, por ejemplo, tenemos el caso de Chile y Argentina. Pero en el país es un proceso lento, que si bien se está haciendo por estrategia política, muestra también un avance”.

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