Noticias que reconfortan

 

El Dane confirmó que, el año anterior, 385 mil colombianos más salieron de la pobreza. Pocas noticias más satisfactorias que ésta. Son muchos los retos que se enfrentan cuando se asume el servicio público, pero, sin duda alguna, una de las principales preocupaciones que tuvimos desde el inicio de este gobierno fue hacer todo lo posible por reducir la pobreza y la desigualdad. 

Escuchar al presidente de la República, Juan Manuel Santos, confirmar que en los últimos siete años casi cinco millones y medio de colombianos dejaron atrás la pobreza multidimensional (que se ha reducido de 30,4% en 2010 a 17,0% en 2017), nos da a entender que esos objetivos que nos trazamos no eran tan utópicos y que, a pesar de haber tenido que enfrentar uno de los choques económicos más grandes de que se tenga memoria, el país logró mantener la senda del desarrollo y brindarle mejores oportunidades a un creciente porcentaje de la población. 

En búsqueda de un método más confiable, y convencidos de que la pobreza no es solo una cuestión de ingresos, desde 2010 Colombia adoptó una nueva metodología, que tiene en consideración elementos como educación, salud, alimentación, condiciones de vivienda y acceso a servicios públicos. 

Según esta metodología, adoptada por el Dane, la pobreza multidimensional bajó 0,8 puntos porcentuales en 2017, con relación al 2016. Si tenemos en cuenta solo los niveles de ingreso para determinar la pobreza, las condiciones de nuestros compatriotas igual han mejorado, pues esta pasó del 28% en 2016 a 26,9% en 2017 y la pobreza extrema, de 8,5% a 7,4%. 

Hoy podemos decir que cientos de miles de colombianos en los últimos años mejoraron sus condiciones de vida, esa es nuestra mayor alegría. También tuvimos avances en el índice de desigualdad, que pasó de 0,52 a 0,51; lo cual puede parecer poco, pero es muy significativo. 

Son todas buenas noticias, que nos reconfortan, pero no nos dejan tranquilos. El estudio revela que todavía nos queda mucho camino por recorrer en aspectos como el aumento del empleo y el incremento de las tasas de educación (en lo cual hemos mejorado muchísimo); también en el mejoramiento de las condiciones de nuestras zonas rurales e incluso en la reducción de la desigualdad. 

El empeño, entonces, es seguir trabajando hasta el último día para reforzar esta tendencia y poder afirmar que cumplimos con nuestro deber y que, a pesar de las dificultades, cada vez más colombianos viven mejor.

*Ministro de Hacienda