HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

Comunión universidad y sociedad

Las universidades, instituciones destinadas a la enseñanza superior que proporcionan conocimientos especializados de cada rama del saber, constituida por facultades y que además concede los grados académicos correspondientes, deben ser siempre y por siempre objeto permanente de exaltaciones y conmemoraciones, ya que de ellas hay que celebrar sus logros, avances, éxitos y demás realizaciones que alcanzan y obtienen, como es el caso de la Universidad del Magdalena, que durante su actual administración, liderada por el Doctor Pablo Vera, suma considerablemente, ejecutorias y reconocimientos que nos colman de sano orgullo y deben llamarnos y llevarnos como samarios y magdalenenses a reflexionar y brindarle nuestro apoyo irrestricto sobre los retos y grandes desafíos que hoy más que nunca se tienen de cara al porvenir.

Sin duda es nuestra “Alma Mater”, uno de nuestros frutos más relevantes, un todo para mostrar, que debería concitar “per se”, el sostén de todos los sectores, para que siga desempeñando su papel esencial y significativo en el desarrollo social, científico, económico, cultural y el personal de los ciudadanos ya no solo de la ciudad, el departamento y la región, sino del país entero que empieza a tenerla en su mira. Es nuestro centro de educación superior una institución esencial en un mundo que requiere de profesionales con una formación cada vez más suficiente, calificada, investigación de excelencia y transferencia de conocimientos de última generación a instituciones y empresas para que de manera permanente den positivas respuestas a las transformaciones sociales, económicas y tecnológicas que se están produciendo y las que se producirán, por lo que la Universidad debe anticiparse para que la sociedad pueda abordarlas de manera acertada, asertiva, adecuada y conveniente.

Toda Universidad que se precie de serlo, y más como la nuestra que comienza a mostrarse y ser tenida en cuenta ya no solo nacional, sino también internacionalmente, es una entidad que, simultáneamente a la formación de los estudiantes en los niveles superiores del sistema educativo, genera un muy sólido pensamiento crítico sobre las nuevas cuestiones y problemas, formula respuestas a las mismas y las somete a revisión; en el entendido cierto que una sociedad que quiere progresar necesita de esa institución en la que se desarrollan de forma indisoluble la actividad docente, la investigadora y de traspaso en cuanto expresión de un entendimiento de la formación como escenario dinámico por la evolución del conocimiento.

Ella, la Universidad, es una institución que ha sido capaz de permanecer en el tiempo, desde 1088 (Bolonia – Italia), más allá de sistemas políticos, modelos sociales y estructuras organizativas, toda vez que es principio, motor y eje que le ha permitido desarrollar críticamente sus muy encomiables misiones de docencia, investigación y transferencia que es su autonomía respecto de cualquier poder político, económico, e independencia de cualquier ideología y que por lo cual no sustenta bajo punto de vista alguno una justificación corporativista ni aspiraciones de auto-referencialidad, sino que completa la libertad de cátedra y la libertad de producción y creación literaria, artística, científica y técnica de la que surge la creación del conocimiento y su transmisión.

Es por lo expuesto que la estrategia universitaria de los poderes públicos tiene que ser respetuosa al máximo con la autonomía real de la institución universitaria porque, como se ha dicho en distintos foros académicos, la razón de que esa estrategia haya de ser de libertad y no de dirigismo, no está en ningún narcisismo de los universitarios o en una soberbia o en una ambición de autosuficiencia, sino solamente en una razón de eficacia real, pura y simple, de obtención del máximo beneficio a los recursos, de efectividad de los altos e imprescindibles fines que en las sociedades de nuestro tiempo han de cumplir las Universidades; mismas que no pueden hacer dejadez del papel rector que le corresponde respecto de todo y para todo el espectro social.

Requerimiento es que se fortalezcan cada día y cada vez, más articulaciones y estrechas alianzas entre la sociedad y la universidad, armonizadas a través de los poderes públicos y las entidades sociales que retraten la confianza hacia la Universidad de nuestros conciudadanos aspirantes a mayor formación, mejor investigación y creciente innovación; confianza que debe y tiene que ser, correspondiente con creces con nuestro compromiso y trabajo, en la certeza que cuanto mayor es y sea la comunión entre todos, más rápido y más profundamente avanzaremos, potenciaremos, impulsaremos, progresaremos y alcanzaremos los propósitos y objetivos que bien y mejor nos propongamos como individuos y sociedad. [email protected]

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