HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

Proponen un impuesto a la carne

Cabe resaltar que la producción de carne, según cifras del Foro Económico Mundial, la res y el cordero son los alimentos que mayor dióxido de carbono liberan, especialmente por el metano que producen estos animales al ser rumiantes.

 

Actualmente más de 180 países le tienen un impuesto al tabaco, también hay un plan de impuestos al carbono y existe un gravamen al azúcar en al menos 25 naciones del mundo. La carne podría ser el cuarto producto con un escenario similar, según plantea un informe del Farm Animal Investment Risk and Return (Fairr), que propone aumentar el costo de la carne a través de un tributo que obligue a las personas a migrar hacia otra opción de proteína.

 

Según reza el reporte, este tipo de impuestos ya está siendo estudiado en países como Dinamarca, Alemania y Suecia, y si bien en ninguna se ha concretado como política pública, los argumentos que se están dando han tenido resonancia en la comunidad internacional.

Para postular la viabilidad de ello, el estudio menciona cinco consecuencias conectadas con el consumo de carnes sobre las que se ha debatido si podrían ser mitigadas tras la creación de un impuesto diferencial de este alimento: emisiones de gases de efecto invernadero, incremento en la tasa global de obesidad, amenaza a la disponibilidad del agua, del alimento; y por último, el aumento de la deforestación.

Los investigadores de Fairr aclaran en el informe que para que se imponga este tipo de impuestos es necesario que se llegue a un consenso de que el producto o actividad en cuestión produce daños en la sociedad. Luego de asumir este impacto, se debe analizar qué tan costoso es el daño para un grupo de personas en específico (entiéndase país), lo cual permite estimar un valor impositivo, como sucedió con el tabaco y con el azúcar.

La decisión no es fácil pues se debate entre dos puntos extremos: por un lado, en la urgencia de sustituir este tipo de proteínas que dejan una alta huella de carbono; y por el otro, en que un impuesto afectará a la población más pobre, que es la que tiene la mayor necesidad de consumir este alimento.

 

REACCIÓN EN COLOMBIA

Con respecto a una eventual implementación del impuesto, las empresas colombianas se defienden. “El problema radica en la falta de publicidad existente en la cadena al no mostrar todo lo que se hace en sostenibilidad”, dijo José Amaral, Country Manager de Minerva Foods.

Amaral también hizo énfasis en que la ganadería colombiana trabaja con base en la pastura, motivo por el que es una de las más sostenibles en la región. “Considero que la propuesta de gravar el consumo de carne sería muy perjudicial para un sector comprometido con el desarrollo de los colombiano”, concluyó.

Bajo la misma línea, el presidente de Fedegan, José Félix Lafaurie, aseguró que en el país el tratamiento bajo pasturas naturales garantiza una menor huella de carbono. “No es igual tener vacas confinadas, que vacas en pasturas naturales, como pasa en Colombia. Mi apuesta es que el mundo girará en torno a las ganaderías tropicales a base de este tipo de pasturas y con un menor confinamiento”, señaló Lafaurie, quien agregó que en países económicamente poderosos se les da prioridad a las actividades ganaderas por encima de monocultivos como la soya o el maíz.

El presidente de Fedegan también hizo énfasis en las proyecciones de oferta y demanda del producto de cara al futuro, explicando que se espera que para 2050 la oferta de carne va a ser más limitada frente a la creciente demanda del producto. “Poner este tipo de impuesto sería torpe y falto de entendimiento de las dinámicas del mercado, se afectaría cada vez más la oferta de carne”, argumentó.

BOGOTÁ COLPRENSA

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumiremos que está de acuerdo con esto, pero puede optar por no participar si lo desea. Aceptar Leer más