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El asesino de la Florida, un amante de las armas

Nikolas Cruz, un joven de 19 años exalumno de la escuela Marjory Stoneman Douglas de Parkland, fue inculpado el jueves de 17 cargos de homicidio premeditado.

 

Nikolas Cruz, el atacante que provocó la muerte de 17 personas el miércoles en una escuela secundaria de Florida, era un adolescente amante de las armas que había sido expulsado del liceo por razones disciplinarias.

En la foto difundida por la policía se podía ver a un chico de 19 años de cabello castaño corto, ojos claros y un rostro juvenil.

La Anti-Defamation League (ADL), una asociación de lucha contra el antisemitismo, reveló el jueves que Cruz integraba un grupo de supremacistas blancos.

De acuerdo con Jonathan Greenblatt, dirigente de la ADL, un líder del grupo «Republic of Florida» (RoF), que se identificó como Jordan Jereb, admitió que Cruz participó de sesiones de entrenamiento con otros integrantes del movimiento.

 

Los 15 estudiantes que resultaron heridos durante el atentado, en diferentes sistemas de transporte fueron evacuados a los hospitales y centro médicos cercanos.

 

El grupo RoF se autodefine como una «organización blanca de derechos civiles que lucha por la identidad política de los blancos», que se propone la creación de un «etnoestado» en que la sociedad se vea libre de las «políticas anti-blancos».

El miércoles, este joven se presentó a la hora de la salida del colegio que había frecuentado, la Marjory Stoneman Douglas High School de Parkland, con un fusil semi-automático AR-15 y gran cantidad de munición, disparando la alarma anti-incendios para atacar a los estudiantes cuando abandonaban el edificio.

La policía del condado lo arrestó más tarde en la localidad cercana de Coral Springs.

Nacido en setiembre de 1998, Nikolas Cruz y su hermano fueron adoptados al nacer por una pareja de cincuentones, según el diario Sun Sentinel.

Su madre adoptiva, Lynda Cruz, murió de una neumonía a finales del año pasado, y Nikolas fue acogido por la familia de un compañero de clase en una casa en la que tenía su propia habitación.

 

En fila y bajo medidas de seguridad los estudiantes sin reponerse del trance, fueron evacuados a sitios seguros mientras las autoridades asumían el control.

 

El abogado de la familia de acogida, Jim Lewis, aseguró al diario que «no lo vio venir».

«Lo acogieron diciéndose que así hacían una buena acción», explicó. «Era un poco raro, estaba un poco deprimido después de la muerte de su madre pero ¿quién no lo estaría?», estimó el abogado.

El joven acudía a una escuela secundaria pública y trabajaba en una tienda cercana, añadió.

Cruz había colgado en las redes sociales mensajes «muy alarmantes», indicó el shérif de Broward, Scott Israel, sin precisar su naturaleza, insistiendo en la necesidad de denunciar ese tipo de publicaciones.

Cruz era conocido en el liceo como un alumno con problemas, según varios testimonios recogidos por medios locales. «Tuvo problemas cuando amenazó a estudiantes el año pasado y pienso que le dijeron que debía abandonar el campus», declaró al cotidiano Miami Herald Jim Gard, profesor de matemáticas que lo tuvo en su clase.

Según Gard, la dirección del instituto había advertido que no se le debía permitir la entrada al recinto si portaba una mochila, a causa de sus amenazas.

Un estudiante, interrogado por la cadena local WSVN-7, explicó que el joven era un «chico con problemas» que poseía armas en su casa y que le había hablado de usarlas. «Él disparaba su fusil porque le daba una sensación de embriaguez», recordó.

Según Nicholas Coke, otro alumno, Cruz era un «solitario» que había abandonado el liceo meses atrás para mudarse al norte de Florida, luego de la muerte de su madre.

También habría tenido una preparación militar, según fuentes del Pentágono que no dieron más detalles.

Otro liceal interrogado en el lugar por la cadena local WJXT afirmó que era previsible que Cruz pasara a la acción.

«Honestamente, mucha gente decía que sería él» quien «barrería el liceo», declaró a la cadena este alumno, que no fue identificado.

«Finalmente, todo el mundo lo había dicho», agregó, subrayando que Cruz conocía bien el lugar y los procedimientos vigentes en el liceo para casos de emergencia.

«Era callado, la gente lo acosaba de vez en cuando y había rumores sobre él, como que estaba planificando un tiroteo en una escuela», contó por su parte el sobreviviente Manolo Álvarez, de 17 años.

«Pero nadie lo creía. Pensábamos que eran sólo rumores hasta que, tristemente, sucedió», concluyó.

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