“Quiero que les duela Santa Marta”: Carlos Vives

El documental producido por el periodista norteamericano Craig Lesson, muestra los efectos devastadores de la contaminación del plástico en los océanos.

A Carlos Vives le brillan los ojos cada vez que habla de sus deseos por cambiar a Santa Marta; es un enamorado de su tierra, a la misma que ayer se dirigió durante la presentación del documental ‘A plastic ocean’ (Un océano plástico), producido por el periodista, productor y ambientalista norteamericano Craig Lesson y al que el samario apoya con su iniciativa social ‘Tras La Perla de América’.

El evento tuvo lugar ayer en el teatro Pepe Vives Campo, de Cajamag, al que asistieron líderes sociales, organizaciones ambientales y en masa, comunidad estudiantil de la ciudad, aceptando esta invitación para conocer de primera mano las actividades de Vives por la ciudad y ante todo, para tomar conciencia del daño que causa la mano del hombre al planeta.

Fue una cita de carácter ambiental en la que el artista samario una vez más, invito a sus paisanos a cultivar más el sentido de pertenencia por la ciudad y a trabajar por ella; está plenamente convencido de que el cambio está las manos de todos y la responsabilidad no solo debe recaer en los gobernantes.

“Si queremos que las personas que nombramos para que nos representen y nos administren, cumplan su trabajo, es el deber de ellos, deseo de todos los ciudadanos; pero aparte de eso qué podemos hacer nosotros. Hemos sido una ciudad agraria, pero qué ha pasado en estos años con Santa Marta, de qué nos hemos dado cuenta que tiene nuestra ciudad, que atrae a la gente de todas partes; no podemos dejar de mirar y entender eso que le pasa a nuestra ciudad; somos un imán por la naturaleza, por el privilegio de haber nacido en un lugar como este”, manifestó Carlos Vives.

En su discurso, el cantante particular énfasis en que los samarios deben encontrar su verdadera vocación como ciudadanos; de hecho, fue la constante en su intervención donde instó a reflexionar sobre lo que quieren por Santa Marta, lo que harán por ella y de cómo sienten lo mucho que les puede doler la tierra que los vio nacer.

“Quiero plantear estos pensamientos porque creo que es muy importante para después preguntarnos y entender cosas que nos están pasando y que es el tiempo de que le damos la cara a muchos de los problemas que tenemos y tiene que ver con el cuidado y el trato a nuestra ciudad, con lo que hacemos, con el manejo de nuestras basuras, porque al final es reflejo de mucho de nuestro sentido de pertenencia y de entender la vocación de nuestra ciudad”, expresó.

Carlos no escatima en resaltar las bondades y bellezas que tiene Santa Marta en cuanto a biodiversidad y naturaleza y es precisamente por esos exuberantes paisajes que poco a poco decaen gracias a la mano humana, que Carlos Vives “pidió perdón” por su generación de la que dijo “no entendió ni ha hecho lo que debe hacer” e hizo una comparación jocosa con la historia de Peter Pan.

“Pido perdón por mi generación que de pelaitos matábamos el primer pajarito que se montaba en un cable, con la onda. Somos los niños perdidos de la historia de Peter Pan; los niños que vivían entre los piratas y los indios; somos ellos, porque hemos vivido con el miedo a los piratas y el terror a lo desconocido. Sigo pidiendo disculpas por mi generación porque hemos hablado y hablado, y no hemos hecho un carajo y veo una generación que ellos no van sino que van a hacer”, agregó.

De manera especial, Vives agradeció a todos los grupos locales que se encargan de limpiar las zonas naturales de la ciudad; que limpian el río Manzanares, la Bahía y todas las playas, “haciendo unos esfuerzos titánicos por quitarnos de encima algo que sabemos que no está bien ni cuadra con nuestra naturaleza”.

“Yo quisiera cambiar tantas cosas de Santa Marta pero no me alcanza la plata. Sé que en nuestras manos gran parte de la solución al problema que estamos planteando. Quiero que vean este documental porque es un espejo nuestro; van a encontrar esa problemática que se plantea allí se van a sentir identificados, porque ya los samarios la estamos viviendo, los samarios sabemos que está pasando y es el tiempo de que le demos prioridad a esto. Tenemos que cambiar el chip de nuestra educación con respecto a entender el lugar en que vivimos”, concluyó.

Al final de esta presentación, Carlos Vives entonó la primera estrofa de la canción ‘Agua, éxito recordado del álbum “La tierra del olvido” y con el que le puso el toque musical a la tarde, en la que el objetivo fue concientizar a los samarios para que puedan tomar decisiones informadas sobre cómo y cuándo aceptar envases, productos y componentes plásticos.

 

El artista samario Carlos Vives invitó a todos sus paisanos a que “sientan la ciudad” y cultiven el sentido de pertenencia por ella, pues los problemas que la aquejan cada vez son más.

 

EL DOCUMENTAL

Empezar a pensar responsable y conscientemente fue la consigna durante la presentación de este documental, muestra los efectos devastadores de la contaminación del plástico en los océanos; el rodaje en 20 locaciones diferentes alrededor del mundo, permitió conocer de primera mano la gran cantidad de partículas plásticas en todos los océanos, incluso en lugares alejados de las conglomeraciones humanas.

Durante ocho años (cuatro filmando y los otros cuatro produciendo), un equipo de productores, especialistas y científicos al mando del director Craig Leeson, estudiaron y grabaron las graves consecuencias ambientales del uso abusivo e irresponsable que los humanos hacemos de este material.

“Quiero invitarlos a que no solo escuchen y aprendan sobre los problemas que se ven en la pantalla, sino que se empoderen de que ustedes tienen la capacidad de hacer algo por ese problema; es maravilloso ver tantos niños en el público, porque son el futuro y la solución al problema que creó la generación anterior y lo perpetuó”, dijo Craig Lesson durante su intervención en el Teatro Cajamag.

El origen del problema es la cantidad de plástico que usamos. Cada año, la humanidad utiliza más de 300 millones de toneladas de plástico nuevo. La mitad sólo se utiliza por única vez, normalmente por menos de 12 minutos. Y seguimos produciendo más y más cada año. De todo ese plástico, sólo el 5% se recicla, 40% termina en rellenos sanitarios, y unos ocho millones de toneladas acaban en los océanos cada año.

Miles de especies marinas sufren consecuencias directas de la contaminación plástica y más del 90% de las aves marinas han digerido piezas plásticas en algún momento de su vida.