‘La tradición religiosa obliga a consumir pescados y mariscos’

Los samarios en su mayoría adquieren el pescado en los distintos puntos de venta que tiene el mercado porque consideran que es fresco y a buen precio. /MONTINER ALVIS

 

Los feligreses católicos son lo que más consumen los productos de mar durante la Cuaresma y la Semana Santa. Pescadores y vendedores aprovechan la alta demanda para aumentar sus ganancias.

 

 

Para esta época del año los pescadores y los vendedores de los frutos del mar, están felices. Saben perfectamente que llegaron los días del rebusque seguro. Una semana en la que ven multiplicar sus utilidades, como Cristo multiplicó los panes.

La demanda crece de manera inusitada, pero también los precios. Algunas especies, como el pargo o la sierra, alcanzan precios exorbitantes. La razón: son las dos clases de pescados que mayor demanda tienen entre los turistas. Ello lo que hace es que el precio suba, y ante la alta demanda, ganancia de pescadores, reza el refrán popular que para la época deja de ser refrán para convertirse en la dura realidad: los consumidores deben pagar justos, según ellos, por comer delicioso.

Comer pescado y mariscos en Semana Santa es una tradición religiosa que no se ha perdido y se mantiene viva a través del tiempo. Al iniciar hoy, está época llena de fe en Dios, la gente tiende a consumir más los productos de mar porque de acuerdo con su creencia honran a Cristo ya que según las sagradas escrituras durante estos ocho días no se debe incluir la carne roja porque equivale ofender a Jesús y su sacrificio de dar la vida por los creyentes.

En ese sentido, los consumidores, pescadores y vendedores aseguran que el pescado es el alimento más apetecido por las personas durante esta semana de profundo recogimiento.

La Iglesia Católica manda a sus fieles a guardar ayuno de carne, a fin de conmemorar los sufrimientos de Cristo, por ello se acostumbra la preparación de platos a base de pescado. La Semana Santa es la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret, y comienza hoy domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección. Por ello, es un período de intensa actividad litúrgica

Por otro lado, si quieres mantener la tradición y el pescado no es de tu agrado, puedes inclinarte por los mariscos, como: camarones, caracol, langostinos, calamares o almejas.

Las playas de Santa Marta y el Mercado Público son los sitios donde la gente más compra el pescado para estos días, pues es fresco y económico.

 

LOS PESCADORES

En la Playa de Los Cocos, la Bahía, la Tenería, Taganga y en Playa Salguero, los ciudadanos y algunos vendedores del mercado les compran a los pescadores de esa zona, donde está práctica artesanal es la fuente de empleo de cientos de familias.

Este gremio vende el pescado a la orilla del mar y la gente llega a ver lo que trajeron las lanchas para comprar el más les guste, entonces mientras relajan el pescado, se arman charlas y polémicas de temas de actualidad.

Los pescadores aseguran que en Semana Santa tiende a ver escasez, por lo tanto, desde muchos días la gente compra sus pescados para guardarlos en el refrigerador.

Asimismo, ellos aseguran que no tienen una hora exacta de salida a pescar puede ser en la mañana, tarde o hasta en la noche, pero siempre suelen regresar tipo 5:00 de la mañana, o a las 7:00 u 11:00 de la mañana.

Por estos días, los pescados que más se encuentran son: Picúa, bonito, mochuelos, sable, jurel, macabí, sierra y mojarras. ‘Los chinchorreros’ se vienen cuando el pescado les entra sino allí permanecen en el mar. En la Playa de Los Cocos hay seis canoas y en cada una se van seis u ocho pescadores.

 

VENDEDORES DEL MERCADO

Los vendedores del Mercado Público indican que para esta semana les aumentan las ventas porque los consumidores y la ciudadanía en general consume bastante el pescado.

Leonarda Domínguez, vendedora del mercado desde hace 40 años, “tengo para esta Semana Santa, lebranche, robalo, mojarra blanca, cojinoa, bonito, atún. Lo que tengo más barato es la mojarra blanca a cinco en $10.000, la sierra y el pargo son más costosos pero al alcance de la gente”, dijo.

De igual forma, Miguel Muñoz, expresó: “yo vendo pescados hace más de 20 años aquí en el mercado, la gente está buscando en estos días el lebranche, la sierra y el bonito. El pescado más barato que tengo es el bocachico. En Semana Santa llega más gente al mercado”.

