HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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 Cien días: Petro político, Petro ejecutivo

Al profuso balance que los medios de comunicación han hecho de los cien primeros días de gobierno del presidente Gustavo Petro, merece abonarle una dosis de sana crítica, pues a gran parte de estos medios les ha faltado la objetividad y neutralidad que se le exigen a una respetable ejecución periodística.  Mi breve reflexión de hoy va dirigida, tanto a los columnistas parciales de la oposición al gobierno actuante, -reconocidos escritores de la derecha- quienes concluyen que a la actual gestión presidencial le falta administración o gobierno, como a muchos columnistas y comentadores periodísticos que, sin mostrarse alineados, gozan en los medios televisivos y escritos de una supuesta imparcialidad.  Ambos grupos muestran ansiedad e incertidumbre.

Por eso me quedo del lado de los opinadores neutrales, de quienes prefieren esperar un mayor desarrollo de las propuestas, una avanzada ejecución del mandato, y no dictar sentencias anticipadas de cataclismo o catástrofe; del lado de quienes piensan que la delicada situación que la sociedad afronta debe poner a la patria por encima de intereses personales o conveniencias partidistas.  Y en ese escenario, nos corresponde manifestar que,  siendo mínima la muestra, la gestión del primer mandatario debemos proyectarla de manera general  desde dos perspectivas que deberán  ser al final, características de esa gestión:  la primera, los avances o logros que en materia de política, y especialmente en temas de  diplomacia y  política internacional, se han obtenido en estos primeros cien días de gobierno y que tendrán repercusiones futuras en su gobernabilidad interior, en lo económico, en la finalización del proceso de paz, en lo climático, en las  relaciones con los EE.UU y Venezuela,  en la lucha contra las drogas, y que, justo es decirlo, merecen una buena calificación y han puesto audazmente al país en los primeros planos de atención frente a otros gobiernos.  No podemos olvidar que el presidente es un profesional de la política, dicho de otra forma, es un político por vocación o por convicción, no por accidente, y es posible que los primeros enfoques del mandato los haya dirigido hacia temas esencialmente políticos.  En ese sentido ha dejado ver y entender, dentro y fuera de las fronteras, que la persona elegida como presidente de los colombianos, no negociará sus principios y será fiel ejecutante de lo que ha propuesto en su vida pública, en sus discursos de campaña.

Un segundo aspecto por analizar en estos primeros cien días, corresponde a su desempeño como servidor público que es. Se percibe que hay menos de esto. Le corresponde entonces al presidente romper la dicotomía casi convertida en axioma, de que la política es incompatible con la administración pública y por ello los políticos son malos administradores. Su equipo de gobierno que se encuentra aún sin completar y ajustar debe abanderar con resultados, la idea de que gobernar no es sólo resolverles ligeramente los problemas a las gentes, sino liderar activamente su bienestar y su desarrollo individual y colectivo. Proponer, crear y ejecutar. No omitir.   Y de esto hay cosas positivas como la aprobación de una reforma tributaria que dispondrá de mayores recursos para administrar la Nación, los acuerdos con Fedegan para impulsar el estancado desarrollo agropecuario, la creación de incentivos a la población adulta y madres cabeza de familia en la lucha contra la pobreza, la aprobación del marco jurídico para la implementación de la paz total propuesta en su campaña, el trabajo en la conformación de un nuevo orden jurídico en temas como la necesaria reforma política, la reforma agraria, la actualización al Código Electoral,  la reforma a la salud, la reforma laboral,  que se encuentran en los procesos de socialización y discusión para la consideración y el pertinente  trámite legislativo.

Dos temas claves que deben ser avocados de manera urgente por el señor presidente: Las reformas a la Policía Nacional, de acuerdo con las propuestas de su campaña, y su obligación inaplazable de salvaguardar la vida y bienes de los ciudadanos, combatiendo la criminalidad con todo el poder del Estado, para que haya seguridad y convivencia social. Si ello no es así en los próximos días, no habrá ni desarrollo ni paz total.

*Abogado Litigante. *Profesor Universitario. *Escritor. 

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