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Hay más de 3 millones de venezolanos en Colombia y el 62% piensa quedarse

En Colombia vivirían alrededor de 3 millones de venezolanos, migración que ha ido creciendo en los últimos meses tras llegar al poder Gustavo Petro. 

Sin embargo, Según datos de Migración Colombia hay 2.342.907 migrantes venezolanos en el país, sin embargo, con el apoyo de Cifras y Conceptos, se realizó un estimado de cuántos se encuentran de manera irregular en el país. Con este análisis y proyección, se podría estimar que existen 726.301 migrantes en condición irregular que Migración Colombia no tiene en su mapa. Es decir, serían poco más de tres millones.

De acuerdo al estudio de percepción frente a los migrantes en Colombia, resultados que fueron presentados en el foro Migración venezolana en Colombia ¿qué va a pasar con los migrantes? revela que el 65% de los migrantes venezolanos radicados en Colombia por más de 3 años, el 62% piensa quedarse de manera indefinida con el objetivo de construir una nueva vida en nuestro país.

Para Alejandro Cheye, rector de la Universidad del Rosario, se satisfactorio conocer la percepción que tienen los migrantes sobre Colombia como una oportunidad de crecimiento y desarrollo para ellos y sus familias, igualmente señaló que el 77% de los migrantes afirma conocer sobre el Permiso de Protección Temporal, de estos el 65% ya cuenta con el documento y de las personas que lo adquirieron el 71% lo califica como una buena herramienta.

De otro lado, al analizar el estatus migratorio de los encuestados, se evidenció un alto porcentaje de personas en condición regular equivalente a un 57%, sin embargo llama la atención que el 13% menciona estar en condición irregular y el 12% en proceso de regularización.

Según los datos consultados por Migración Colombia, hay 2.342.907 migrantes venezolanos en el país, sin embargo con el apoyo de Cifras y Conceptos se realizó un estimado de cuantos venezolanos se encuentran de manera irregular, dejando como resultado una estimación de 726.301 migrantes en esta condición, una cantidad que Migración Colombia no tendría mapeada.

Otro punto que preocupa, tiene que ver con las vías más utilizadas por esta población par ingresar a Colombia, dejando con un 78% a las trochas como la principal vía de acceso a territorio colombiano, seguido de esto los buses informales representan un 17%, las vías formales un 12% y por último el río con un 7%.

Así mismo, el estudio reveló que la principal razón por la que salieron de su país el 87% respondió debido a la situación económica, el 37% buscando nuevas oportunidades laborales, 15% asegura que por la escasez de bienes y servicios, por último el 11% debido a las condiciones precarias.

Pese a la reciente apertura de la frontera entre los dos países, el 91% aseguró que sabían de este hecho y solo el 9% afirmó no tener idea sobre el tema “A pesar de la reapertura y la reactivación económica entre ambos países, acciones lideradas por el Gobierno de Gustavo Petro, el 60% de los encuestados mencionan que no retornarán a Venezuela”, resaltó Alejandro Cheyne.

OPINIONES 

Para Simone Schwarts, delgada representante adjunta de la Agencia de la ONU para los Refugiados en Colombia, este es uno de los principales retos que tiene el país. «Después de años del comienzo de la crisis de Venezuela estamos en un proceso de consolidar la respuesta de emergencia», aseguró.

Explicó que una de las líneas estratégicas tiene que ser la integración en las economías locales, por la contribución que pueden hacer los migrantes. «Un estudio realizado recientemente por el Banco Mundial en el Medio Oriente, en colaboración con Acnur, evidenció que la contribución de los refugiados ayuda a la economía de los países de acogida. En America Latina, el Banco Mundial calculó que por cada dólar invertido en la inclusión socioeconómica se genera el doble: dos dólares», aseguró.

Expuso, además, que las personas económicamente activas y empleadas son susceptibles de regresar a sus países de origen más temprano que personas más vulnerables y económicamente dependientes. «La inclusión prepara a un eventual retorno cuando esto sea posible», dijo.

Destacó que en este proceso es clave prevenir las conductas xenófobas.

Stefan Reith, representante de la Fundación Konrad Adenauer, destacó que Colombia tomó una decisión «audáz» con el Estatuto de Protección Temporal y ahora hay que aterrizar más la estrategia de capacitación sobre este a nivel local.

«Hay una propuesta de construcción de puntos focales donde toda la información que necesita el migrante está para que pueda hacer sus trámites y arreglar su situación», aseguró Reith, quien enfatizó que son necesarios recursos no solo a nivel central, sino en las regiones también.

Por otro lado, Reith aseguró que es importante recordar que a pesar de la reapertura, «la situación en Venezuela no ha cambiado. Sigue siendo una dictadura. La crisis humanitaria, económica y social sigue. Muchos venezolanos que han encontrado una casa acá no van a volver. De pronto volverán a la Navidad, pero vuelven porque ya tienen su vida aquí». Para él, esta es la realidad que se debe poner en el centro para que la población no quede relegada en Colombia y especialmente, en el ámbito laboral.

