HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

Política limpia y positiva

 

Frente a las sucias y negativas realidades de la política, por sí mismas perniciosas y perversamente contagiosas, se impone la transformación, el tránsito a lo limpio y positivo, lo cual debería empezar por tratar de entender a quienes cuando acceden a un tanto del poder público, generan en ellos absurdos y ridículos cambios de personalidad. Desaparecen virtudes, no oyen consejos, caminan por la senda de los abusos, la humillación, la patanería, la prepotencia. Se hacen insufribles por sus grandes cambios al frente a los cargos a los que llegan. Pierden el sentido de la realidad y se percatan del daño causado demasiado tarde. Nunca se sabe cómo actuarán.

Hace apenas días elegimos Senadores y Representantes a la Cámara. Nos  preparamos para elegir al Primer Mandatario de la Nación, sobre el que ojalá no nos equivoquemos a la hora de escogerlo, debiendo tener en cuenta su condición humana, principios fundamentales, que no entrañe peligro, de carácter y criterio, esmerado y apasionado por servir bien a sus gobernados, obsesionado en el cumplimiento de las metas y propósitos trazados que mejor sirvan a la comunidad. Que llegue a construir instituciones. Positivo. Amigo del orden y el progreso. Que luche por una mayor equidad. Congruente y honrado. Defensor de una democracia real y que rescate para todos, la dignidad que parece pérdida. Un gobernante a la altura de nuestras necesidades. Itero, la política está sucia y no es secreto para nadie, razón por la que haya que evolucionarla para bien de la vida local, departamental, regional y nacional.

Un gobernante que se proponga un país más próspero, incluyente y justo. Que guie sólidas políticas de desarrollo, crecimiento e innovación, Centrado en la procura de mejores condiciones de vida de todos los gobernados. Vanguardista. Que represente un cambio de paradigma. Que trabaje por superar la pobreza, generar bienestar y proteger el medio ambiente. Preocupado por la medición multidimensional de la pobreza, la inclusión como eje importante de las nuevas metas, la equidad de género y la sustentabilidad en todos los órdenes de gobierno y sectores sociales que nos permita saber dónde estamos y hacia dónde queremos ir. Se trata de mejorar desde la inclusión la vida de todas las personas.

 Muchos son los retos a que nos enfrentamos e inmensos los riesgos que estamos corriendo, lo que obliga que tenga que llegar el más idóneo, el menos contaminado, el de mayor sentido común, sangre nueva, solidario, con grandes condiciones de gobernabilidad y que tenga en la mira fortalecer los procesos de consolidación democrática. Eso esperamos. No aguantamos más equivocaciones.[email protected]

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