HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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El reto de la educación

 

Las recientes encuestas en donde se interroga a los ciudadanos sobre cuál es el principal problema del país, de cara al actual debate electoral que concluirá con al elección del nuevo Presidente de los colombianos, arroja como resultado que la educación ocupa el primer lugar, por encima de los tradicionales, que han estado centrados en la inseguridad y en la corrupción.

No falta razón en la identificación de este factor, cuando un pueblo carece de medios que proporcionen una educación de amplia cobertura y además de buena calidad. Los ciudadanos que se están formando, en su mayoría irán a carecer de bases fundamentales para desarrollar no solo un conocimiento abundante, sino también unas normas de comportamiento que permitan agregarle calidad al modelo de sociedad.

En Colombia tenemos serios atrasos en materia educativa, pues los esfuerzos para potenciar el sector no han sido suficientes; fuera de eso muchos de los recursos disponibles para la inversión se los han llevado dos factores: la violencia y la corrupción, lo que permite deducir que los compromisos en materia de disponibilidad de recursos han sido verdaderamente precarios.

Un modelo educativo exitoso requiere enormes inversiones que deben estar representadas en talento humano de alta calidad, en infraestructura física que permita atender a los usuarios; en adquisición de tecnología que facilite la creatividad y el buen desempeño, y en muchos elementos que estén en capacidad de impactar sobre el modelo educativo para llegar a la mayoría de la población, con una abundante oferta de esquemas de conocimiento.

El modelo educativo en Colombia ha dado muchos tumbos y casi siempre hablamos de una materia aplazada por la falta de recursos.

Hoy, cuando mas de la mitad de los bachilleres se quedan estancados en su proyecto educativo, y cuando la mitad de los alumnos que ingresan a la universidad terminan desertando, comprobamos que el recorrido que nos falta en esta materia es verdaderamente enorme, y aquí es cuando se requieren los programas concretos que permitan identificar un nuevo panorama en esta necesidad básica.

Si los esfuerzos no son verdaderamente grandes, el país no podrá vislumbrar nunca las mieles del desarrollo, porque su capital humano no está capacitado para alcanzarlo.

*Abogado y miembro de la Academia Colombiana de Historia y de la Real Academia Española de la Historia.

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