HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Pescaíto se afianza como un polo de desarrollo cultural 

Un total de 17 planes de negocio construidos a través de mentorías especializadas y con capital económico están en marcha, también hay 240 jóvenes en la Escuela de Fútbol de San Martín y Olaya Herrera. 

El emblemático barrio Pescaíto de Santa Marta avanza en su proceso de consolidación como un polo de desarrollo cultural en el marco de la ‘economía naranja’, gracias a la iniciativa ‘Tras la Perla’.

Y precisamente para mostrar los aciertos y logros durante los últimos 18 meses, ayer se realizó un evento de socialización con la presencia de los aliados estratégicos, las autoridades del Distrito, líderes empresariales, periodistas e invitados especiales.

Durante la reunión, Isabel Vásquez, vocera de la iniciativa ‘Tras la Perla’, precisó que el arduo trabajo social desarrollado en Pescaíto ya completa seis años ininterrumpidos con resultados tangibles que dan muestra de transformaciones en la primera infancia y el apoyo a emprendimientos locales potenciando las oportunidades de sus 17.000 habitantes.

Al referirse a los logros, mencionó que se han formado a 200 emprendedores en procesos de desarrollo económico fortaleciendo sus ideas de negocio.

Comentó que en la actualidad están identificados un total de 412 emprendimientos relacionados con la economía naranja, personas que reciben un acompañamiento, gracias a los aliados estratégicos que se han sumado para consolidar sus unidades productivas.

En la actualidad avanzan 17 planes de negocio exitosos construidos con la implementación a través de mentorías especializadas, cada uno de ellos con su respectiva ruta de aceleración. En total se han entregado $50 millones como capital semilla a dichos emprendedores.

En esa apuesta encaminada a convertir a Pescaíto en un polo de desarrollo cultural se puso en marcha el ‘Plan Pescaíto’, un programa de apoyo para la Sostenibilidad Urbana, Económica y Social de esta zona, el cual cuenta con el apoyo del Fondo Japonés, a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las fundaciones aeioTU, Fútbol con Corazón y Tras La Perla.

En la comunidad más de 300 familias de Pescaíto y del sector fueron beneficiadas a través de contratación directa, entrega de dotación, participación colaborativa e infraestructura renovada para el barrio. Pese a las necesidades y problemáticas sociales que afronta, Pescaíto dispone del potencial para convertirse en un polo de desarrollo tanto desde el punto de vista de la economía naranja, como desde la educación y el deporte de sus niños y jóvenes.

El Plan Pescaíto trabaja en fortalecer la inclusión social a través del cuidado a la primera infancia, así como en la promoción de los deportes en niños y adolescentes implementando metodologías replicables que aportan en la formación de ciudadanos empoderados con capacidad de liderazgo y motivados de lograr sus sueños.

Con una inversión de USD 1.065.000 (USD 650.000 aporte Cooperación y USD 415.000 aporte local o contrapartida) el cumplimiento de estos propósitos se definieron en 3 ejes que fueron gestionados por las Fundaciones participantes: 1.Conformación de un Área Urbana de Desarrollo Naranja y generación de iniciativas de desarrollo económico: Tras La Perla.

2.Cuidado de Calidad para la Primera Infancia: aeioTU. 3.Inclusión a través del deporte: Fundación Fútbol con Corazón.

Por su parte, Carlos Pérez, director de la Fundación Fútbol Con Corazón, dijo que se logró realizar un torneo de fútbol por la paz con la actuación de 12 equipos y más de 300 participantes quienes jugaron por seis meses.

“Los padres de familia se convirtieron en Gestores Comunitarios que, en alianza con los Lidercor, continuarán trabajando por el sostenimiento de la nueva escuela de fútbol en el sector de San Martín y Olaya Herrera”, sostuvo.

Destacó que este ha sido un proyecto realmente transformador, donde niños, niñas, jóvenes, familias, líderes deportivos y comunidad en general han demostrado su verdadera voluntad y compromiso para hacer cambios sociales de alto impacto en beneficio de una mejor educación en valores y habilidades socioemocionales.

“El proyecto ha cambiado en los participantes la forma de relacionarse, de convivir, ha incentivado a pensar en otra perspectiva de vida y les ha ayudado a incorporar habilidades vitales como la empatía, el respeto por los demás, la resiliencia, el trabajo en equipo y muchas otras que les permitirá tomar mejores decisiones de vida”, anotó.

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