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Árboles florecidos en los parques del Centro Histórico cautivan la atención de los samarios, residentes y turistas en este tiempo de primavera. /MONTINER ALVIS.
En las calles y parques del Centro Histórico de Santa Marta abundan las flores amarillas y moradas, las primeras caen al suelo y como ríos dorados permiten a los turistas llevarse una genuina fotografía.
Con la brisa fresca y el florecer de los árboles llegó la primavera a Santa Marta, una época especial en donde los samarios, residentes y turistas pueden admirar el follaje de la vegetación en todo su esplendor.
Árboles tradicionales como Lluvia de Oro, Robles, Acacias, entre otros, ‘mudan’ sus hojas viejas y dan paso a las bellas flores amarillas, rojas, fucsias y violetas que cautivan la atención en los cerros tutelares, en las principales avenidas de la ciudad y parques del Centro Histórico.
La brisa suave de esta primavera mitiga un poco la canícula que generalmente coincide con la Semana Santa que invitan a la reflexión espiritual y al reencuentro familiar.
Por estos días muchos nacionales y extranjeros aprovechan para visitar las iglesias, recorrer las calles y parques del Centro Histórico donde abundan las flores amarillas y moradas sobre el suelo que asemejan ríos dorados. Otros prefieren irse a conocer los atractivos turísticos que circundan a Santa Marta en su parte rural como los sectores de Bonda y Minca, ambos destinos con ríos que llevan sus mismos nombres y que acogen el tradicional paseo familiar.
En la vía a Bonda hay quienes deciden seguir el camino hacia Paso del Mango, Masinga y más allá en donde se han instalado un sinnúmero de fincas ecoturísticas, donde se cultiva el cacao y se escucha el canto de los pájaros.
En la vía a Minca hasta el clima cambia porque es fresco y se respira aire menos contaminado. Después de pasar por Tigrera se llega a ese poblado cafetero donde habita gente amable y muy hospitalaria que le han apostado a la conservación de su terruño y al cuidado de su fuente de agua helada.
En la ‘capital ecológica’ de la Sierra Nevada como se le conoce a Minca se realizan toures y caminatas de naturaleza y vida silvestre donde es posible captar fotografías de colibríes, guacamayas y otra variedad de aves. Sitios como Pozo Azul, Cascadas de Marinka y otros son frecuentados por aventureros que se escapan del ruido para encontrar la calma del agua cristalina que desciende desde las montañas.