Ocuparnos de lo esencial

 

Ante el cúmulo real de sólo algunos pocos aciertos y sí muchos desaciertos que de continuo vivimos en nuestros municipios, Distrito y Departamento, vemos como resultado una comunidad desmoralizada, por lo que importante ha de ser que surja con fuerza inusitada esa genuina esencia del ser humano contenida en solidaridad, compasión, comprensión, altruismo, espontaneidad, generosidad y desinterés, para ir raudos y vigorosos al rescate de ese espíritu de lucha del que debemos investirnos y debemos tener para como un solo hombre trabajar con demostrado denuedo en la construcción de entes territoriales mejores para encaminarnos con férrea voluntad y decisión hacia los escaños de vanguardia en los que siempre hemos debido estar. Esta deberá ser la actitud requerida en la cotidianidad; esto es, gobernantes y gobernados confundidos en un solo propósito, luchar a brazo partido por el Magdalena, sus municipios todos y el Distrito de Santa Marta.

Se trata de demostrar y demostrarnos de que estamos hechos. No podemos ni debemos seguir siendo un departamento frágil. Tenemos que sensibilizarnos, reflexionar acerca de cómo potenciarnos en todos nuestras áreas y niveles. Hacernos cada vez más fuertes. Comprometernos, hacer más por nosotros mismos, enseña que debe permanecer presente en el proceso de construcción permanente al que debemos obligarnos, lo que importa extender a los distintos pendientes que permanecen en la agenda política distrital, municipal y departamental.

Importante también en este propósito apoyarnos en la denuncia formal, en las redes sociales, convertidas hoy en un predominante y eficaz medio de difusión para la sociedad civil, más contundente que cualquier otro medio de comunicación oficial, saturadas hoy de información sobre personajes de la política y reclamando que los mismos sean por fin honestos y que los partidos políticos no promocionen figuras comprometidas, más cuando la prioridad es construir y reconstruirnos para que lo bueno y mejor cuente.

En adelante, vale ser sensibles, estar atentos a los reclamos populares, entender que es grosero y grotesco auto-asignarse como autoridad, privilegios y prebendas, al tiempo que la población carece de lo indispensable. El pueblo y sus muchas necesidades deben y tiene que constituirse en prioridades de primer orden. Comprender igualmente, que pase lo que pase, no queda más que continuar con la mayor disposición posible. Ojalá que para actuar correctamente no necesitemos de situaciones dramáticas para mostrarnos solidarios entre nosotros mismos. Es actuar pensando en territorio, en población y apoyarnos unos a otros. Nos ira mejor a todos, sin la polarización dañina de que estamos siendo víctimas, inclusive a nivel nacional. [email protected]

Jurista