Gaula capturó a 3 extorsionistas

Los sindicados exigían sumas de dineros a sus víctimas a cambio de no publicar fotografías íntimas que estas mismas le enviaban mediante Instagram y Facebook.

 

En un operativos desplegado por personal de la Seccional de Antisecuestro y Extorsión Gaula, de la Policía Metropolitana de Santa Marta, fueron capturadas dos mujeres y un hombre en Bogotá y esta capital.

En la primera diligencia judicial fue privada de la libertad, Wendy Johana Medina Pérez, en la calle 30 con carrera 13 esquina, vía pública.

De manera simultánea en otro sector de esta ciudad, fue captura Yudis Beatriz Jaraba Cantillo, cuando recibía la suma de dinero producto de la extorsión.

En el segundo operativo fue capturados Miguel Ángel Freyte Fernández en la ciudad de Bogotá, que junto con Jaraba Cantillo usaban cuentas de la red social Instagram, denominada @Isabella95 y @isabella92628, para realizar su accionar delictivo.

 

MODUS OPERANDI

Estas personas contactaban a niñas menores de 18 años, la mayoría estudiantes de diferentes universidades de la ciudad de Santa Marta.

Se conoció que se ganaban la confianza de ellas, mediante conversaciones extensas por el chat, posteriormente, allí les solicitaban sus números de celular para así poder hablarles por la red social WhatsApp.

Seguidamente, les proponían trabajar en agencias de modelaje ubicadas en las ciudades de Barranquilla y Santa Marta. Después les pedían fotografías íntimas para ver si tenían las medidas adecuadas para trabajar en dichas agencias.

Igualmente, a otras víctimas les ofrecía un trabajo que consistía en enviar fotografías desnudas y de acuerdo a la calidad de la fotografía les iban a pagar entre 300 y 500 mil pesos por cada foto.

Una vez eran enviadas las fotográficas con contenido explícito, eran contactadas por otra cuenta de la red social Instagram, denominada @isproxeneta, en la cual les enviaban a sus victima las fotos intimas que ellas habían enviado y seguidamente les exigían una suma que oscilaba entre los 100 y 200 mil pesos, dicho dinero tenía que ser consignado en Efecty o de lo contrario esas fotografías iban a divulgadas en todas las redes sociales, etiquetando a amigos y familiares.

Estos por temor accedían a pagar esta exigencia económica, ya que temían que su dignidad se viera afectada. Es de anotar que el dinero pagado por las víctimas, hacia parte la manutención de sus estudios.

Las tres personas fueron trasladadas hasta los calabozos de la Unidad de Reacción Inmediata URI, donde quedaron a disposición de la Fiscalía por el delito de extorsión.