HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Comunidad de Tasajera recordó a sus 45 muertos

La tragedia se presentó a raíz del accidente de un camión cisterna repleto de combustible de donde se pretendía extraer la gasolina que llevaba. 

Ayer, se cumplieron dos años de la explosión del camión cisterna en el corregimiento de Tasajera, en el kilómetro 47 de la vía Ciénaga-Barranquilla, donde  perdieron la vida 45 habitantes de este humilde pueblo y otras 19 más resultaron con graves quemaduras en su cuerpo cuando intentaban saquear el combustible de ese vehículo, volcado a un costado de la carretera, pero una chispa desató las llamas y de frente encontraron la muerte.

Entre flores artificiales permanecen las fotografías de los 45 rostros de los hombres que perdieron la vida en este trágico suceso ocurrido en Tasajera que provocó el deceso en el sitio de los hechos de 7 de sus habitantes, sin embargo, con el pasar de las horas la cifra de fallecidos fue en incremento hasta llegar a los  decesos.

La mañana de ayer, nuevamente los habitantes de esta zona del departamento que por muchos meses estuvo en el panorama nacional por esta tragedia, vestidos de color blanco se reunieron con globos, para recordar a sus seres queridos, amigos, hermanos, hijos y esposos que perdieron la vida en búsqueda de un poco de combustible para llevarle el sustento diario a sus seres queridos. “Una misa solemne en la iglesia católica, porque se está recuperando la fe católica porque se había perdido porque las personas ven que nada positivo les pasaba, entonces la iglesia tomó el mando y se realizará una misa”, dijo Fred Jiménez, Líder de Tasajera.

En el enorme mural colorido construido y develado hace un año por la comunidad y situado en el kilómetro 47 de la vía Ciénaga – Barranquilla, donde ocurrió el hecho, aparecen los rostros de las víctimas, fue el lugar donde se congregaron sus familiares y amigos la mañana y tarde del miércoles para homenajear a las víctimas y compartir con sus seres queridos.  “Al lugar van todos los familiares a orar, también llevando la ofrenda como se ha hecho desde que ellos murieron, llevándoles agua, flores y algunos amigos se toman unos tragos con ellos”, agregó.

En la zona cero del fatal accidente hora hay flores enterradas y un enorme ojo azul del cual brota una lágrima, acompañado por una mano, unas palomas y un par de frases sentidas con los rayos del sol muriendo sobre el mangle de la Ciénaga Grande de Santa Marta.

Algunos de los participantes con globos blancos, vestidos con camisetas de sus parientes se acercaron hasta el sitio en motos, bicicletas, carros particulares y hasta a pie, para concentrarse en su llanto y oraciones.

SOBREVIVIENTES DE LA TRAGEDIA 

Entre los 19 hombres que sobrevivieron, se encuentran Eder Franco, quien a sus 26 años siente que regresó de la muerte después de sufrir quemaduras en el 74% de su cuerpo que lo mantuvieron bajo estricta supervisión médica, «Duré 45 días en cuidados intensivos, tres meses más en recuperación. Los médicos dicen que me dieron tres paros cardíacos y duré tres minutos muerto», recuerda el joven.

A los habitantes de Tasajera los fastidia y entristece el hecho de que los traten de delincuentes o imprudentes. Ellos, con diferentes argumentos, aseguran que el hambre es el principal motivo para intentar quedarse con los diferentes objetos que quedan en la vía cuando hay un accidente vehicular, hechos que han pasado al menos dos veces luego de la tragedia.

Al saquear un camión cargado con combustible, algunos allegados y residentes de esta localidad llamaron a cada una de las víctimas ‘imprudentes’, sin embargo, otros aseguran que se dio por necesidad. Luego de batallar por varias semanas en la UCI de una clínica, recibir injertos de piel donados desde Estados Unidos, y al verse las cicatrices en sus manos, piernas, cabeza y espalda, prometió a su familiar no volver a repetir un suceso como este.  «Cuando estaba en UCI la primera promesa que le hice a Dios era que no volvería a hacerlo. Lo prometí por mi hija, de 8 años, ella fue la principal motivación para salir adelante», dijo.

Del mismo modo, Aldair Álvarez, quien también sobrevivió a este suceso, a diferencia de su hermano de 16 años y sus 23 amigos del barrio que no se salvaron de la muerte, con quienes creció y compartió varias etapas de su vida. «Ese día iba a trabajar en la pesca, como siempre, pero vi el camión ahí volteado y me bajé aquí con mi hermanito. Cuando nos acercamos, nos prendimos. La verdad es que aprendimos la lección, yo más nunca vuelvo a hacer eso», dijo Aldair.

“Aprendimos la lección”, es lo que se les escucha decir a los residentes de la población de Tasajera, a la que el gobierno les hizo promesas, sin embargo, aun siente el abandono estatal después de la tragedia.

Aurora López perdió a su hijo, esposo, primos y amigos en la tragedia de Tasajera, dijo que hasta el mural donde se leyó un homenaje a las víctimas lo borraron para restaurarlo, pero hoy son las mismas familias las que con brocha y pintura, flores y fotografías intentan recuperarlo para no olvidar a las víctimas.

