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Los escenarios legislativos en los que se movería el nuevo Congreso

Los analistas expertos opinan que no se preve que vaya  a haber un cambio sustancial desde el proximo 2 de julio en el congreso es decir se consolidara una nueve alianza.

 

Una propuesta pasó desaperci­bida la semana que termina y fue la que le hizo el candidato Germán Vargas Lleras a su contrincante, el aspirante del uribismo Iván Duque, que sin importar los resultados de las elecciones es claro que el nue­vo Jefe del Estado deberá buscar alianzas de fuerzas políticas en el Congreso para lograr aprobar las reformas que tramitará el nuevo gobierno.

 

Vargas Lleras hacía referencia a la coalición de gobierno que tradicionalmente hace el nuevo Presidente de la República en el Congreso, que durante el mandato de Juan Manuel Santos tuvo dos ver­siones que acogieron la sombrilla de la unidad nacional.

En 2010, Santos logró conformar una alianza con el Partido de La U (su partido), Cambio Radical (de Vargas Lleras), el Partido Conser­vador y una gran parte del Partido Liberal, que se le sumó dividido.

Sin embargo, en su segundo mandato, lo que se denominó la fase II de la unidad nacional, Santos sumó relativamente los mismos apoyos, pero también vio como la oposición pasó de ser únicamente del Polo Democrático, la izquierda pura, a una oposición de derecha hecha por el Centro Democrático, del expresidente Álvaro Uribe, quien fuera su mentor en 2009.

En 2002, cuando ganó la Pre­sidencia de la República, Álvaro Uribe Vélez contó también con una coalición de gobierno que, en su momento, la conformó con el Parti­do de La U, el Partido Conservador y Cambio Radical. La oposición se dio con el Partido Liberal y el Polo Democrático.

Gregorio Eljach, el actual Secre­tario General del Senado y quien lleva más de 20 años trabajando en el Legislativo, recuerda que tradi­cionalmente se ve que el Congreso, en sus mayorías, logra pactar una coalición con el presidente que llegue al Palacio de Nariño.

“Cuando existía el Frente Nacio­nal había una alianza bipartidista con base a un programa, que eran los contenidos en acuerdo para lograr la alternancia del poder. Con el surgimiento de nuevos partidos y movimientos ciudadanos ha ido variando esa realidad y se han venido conformando coaliciones ya mucho más grandes”, explica Eljach, quien tuvo que coordinar en los dos últimos años el trámite de todas las normas referentes al proceso de paz, en el marco de un momento especial que se dio con el Fast Track o trámite legislativo especial.

Para la senadora electa y actual representante a la Cámara Angélica Lozano, hablar desde ya (recién elegido el nuevo Congreso), de cómo serán esas fuerzas de coali­ción es complejo, porque primero se tienen que dar las elecciones presidenciales.

“Hay que esperar a que se sepa quién gana la Presidencia, porque de eso depende el arranque del gobierno y la oposición, es decir los alinderamientos”, asegura Lozano, quien estima que sí se debe destacar que podrán pasar, legislativamente hablando, cosas interesantes.

“Hay una cosa que no se ha presentado en los últimos 20 años y es ver a 24 senadores alternativos o independientes. Están los tres senadores del MIRA, dos indígenas, cuatro de los Decentes, cinco del Polo Democrático y diez de la Alianza Verde. Hay variedad y pluralismo, pero son alternativos”, asevera la nueva senadora.

Lozano resalta el poder que llegaría a tener este sector congre­sional, que también se replicaría en la Cámara de Representantes. “A la hora de aprobar una reforma a la sa­lud, un tema tributario o la reforma pensional, ahí van a estar 24 voces firmes en defender a los ciudadanos y eso no ha pasado en más de 20 años”, sostiene la congresista, quien explica que no incluyó en el grupo a los diez congresistas de las FARC, porque ellos no llegaron por el voto popular al que se presentaron las tendencias mencionadas.

El secretario Eljach igualmente destaca la importancia que llegó a tener en la actual legislatura esas voces de oposición o independien­tes al gobierno. “Por primera vez entra un partido, el Centro Demo­crático -el segundo más grande en la corporación- a hacer oposición, como también lo hizo el Polo De­mocrático. Esto fue inédito, sin im­portar el tamaño de la coalición de gobierno que eran 65, incluyendo a Opción Ciudadana y los verdes, que en algunas ocasiones votaban con el gobierno”.

Resalta que esta legislatura se recordará por la intensidad de los debates, de mucha discusión y de control político al gobierno, que llevó incluso a demandas penales. “Eso no se había visto en 50 años en Colombia”, menciona.

 

POSIBLES ESCENARIOS

El veterano secretario sostiene que no se prevé que vaya a haber un cambio sustancial desde el próximo 20 de julio, es decir, se consolidará la nueva alianza. “Por la composi­ción de las bancadas de Senado y Cámara se puede pensar que va a haber un predominio del mismo esquema actual, un presidente que logra congregar a las mayorías a su propuesta de gobierno”, explica.

Eljach no duda en considerar que “va a volver a haber una dinámica con una oposición activa, pero con una gran integración de las ban­cadas que estén con el presidente, independiente de quien sea”.

En un posible escenario de que el nuevo gobierno sea de izquierda y con un Congreso de mayorías de derecha, el secretario Eljach consi­dera que dependerá del talante del nuevo mandatario, para ver si tiene la capacidad de lograr una coalición.

“Si uno compara cómo les fue en su momento a Fajardo y a Petro, uno puede decir que Fajardo está más hacia el centro, Petro en cambio está más hacia el lado de afuera, una izquierda más extrema. Pero no hay experiencias en Colombia de que gane alguien que no tenga las mayorías en el Congreso”, sostiene.

Para la senadora Lozano, la situa­ción en la Cámara de Representan­tes igualmente muestra que podrá haber una bancada independiente más fuerte que los doce actuales, porque ya pasan de los 20, pero deberá esperarse a que se defina el ganador de la Presidencia de la República.

Por como están las cargas polí­ticas en este momento, se ve que si el presidente fuera Iván Duque, tendría una coalición de gobierno con apoyo fundamental de su par­tido, Centro Democrático, un sector del Partido Conservador, algunos congresistas de La U y muy pocos liberales. Cambio Radical le acom­pañaría de manera parcial.

Si fuera Vargas Lleras, a hoy ten­dría el apoyo de su partido, Cambio Radical; La U, el Partido Conser­vador, la mayoría del liberalismo, mientras que el uribismo lo haría de forma limitada.

En la eventualidad que el can­didato de la extrema izquierda Gustavo Petro, fuera el presidente, en el momento tendría el apoyo legislativo de las FARC, los Decentes, el Polo Democrático, un sector de la Alianza Verde y algunos liberales.

De ser presidente Sergio Fajar­do, en su coalición de gobierno estarían la Alianza Verde, el Polo Democrático, en su mayoría; un gran sector del liberalismo, los Decentes, en algunos temas; como también lo haría de forma parcial el Partido MIRA.

Será tan sólo hasta después de la segunda vuelta en junio, si la hay, cuando las cartas políticas se repartan sobre la mesa y en el legislativo el nuevo presidente de la República intente lograr su coalición de gobierno.

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