HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Biología Marina de Utadeo Santa Marta: un aporte clave para la investigación y conservación de recursos marinos en el Caribe colombiano

En 1961, durante la celebración de la I Semana del Mar en Bogotá, se debatió sobre la necesidad de que Colombia comenzara a mirar hacia sus mares con el fin conocer, entender y usar sus recursos marinos, propiciar el transporte marítimo e instruirse sobre el derecho marítimo. Consciente de lo acertado de este planteamiento, la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano abrió en Bogotá la Facultad de Ciencias del Mar en 1962 con el fin de formar profesionales que cubrieran el desarrollo investigativo, tecnológico e industrial en el sector marino. Es así como la primera cohorte, conformada por 36 estudiantes, inició su ciclo de estudios durante tres años en la sede de Bogotá para cursar el fundamento básico y posteriormente se trasladaban a cursar el ciclo específico a universidades del exterior de 1 a 2 años, ya que en el país no había los profesionales formados en Ciencias Marinas que impartieran esta parte final.

Pocos años después, una vez se contó con el recurso humano capacitado, producto de las primeras cohortes, la Universidad asumió el reto de llevar a cabo el ciclo completo en Colombia. Es así, como en 1968 se firmó un convenio con la Armada Nacional para impartir el ciclo específico en Cartagena de Indias. Seguidamente se cumplieron los requisitos exigidos por el ICFES para otorgar el título de Biólogo Marino. En Cartagena, la planta profesoral estaba constituida por profesionales colombianos y extranjeros de reconocida trayectoria profesional que realizaron aportes invaluables en el desarrollo de esta primera etapa. Ellos fueron gestores de la formulación del primer proyecto ecológico interdisciplinario de la Facultad en la Bahía de Cartagena que dio lugar a la realización de los primeros trabajos de grado en Biología Marina en Colombia.

A mediados de los setenta, la Universidad abrió la sede de Cartagena en el Claustro de la Merced en el centro amurallado de Cartagena lo que facilitó la estadía y acceso al transporte de los estudiantes de Biología Marina. El programa académico se fortaleció con la creación de una escuela en investigación, para lo cual se desarrollaron proyectos de investigación en la bahía de Cartagena que fueron financiados parcialmente por COLCIENCIAS. Al definirse líneas de investigación en Oceanografía, Biología Marina, Geología, Contaminación y Ecología Marina, se hicieron invaluables aportes a la investigación marina mediante decenas de trabajos de grado de sus estudiantes e investigaciones de sus egresados. Estos trabajos permitieron conocer el estado de las comunidades biológicas y la calidad del agua en el Caribe colombiano, especialmente en Cartagena y Santa Marta, pero poco a poco ha ido extendiéndose al resto del Caribe continental e insular oceánico. Hitos importantes en la investigación de los biólogos marinos en la región Caribe durante su estadía en Cartagena fueron la detección de la mortalidad masiva de los corales en los años ochenta, el inicio de procesos de rehabilitación y restauración ecológica de corales en las islas del Rosario y manglares en varios departamentos del Caribe en los 90.

En el sector productivo, los biólogos marinos han sido artífices fundamentales en el desarrollo de la acuicultura marina poniendo de manifiesto su aporte en el desarrollo de la camaronicultura en la costa Caribe que fue una actividad que en su momento fue una fuente importante de divisas para la región y que hoy en día se ha enfocado en la producción de larvas (larvicultura).

 

Con el fin de ampliar su impacto en la región a partir de 1991 y de manera gradual, el programa de Biología Marina migró a la ciudad de Santa Marta ubicándose en el Edificio Mundo Marino en El Rodadero donde aún hoy se encuentra. Esta etapa en Santa Marta ha permitido una mayor interacción con instituciones investigativas y educativas con asiento en la ciudad y ha propiciado alianzas altamente productivas. La unión de fuerzas ha propiciado que se lleven a cabo numerosas investigaciones en ecosistemas estratégicos, no solo para el Caribe sino para Colombia, como la Ciénaga Grande de Santa Marta. Así como también se fomente los procesos de conservación de especies clave como las tortugas marinas que ha permitido el levante y liberación de miles de ejemplares en las últimas dos décadas. La dinámica investigativa de la Universidad y del país han requerido una formación más avanzada en Ciencias Marinas por lo cual se ha abierto la maestría en Ciencias Marinas (2010), el doctorado en Ciencias del Mar (2011) y la maestría en Gestión Ambiental de Sistemas Marino-Costeros (2016), para suplir esta necesidad.

En la última década nuevos retos han sido asumidos por los profesores, egresados y estudiantes de Biología Marina, es así como se han emprendido investigaciones en ambientes mesofóticos y participado en expediciones científicas a la Reserva de la Biósfera Seaflower como parte de la estrategia integral para el ejercicio de soberanía en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

Finalmente, en el trasegar del programa en el Caribe colombiano numerosos egresados han laborado y laboran en las distintas autoridades regionales y nacionales que dirigen, controlan y administran los recursos naturales del país, aportando con su conocimiento, ética e integridad la conservación y manejo adecuado del patrimonio natural de los colombianos.

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