HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Construyendo un presidente

Tantas idas y venidas… Consulta liberal (40 mil millones de pesos), consulta interpartidista (24 mil millones de pesos), alianza Fajardo, López, Robledo, sin necesidad de consulta; alianza liberalismo y Clara López; cuarenta y nueve candidaturas presidenciales. Entiendo que sobrevivieron once y hay cinco viables: Iván Duque, Germán Vargas, Gustavo Petro, Humberto de la Calle, Sergio Fajardo. Alguno de ellos será el Presidente de Colombia. Dos fuerzas políticas carecen de candidato pero tienen votos que, según creen ellas, pueden decidir quién es el futuro presidente de Colombia: el Partido de la U y el Partido Conservador. Así está el tablero electoral.

Muchos creen que la decisión que dirá quién es el próximo inquilino de la Casa de Nariño la determinará un juego de alianzas. Estas se han venido contemplando y tramitando, sin mayor éxito, a no ser la del Centro Democrático el 11 de marzo que permitió catapultar a la contienda presidencial a Iván Duque; y la de Sergio Fajardo, Claudia López y Jorge Enrique Robledo. Ahora, vuelve y juega. Otra vez. ¿Que por qué no una coalición entre de la Calle, Fajardo y Petro? Pero de la Calle ya dijo que no, que va hasta la primera vuelta y allí se verá que ocurre.

Que una coalición entre Vargas Lleras (candidato por firmas), Cambio Radical, que tuvo un buen desempeño electoral y en materia de curules en Senado y Cámara y el Partido Liberal, el Partido de la U y otros que andan sueltos (Juan Manuel Galán, Carlos Fernando Galán quienes si recuperan la magia de su padre podrían aportar una cifra importante de votos; o Sofía Gaviria que representa a tantas víctimas del conflicto; o Vivian Morales que también puede movilizar electores) ¿Y quién puede unir a la izquierda?

Hay quienes afirman que pueden proporcionar la lista de los congresistas de la U o conservadores o liberales que estarían listos para sumarse al candidato del Centro Democrático. No lo olvidemos. No hay partidos políticos con capacidad de exigir disciplina de sus congresistas que vuelan solos y tienen su propio horizonte. ¡Por eso es tan difícil sumar y restar y no faltan quienes multiplican!

Otros dirán que no se trata de acumular los votos que ya se contabilizaron. Que eso no se puede replicar, así no más. Automáticamente. Y que corresponde adelantar una estrategia electoral que cuente con una plataforma programática inteligible y que le diga algo a millones de votantes que quisieran ver una luz que los saque de este hueco en el cual parece que estamos sumidos. Un candidato que enarbole en una forma convincente y creíble una esperanza cierta de un futuro mejor, preferentemente para la clase media, la que existe, la que quisiera ingresar a esos rangos y la que no quiere perder ese status alto, medio o bajo.

 

Como diría el doctor Angélico, la virtud o la verdad están en el medio. Ni tanta mecánica ni tanto idealismo. Que ganaremos en la primera vuelta dicen unos. Que la primera vuelta fue el 11 de marzo. Que no, argumentan quienes consideran que la decisión final se tomará en la tercera vuelta, o sea, la segunda según los cánones constitucionales.

Recordemos, en la primera vuelta se vota con el corazón y en la segunda con el bolsillo. Eso dicen los franceses.

ExMinistro de Estado

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