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Viernes Santo, un día para reflexionar

El viernes santo, día en el que recordamos la muerte de Jesús de Nazaret.

 

Hoy, Viernes Santo, recordamos cuando Jesús muere en la Cruz para salvarnos del pecado y darnos la vida eterna. El sacerdote lee la pasión de Cristo en la Liturgia de la Adoración a la Cruz. Este día no se celebra la Santa Eucaristía.

En las iglesias católicas, las imágenes se cubren con una tela morada al igual que el crucifijo y el sagrario está abierto en señal de que Jesús no está.

El color morado en la Liturgia de la Iglesia significa luto. Se viste de negro la imagen de la Virgen en señal de luto por la muerte de su Hijo.

Este día, la Iglesia Católica recomienda guardar ayuno y la abstinencia. Se acostumbra rezar el Santo Viacrucis y meditar sobre las Siete Palabras de Jesús en la Santa Cruz.

Se participa en la Liturgia de Adoración a la Cruz con mucho amor, respeto y devoción. Se trata de acompañar a Jesús en su sufrimiento. A las 3:00 de la tarde, recordamos la crucifixión de Jesús rezando el Credo.

Viernes Santo, un día para reflexionar

El Tradicional viacrucis dirigido por los sacerdotes de las parroquias samarias, y acompañados por todo el pueblo católico.

EL VIACRUCIS

Esta costumbre viene desde finales del siglo V, cuando los cristianos en Jerusalén, se reunían por la mañana del Viernes Santo a venerar la cruz de Jesús. Volvían a reunirse al empezar la tarde para escuchar la lectura de la Pasión.

El Viacrucis es una manera de recordar la pasión de Jesús y de revivir con Él y acompañarlo en los sufrimientos que tuvo en el camino al Calvario.

Este acto de fe, se divide en catorce estaciones que narran, paso a paso, la Pasión de Cristo desde que es condenado a muerte hasta que es colocado en el Santo sepulcro.

El Viacrucis se reza caminando en procesión, como simbolismo del camino que tuvo que recorrer Jesús hasta el Monte Calvario. Hasta adelante, alguno de los participantes lleva una cruz grande y es el que preside la procesión. Se hacen paradas a lo largo del camino para reflexionar en cada una de las estaciones, mediante alguna lectura específica.

Si se desea, después de escuchar con atención la estación que se medita y al final de cada una, se puede rezar un Padre Nuestro, mientras se camina hasta la siguiente estación. El que lleva la cruz, se la puede pasar a otra persona.

 

LAS ESTACIONES

  1. Jesús es condenado a muerte. Te alabamos Oh Cristo y te bendecimos. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Mi buen Jesús, te han condenado a muerte. Yo quiero quedarme junto a ti para que no te sientas sólo. Ayúdame, Jesús, a tener fuerzas para quedarme junto a ti.
  2. Jesús es cargado con la cruz. Jesús mío, te han cargado con la cruz. Yo quiero ayudarte. Dios mío, ayúdame a portarme muy bien y así ayudar a Jesús, tu Hijo, para que la cruz le pese un poco menos este Viernes Santo.
  3. Jesús cae por primera vez. Te has lastimado, mi buen Jesús, pero te vuelves a levantar. Sabes que debes seguir adelante. Yo quiero seguir contigo. Dios mío, dame fuerzas para levantarme cuando me caiga y así seguir adelante, como lo hizo Jesús.
  4. Jesús encuentra a María. María, ves pasar a tu Hijo y te duele mucho verlo así. Te duele más que a todos nosotros. Pero tú confías en Dios y Él te hace fuerte y mantiene viva tu esperanza en la Resurrección.
  5. Jesús es ayudado por el Cireneo. El Cireneo te ayuda a cargar la cruz. Yo también quiero ayudarte cada vez que te vea cansado. Dios mío, ayúdame a ser generoso y servicial.
  6. La Verónica enjuga el rostro de Jesús. Una mujer se ha acercado a ti, mi buen Jesús y te ha limpiado la cara. Tú la miras con mucho amor. Así quieres que tratemos a nuestros semejantes. Dios mío, así como la Verónica se acercó con tu Hijo, yo también quiero hacerlo con mis hermanos.
  7. Jesús cae por segunda vez. Otra vez te has caído, mi buen Jesús. Es que el camino es muy largo y difícil. Pero nuevamente tú te has levantado. Tú sabes que es necesario levantarse y seguir adelante hasta el final.
  8. Jesús consuela a las santas mujeres. Hay unas mujeres en el camino del calvario y tú te has detenido a saludarlas. Es tan grande tu corazón que las consuelas, en lugar de recibirlo. Quieres darles la esperanza de la Resurrección. Dios mío, ayúdame a tener el corazón tan grande como el de tu Hijo Jesús, para ayudar siempre a mis hermanos.
  9. Jesús cae por tercera vez. Una vez más, mi buen Jesús, una vez más has caído. Y una vez más te has levantado. Tú sabes que es necesario llegar hasta el final para así poder salvarnos del pecado.
  10. Jesús es despojado de sus vestiduras. Mi buen Jesús. Te quitan la única túnica que tienes y los soldados la juegan a los dados. Vas a morir pobre, como también naciste pobre. Pero tú nos dijiste una vez que tu Reino no es de éste mundo, y son las puertas del cielo las que quieres abrir para nosotros. Gracias, mi buen Jesús, gracias por querer salvarme.
  11. Jesús es clavado en la Cruz. Has llegado a la parte alta del monte, mi buen Jesús. Y te clavaron en la cruz como si fueras el peor de los ladrones. Pero tú sabes perdonar a quienes lo hicieron. Y también nos perdonas nuestras faltas.
  12. Jesús muere en la cruz. Mi buen Jesús, viniste al mundo a salvarnos y ahora lo has logrado. Con tu muerte en la cruz, con tu obediencia a tu Padre nos has abierto las puertas del cielo.
  13. Jesús es bajado de la cruz. María, tu Madre, te detiene entre sus brazos. Está muy triste, pero sigue confiando en Dios. Ella sabe que este no es el final. María, tú te convertiste en mi Madre desde la cruz. Jesús nos ha querido hacer ese regalo.
  14. Jesús es colocado en el sepulcro. Ahora todo ha terminado. La gente vuelve a su casa. Pero a nosotros nos queda la esperanza de la Resurrección. Sabemos que tú vivirás siempre. En el Cielo, en el Sagrario y también en nuestro corazón.

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