AYUDAS A LAS VÍCTIMAS 

Desde el municipio de Puebloviejo, Magdalena, solicitan al nuevo Gobierno Nacional oportunidades y apoyo, “Una fecha que nos ha marcado a todos, el 6 de julio es una fecha que nos va a costar muchísimo olvidar lo que sucedió este día. Fueron 45 personas que perdieron la vida en este fatal suceso, fueron 45 personas que partieron, que dejaron familias desplazadas, a niños sin papás, a muchas mujeres en estado de gestación con una mano en la cabeza y otra en el pecho sin saber qué hacer”,   “Katherine Ariza, directora de la Fundación Desarrollo Social para Colombia.

Así mismo, dijo que, “Gracias a la ayuda de muchas personas se le hizo esta asistencia a estas víctimas de la tragedia, se puede decir que los primeros 5 meses de parte de la fundación brindamos ayudas a muchas viudas, incluyendo las que quedaron embarazadas. Les hicimos llegar varios elementos que les iban a servir los 3 primeros meses, la idea era que en medio de su dolor no se preocuparan porque les hacía falta algo material pero fundamental para estos niños que se iban a encontrar con una cruel realidad”, puntualizó Ariza.

A dos años de la catástrofe, familiares de las víctimas viven un calvario, no solo por el dolor que les quedó, sino también por la crisis económica que atraviesan y el olvido en el que se encuentran. Muchos fueron beneficiados al inicio con mercados, prendas de vestir y otros elementos, no obstante, afirman que actualmente no reciben ningún tipo de ayuda por parte de las autoridades.

ASÍ FUE EL CASO 

Alrededor de las 7:30 a.m. del lunes se produjo el volcamiento del automotor, que transportaba gasolina desde la capital del Atlántico hacia Santa Marta, luego de que intentara esquivar a un reptil que se atravesó en el camino. El conductor salió del vehículo y se alejó del lugar para revisar sus heridas cuando observó la llegada de varias personas que pretendían recoger algo del combustible que brotaba del camión.

Los hechos se registraron cuando camión cargado de combustible ardió en llamas, y 45 hijos de esa población de pescadores murieron en el sitio y días  después a causa del siniestro, ocurrido en el kilómetro 47 de la vía a Barranquilla. Otros 19 resultaron heridos y sobrevivieron.

Las investigaciones permitieron conocer en su momento que el fuego brotó de manera inesperada cuando un centenar de personas intentaban saquear el combustible, y una chispa hizo contacto con la batería del vehículo.

LAS VÍCTIMAS 

Tras el estallido del camión cisterna, en lugar de la tragedia murieron Raúl Enrique Cantillo Cabello, de 23 años, Heider José Carranza Ariza, 24 años, Eduar Rafael González, de 25 años, Jorge Luis Guerrero Viloria, Raúl Marín Herrera, de 38 años, Anci Raúl Ortiz Núñez y Juan Carlos Robles Maldonado, de 39 años.

Por otro lado, en centros médicos de la capital del Atlántico: Pedro Luis Torres Ariza, de 22 años, Junior Álvarez Orozco, de 16 años, James Alberto Carbonó Mendoza, de 21 años, José Enrique Castillo Mejía, de 19 años, José Luis Castillo Sánchez, de 29 años, Adalberto Díaz Ortiz, de 23 años, Gilberto Fernández Mejía, de 42 años, José Domingo Gómez Manga, de 21 años, Juan Carlos Guerrero Viloria, de 33 años, Galdino José Gutiérrez Gómez, de 44 años, Luis Gonzaga Gutiérrez González, de 25 años, Kenis Dario Gutiérrez Guerrero, 26 años, Keiner Smith López Viloria, de 17 años, Joiner Maldonado Franco, de 20 años, Luis Manuel Marín Díaz, de 17 años, Keivis José Samper Ayala, de 23 años, Belisario Samper Miranda, de 25 años y Pedro Luis Torres Ariza, de 22 años.

En Bogotá: Jesús Joaquín Guerrero Viloria, de 22 años, César Robles Orozco, de 35 años, y Nelson Zabala Montoya, de 32 años.

Álvaro Antonio Ariza Robles, de 22 años, Carlos Ariza Robles, 18 años, Carlos Andrés Camargo, de 22 años, Deivis Andrés Carranza Ariza, 23 años, Adolfo León Carranza, 19 años, Gustavo Torres Maldonado, de 23 años, Carlos Manuel Ortiz Barcelo, 37 años y Wilmer Antonio Pardo Ayala de 41 años, perdieron la vida en centros médicos de la capital del Magdalena.

Mientras que en Valledupar: Deibis José Ayala Niebles de 24 años, Carlos Manuel Barceló Moreno, 14 años, Jaime de Jesús Carrillo Escalante, de 25 años, Leonard de Jesús Castro López, de 18 años, Luis Fernando Guzmán Sánchez, de 23 años, Jesús David Núñez Rodríguez, de 21 años, Johan Anyelo Pérez, de 17 años, Deiner Alberto Samper Miranda, de 38 años y Osnaider Álvarez, 26 de años.

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