HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Un policía muere en la explosión de un coche bomba en ciudad egipcia de Alejandría

Un atentado con coche bomba mató a un policía egipcio este sábado en Alejandría, a dos días de las elecciones presidenciales en las que parte como claro favorito el actual líder del país, Abdel Fatah Al Sisi, que se presenta para un segundo mandato de cuatro años.

La explosión se produjo al paso de un convoy en el que viajaba el director de seguridad de la ciudad, el general Mostafa el Nemr, que salió indemne del ataque. 

 

La bomba dejó un policía muerto y cuatro heridos, que fueron traslados a un hospital militar de la ciudad, dijo en un comunicado el portavoz del ministerio de Salud, Jaled Megahed. 

El atentado aún no ha sido reivindicado, y el fiscal general Nabil Sadek ordenó la apertura de una «investigación urgente», según la prensa estatal. 

 

ANTES DE LAS ELECCIONES

Estos hechos ocurrieron a apenas dos días del comienzo de las elecciones presidenciales, en las que se espera que Al Sisi sea reelegido cómodamente para un segundo mandato. 

 

El mandatario tomó las riendas del país tras destituir en 2013 al primer presidente civil elegido democráticamente en Egipto, el islamista Mohamed Mursi. Al Sisi fue elegido oficialmente presidente en 2014, y desde entonces ha llevado a cabo una dura represión contra la oposición islamista y también contra los liberales. 

El único adversario de Al Sisi, 63 años, es un gran desconocido del ciudadano de a pie, Musa Mostafa Musa, de 65 años. Este último, uno de los más fervientes apoyos del mandatario, decidió presentarse para evitar que Al Sisi se presentara solo.

 

En ese contexto, el dato al que habrá que prestar atención en las elecciones de este año será la tasa de participación. 

En las últimas presidenciales, esta alcanzó el 37% tras dos días de elecciones. Las autoridades decidieron prolongarlas un día más, y la participación fue del 47,5%.

Egipto ha sido escenario de varios atentados en los últimos años, reivindicados en su mayoría por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que apunta sobre todo a los miembros de las fuerzas de seguridad, aunque también ha matado a civiles. 

 

El grupo aseguró, por ejemplo, haber causado la explosión que mató a las 224 personas que viajaban a bordo de un avión ruso el 31 de octubre de 2015, en la península del Sinaí. 

 

El año pasado los coptos, una minoría que representa al 10% de los 96 millones de habitantes del país, fueron víctimas de numerosos atentados. El 9 de abril, en plena celebración del domingo de Ramos, kamikazes del EI atacaron dos iglesias del norte de Egipto, en Tanta y Alejandría, causando 45 muertos. 

 

Las autoridades decretaron entonces el estado de emergencia, que sigue vigente en el país. 

 

CULTO A LA PERSONALIDAD

A modo de campaña, Al Sisi incrementó sus apariciones en varios eventos cubiertos por la televisión. Los diarios, por su parte, dedican mucho espacio a sus hechos y gestos. 

 

Las ciudades, especialmente El Cairo, están inundadas de retratos del dirigente, al que se prodiga un verdadero culto a la personalidad. En pocos carteles aparece Mostafa Musa. 

Muchos egipcios, principalmente comerciantes, compraron por iniciativa propia los retratos de Al Sisi al que consideran el artífice de la vuelta a la calma en el país, cuya revolución de 2011 expulsó del poder al presidente Hosni Mubarak. Pero, con la crisis económica y la vuelta a un régimen a menudo considerado como más autoritario aún que el de Mubarak, la simpatía por el presidente empieza a desvanecerse. 

 

El mandatario prometió, al inicio de su primer mandato, que devolvería la estabilidad al país, incluso en el apartado económico. En 2016 emprendió un ambicioso programa de reformas, con el objetivo de obtener un préstamo del Fondo Monetario Internacional de 12.000 millones de dólares; Una de sus reformas consistió en dejar flotar la moneda nacional a partir de noviembre de 2016, lo que provocó que un fuerte aumento de los precios desde entonces, impactando duramente en los hogares.

 

Pero, pese a las fuertes dificultades económicas, el país no se ha visto sacudido por ninguna protesta pues Al Sisi, quinto presidente egipcio salido del ejército desde 1952, gobierna con mano dura desde la destitución de Mursi. 

Miles de simpatizantes del expresidente islamista fueron ejecutados o encarcelados y cientos, incluyendo al propio Mursi, fueron condenados en procesos expeditos muy criticados por la ONU. 

 

Según Reporteros Sin Fronteras, 30 periodistas están encarcelados en Egipto en la actualidad, y cerca de 500 portales de internet, bloqueados.  AFP.

 

 

 

 

 

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