Fernando Calado, director del proyecto ‘Integra’ de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, señaló tres puntos centrales para lograr la integración. El primero tiene que ver con mantener el proceso de la regularización. «Las bases del plan el presidente Petro muestra un interés en el enfoque de derechos en la política migratoria, traducido en pasar del proceso de regularización a lo que es la integración», afirmó.

El segundo punto tiene que ver con el fortalecimiento local para que las regiones puedan proveer servicios a los que se puedan integrar los migrantes: salud y educación, principalmente.

El tercer elemento, según explicó, es el trabajo que se puede hacer para lograr una cohesión social con el fin de que en las comunidades, con las juntas de acción comunal, se pueda generar «una inclusión de la población migrante venezolana con todas las ventajas que esto tiene».

Victor Bautista, secretario de Fronteras, Asuntos Migratorios y Cooperación de Norte de Santander, en su intervención, enfatizó en que «la peor política son los cierres de frontera, pero no hay que negar la existencia de un movimiento de grandes proporciones migratorias que necesitan de protección».

Sin embargo, aclaró que es necesario poner sobre la mesa el hecho de que hay «presencia de grupos ilegales en la frontera que amenazan los derechos de ambas poblaciones. Hay una necesidad de hablar de la seguridad».

Bautista aseguró que es necesario que los dos estados vigilen esta zona limítrofe para garantizar los derechos de la población. Señaló que los retos, actualmente, se centran en la configuración de asentamientos informales de migrantes en la zona fronteriza. «Acá tenemos un poco más de 120 que tienen unas características de crisis social muy compleja, que están cerca a la zona de conflicto donde hay cultivos ilícitos y reclutamiento forzado», aseguró.

El secretario de Fronteras agregó que la repaertura de la frontera ha tenido un efecto de poner mayor atención en dos escenarios: los tres pasos internacionales que tiene Norte de Santander versus las más de 120 trochas que están activas.

«El presidente Petro ha hecho un ejercicio político muy difícil pero muy serio al decir que hay una criminalidad que está controlando la frontera, que hay una mafia que ha hecho de la trata de personas una línea de acción. Eso nos pone en el reto de reforzar mecanismos de control, seguridad y protección de las personas de la zona», sostuvo.

Finalmente, señaló que hay que hacer un llamado al sistema internacional para no reducir apoyos a la crisis migratoria porque «se complejiza la situación cuando los migrantes venezolanos no solo van hacia el sur, sino que también empieza un periplo a través de Centroamérica hacia Estados Unidos».

Lala Lovera, directora ejecutiva de la fundación Comparte una Vida por Colombia, asegura que Colombia ha asumido la tarea de atender a la población migratoria «más allá que adecuadamente. Colombia es un referente en el mundo para poder ver la respuesta ante las situaciones migratorias».

Lovera coincide con lo dicho por otros panelistas en el sentido de que Colombia ya pasó la etapa de acoger a los migrantes venezolanos. «Llevamos cinco o seis años en eso. La responsabilidad ahora es integrarnos», afirmó.

Para ella, la migración le permite al Estado abrir la oportunidad de revisar las brechas que tienen los ciudadanos y darse cuenta así, que los problemas de acceso a la educación o salud por ejemplo, los tiene tanto la población migrante como la población que la acoge.

«Lo más importante es cosechar esas ventajas que tiene la migración y ya estamos en esa narrativa. Ya pasamos de la crisis. Hablamos ahora de migración, un fenómeno, un proceso que ya le pertenece a Colombia», dijo.

¿Está preparado el Gobierno para atender a la población que se quedará? 

De acuerdo a Jorge Torres, coordinador de cooperación multilateral de la Cancillería, el Gobierno trabajará por la plena inclusión de los migrantes en la sociedad colombiana.

Para esto, expuso, se enfocarán en finalizar la regularización de la población que falta. Aún quedan 900.000 PPT por expedir, dijo. «Uno de los retos es qué pasa con la población que sigue irregular, invisible para la sociedad y la economía», añadió.

Torres resaltó que la población venezolana puede aportar bastante al país. «La regularización significa una reducción del gasto público en atención, también un incremento en temas de seguridad social, salud, aumento de recaudo fiscal y un bono demográfico muy importante: de la migración, 83% de los hombres y 80% de las mujeres están por debajo de los 35 años», aseguró.

En las proyecciones que tiene el Gobierno, si se logra cumplir con la regularización y la formalización del trabajo de los migrantes para 2025 habría un aporte de 45 billones de pesos «por parte de esa migración», aseveró.

Este estudio fue liderado por la Universidad del Rosario y la Fundación Konrad Adenauer en Colombia, con el apoyo de la firma Cifras y Conceptos y la Casa Editorial El Tiempo. Para este análisis se encuestaron 2023 personas, 1002 a población migrante venezolana y 1021 a ciudadanos colombianos, que representan la población de acogida.

Estas se llevaron a cabo entre el 2 y el 20 de noviembre en los municipios de Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cúcuta, Cali, Pasto, Cartagena, Santa Marta, Maicao, Bucaramanga y Soacha./Colprensa 

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