A votar sin odios

En este debate electoral, hay sectores que han querido convertirlo en escenario de odio político y lo peor es que se están valiendo de los jóvenes para inculcarles rencores personales contra todo aquel que no comparte sus ideales políticos, etapa que todos creímos superada, desde los tiempo en que se implementó el Frente Nacional, como herramienta de convivencia para apaciguar los ánimos entre liberales y conservadores.

Nunca he podido entender a las personas que odian, y mucho menos a las que por posiciones ideológicas insultan, patalean y agreden físicamente a los que no comparten sus ideas, la violencia solo es aplicable entre seres irracionales.

Son muchas las razones que explicarían de alguna manera, lo que está ocurriendo en las campañas, tan malo es que ataquen a Petro como a Uribe o a cualquier otro candidato. La democracia se fundamenta en la controversia ideológica y el respeto a la libertad de expresión, y el que no entienda eso, no debe participar en ejercicios proselitistas.

Los fundamentalismos, la victimización y la auto flagelación, no pueden ser postulados políticos, a los votantes se les deben presentar ideas que busquen las soluciones a las necesidades de la sociedad, planteamientos que sean viables y compatibles con la situación económica política y social de la nación, siempre pensado en mejorarlas, y no producto del deseo de un candidato o de un populismo electorero, que solo busca engañar a los votantes para llegar al poder.

Colombia se encuentra ante una situación crítica, desde lo social, lo político y lo económico, así y muchos gobiernistas lo nieguen, solo basta mirara el crecimiento económico tan bajo, el déficit fiscal y presupuestal en que andamos, la inseguridad reinante, los asesinatos de líderes sociales, en fin, son muchos los problemas que nos aquejan y que tendrán que ser abordados por las campañas y por futuro presidente de Colombia.

Desde lo social el país se está convirtiendo en una caldera, donde hierven los enfrentamientos y la polarización, impulsados por partidarios o no del acuerdo y por personas que hoy subsisten económicamente como apéndices del gobierno o trabajan con empresas de diferentes actividades que gozan de la contratación pública. Y por el otro lado, por personajes enquistados en algunos partidos políticos o en la prensa, que solo buscan dividir y polarizar para reinar.

La solución a esta situación, es la democracia, expresada en más votos, más participación de los colombianos en el futuro nacional y la oportunidad, es acudir a las urnas el próximo domingo y sufragar por el candidato de sus predilecciones.

Yo votaré por Iván Duque en la consulta del Centro Democrático, creo que es un candidato idóneo, joven, preparado con independencia y criterio propio y que cuenta con el respaldo de un partido político con bases serias y con vocación de poder, por ello lo acompañaré en la consulta y como candidato a la presidencia, sin desconocer las cualidades de Marta Lucia y del doctor Ordoñez.

La consigna es votar, voten, voten y no se dejen comprar la conciencia, el voto debe ser libre, espontaneo y secreto, el voto tienen que ser el resultado de una análisis racional y no emocional.

¿Sabes qué? Hay muchos columnistas, escritores y académicos que quieren culpar a Uribe de la tal polarización, olvidando que el presidente Uribe, con relación al orden público, piensa igual desde hace más de 30 años y que con esa bandera ganó la presidencia por amplio margen y el país no se polarizó, por el contrario, lo respaldaba casi que unánimemente. No deben buscar la fiebre en las sábanas, sino en que o en quien la genera, ya que está claro fue otro y no Uribe.

Catedrático universitario