La señora Grecia Ceballos, es una de las vendedoras más veteranas del mercado, sostuvo que “yo vendo sierra, robalo, bocachico, mojarra roja, entre otros. En esta semana buscan de toda clase de pescado, tengo más barato el bocachico y el pargo o la sierra es más caro pero la gente los compra”.

José Darío Díaz, afirmó que “tengo 40 años de estar en el Mercado Público, yo vendo raya, tiburón, cazón, sierra, pulpo y caracol. Todos estos productos del mar se venden al 100%. La raya está a $4.000 la libra, cazón a 5.000 la libra y el marlín a $6.000 la libra. Se mueve bastante el mercado en Semana Santa con la llegada de samarios y turistas”.

 

PRECIOS

Lebranche a $10.000 o $12.000

Cojinoa a tres en $10.000

Sierra desde $10.000 hasta $15.000

Corvina a $10.000

Mojarra a cuatro o cinco en $10.000

Camarones, bolsas a $10.000 o $12.000

Bocachico cuatro o cinco en $10.000

Lisa, la mano a  $4.000

Raya a $4.000 la libra

 

OPINAN LOS SAMARIOS

Manuela Jiménez, clienta del Mercado Público, precisó que “acostumbro a comprar el pescado en el mercado porque ya conozco a los vendedores y sé que son frescos y baratos, además uno como católico ahora en Semana Santa come más pescado”.

Por su parte, Leonardo Gutiérrez, indicó que “en Semana Santa comemos más el pescado porque es una tradición de nuestras familias como creyentes de Dios y es un alimento muy delicioso”.

Uno de los ciudadanos que compra el pescado a la orilla del mar en la Playa Los Cocos, sostuvo que “yo madrugo para esperar que lleguen las lanchas de alta mar y comprarles el pescado directamente a los pescadores porque me gusta hacerlo y más ahora que esta semana lo indicado es que todos comamos pescados y no carne roja”.

 

CONTROLES DE SALUD DISTRITAL

La Secretaría de Salud realiza inspección, vigilancia y control a las ventas de pescados y mariscos para la temporada de Cuaresma y la Semana Santa en aras que los samarios compren un producto que cumpla las normas de higiene y salubridad.

Estos controles los han llevado a cabo en el Mercado Público, ventas ambulantes, pesqueras de la ciudad y restaurantes. Asimismo, han distribuido unas imágenes por redes sociales donde esa entidad distrital realiza las respectivas recomendaciones para que las personas las tengan en cuenta a la hora de realizar sus compras.

 

RECOMENDACIONES

Es importante que sepa cómo elegir adecuadamente pescados y mariscos para evitar cualquier dificultad gástrica que arruine estos días de recogimiento y descanso.

Olor, color y textura son las características principales para tener en cuenta al momento de elegir, así como las condiciones del establecimiento en las que se realiza su venta. Compre siempre en lugares adecuados especialmente para mantener estos alimentos, ya que por la delicadeza de los mismos, cualquier variación o error en el mantenimiento de estos refrigerados o congelados, puede traer consecuencias para la salud del consumidor final.

Para identificar un pescado fresco, deben analizar los ojos, pues no pueden ser vidriosos ni grisáceos, las escamas deben estar perfectamente adheridas, y sus braqueas casi cerradas; el olor no puede ser muy fuerte, y su color debe atraernos para así identificar la frescura de este apetecido producto para esta época del año.

Adicionalmente, el tacto es un sentido que ayuda a la hora de decidir, pues si el pescado se siente arenoso, muy blando o con una textura babosa, debe ser descartado de inmediato, pues estaría llegando a una etapa de putrefacción.

 

SÍNTOMAS DE INTOXICACIÓN PROVOCADA POR EL PESCADO

Los primeros síntomas de intoxicación por ciguatera incluyen retortijones abdominales, náuseas, vómitos y diarrea. Se desarrollan, por lo general, de 20 a 30 minutos después de comer el pescado afectado.

Luego, los síntomas pueden convertirse en dolor de cabeza, dolores musculares y picazón, entumecimiento u hormigueo en la piel. Es posible que note un cambio en la capacidad de sentir las temperaturas calientes o frías y puede incluir ponerse colorado en la cara.

Sin embargo, dependiendo de la intensidad de estos síntomas, es prudente que suspenda la alimentación por seis horas y procure hidratarse únicamente con agua hervida, suero o aguas de hierbas, mientras se dirige a un centro de atención médica.