Propuestas no debatidas

A propósito de las elecciones presidenciales del domingo, los colombianos nos preguntamos ¿en qué condiciones la expresión constitucional “la soberanía reside exclusivamente en el pueblo”, pueda llegar a ser una realidad   eficaz, es decir, se respeten principalmente principios como los de las mayorías y las minorías, el de elegir y ser elegido, los derechos de la oposición, y la voluntad popular se muestre reflejada en una mejor escogencia de sus gobernantes?  El conocimiento político tradicional, ha señalado que para que esta realidad sea eficiente es esencial que las mayorías electivas no sean impuestas por el fraude, la trampa o la violencia; que esas mayorías respeten la transitoriedad del poder y que la oposición reflejada en las minorías admita y respete el derecho de las mayorías.

Una de las razones que justifican la doble vuelta en la escogencia cuatrienal del presidente de la República, es precisamente, la búsqueda democrática de esas mayorías.  Que el gobernante elegido goce de la mayor legitimidad y representatividad, para que se permita el ejercicio de las libertades políticas y para que el pueblo pueda ser gobernable de la mejor manera.  Estos objetivos se obtienen igualmente cuando el interés de la norma constitucional que la autoriza logra colmar sus objetivos de que las propuestas u ofertas de campaña reducidas a solo dos de los aspirantes, en las siguientes tres semanas, cambiadas o ajustadas y mejoradas, se puedan analizar y evaluar definitivamente por el electorado, y así escoger la mejor de las ofertas.  La segunda vuelta es pues, sin hesitación alguna, el período de confrontación cara a cara de las ideas y las propuestas, y de la valoración final de las mismas por el electorado.

Contrario a lo esperado, en estos días posteriores a la primera elección, ha pasado todo lo que no interesa al más importante acto a que nos congrega la democracia, menos la confrontación intelectual y los debates que se exigen para que la decisión del voto sea una expresión razonada del acto eleccionario.  El movimiento Colombia Humana ha pedido a las autoridades judiciales se obligue al candidato Rodolfo Hernández con su presencia física a debatir la contrastación de los programas a ejecutar en los próximos cuatro años.  Las razones de la ausencia no justifican la importancia que tienen los debates, para que la democracia no se convierta en una farsa. Las redes sociales no son suficientes para una minuciosa confrontación de las ideas. Los colombianos necesitamos, por ejemplo, que los candidatos profundicen los temas de garantía del pago de pensiones y seguridad social frente a la ampliación de la cobertura del Sistema y la mitigación de la pobreza, que son temas neurálgicos especialmente para la población mayor.  Nos gustaría escuchar al candidato Hernández, de manera clara y precisa, explicar las razones o motivos que tiene para defender la riqueza y el portafolio de los fondos privados de pensiones, frente a los problemas de pobreza extrema de una buena parte de nuestra población adulta. Los Fondos de pensiones y cesantías a 2.021 generaron una rentabilidad mayor a 40.1 billones de pesos, mientras 22 millones de colombianos viven en línea de pobreza y pobreza extrema.  Sería una buena oportunidad para que se confrontara con el candidato Petro su posición de ampliar la cobertura de la seguridad social y así la opinión pública y los electores escogieran con razones válidas, su decisión entre las dos propuestas.

Y me remito a un solo tema, por ser el de nuestras preferencias, pero los ciudadanos quieren escuchar el debate abierto sobre las relaciones comerciales fronterizas con Venezuela, los de la urgida seguridad ciudadana, la educación superior, la reducción de la pobreza, el proceso de paz, el tan señalado combate a la corrupción, la reducción del Congreso, la reforma a la administración de justicia y otros temas que resultan claves para la decisión ciudadana del 19 de junio. Entramos hoy a la semana crucial y sería bueno que, aún por vía obligatoria, a los electores se nos explicaran a fondo estos temas y propuestas, que sólo se plantean livianamente por las redes  al fragor de las campañas, pero que necesitan puntualizarse en estas horas que nos quedan de las tres semanas que otorga el constituyente primario para que estas propuestas sean evaluadas como corresponde y se legitime la democracia.

*Abogado laboralista* Profesor universitario*Escritor