HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

Los caminos que plantea la crisis en el Partido Liberal

El Partido Liberal pese a ser la fuerza mayoritaria en la Cámara de Representantes redujo, cómo ha sido la tendencia en los últimos años, su presencia en el Senado. Las profundas divisiones internas y la manifiesta rebelión de un sector jalonado por el exministro de Interior, Juan Fernando Cristo, dejan a la colectividad en un complejo escenario de cara a un nuevo Gobierno.

Solo parece haber tres alternativas en la colectividad cuyo desarrollo ya se está dando. La primera es, que de llegar el uribismo a la presidencia, mantengan la oposición férrea que ejercieron durante los dos mandatos del expresidente Álvaro Uribe.

La segunda, es una posible la coalición de Gobierno, con el partido al que antes se opusieron, apelando a la ascendencia liberal del candidato Ivan Duque. El último camino, de no haber unidad en la colectividad, sería actuar con una bancada dividida, tal como le ocurrió al Partido Conservador en los últimos cuatro años en los que los santistas y no santistas jalaban para lados diferentes.

Las críticas hacia la dirección en cabeza de César Gaviria vienen de todos los frentes. Desde la elección del 2014 la aspiración de la colectividad ha sido aumentar su presencia en el Congreso. Sin embargo, pese a las promesas de Gaviria el resultado es que ha ido decayendo con respecto a la presencia legislativa. En el 2002, los liberales fueron mayoría con 29 senadores; en el 2006 su presencia se redujo a 18, y en los dos periodos siguientes se mantuvieron en 17. Hoy caen a 14.

Según el representante por San Andrés, Jack Housni Jaller encuentra una explicación salomónica y señala que, “el partido redujo su presencia en el Senado pero en la Cámara fue la mayor fuerza electoral con 35 representantes. El fenómeno más allá de las decisiones de la dirección se dio debido a la inclusión de nuevas fuerzas políticas en el escenario”.

Más contundente es el senador Guillermo García Realpe, quien sostuvo que “el gran error que cometió el partido fue no hacer la consulta con todos los interesados en el pasado mes de marzo. Si esa decisión se hubiera tomado de manera correcta, seguramente, la presencia legislativa hubiera sido más fuerte”.

Según Mauricio Jaramillo, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, “la baja en las curules del partido puede obedecer a que el presidente Santos fraccionó al liberalismo, y que dentro de la colectividad hay muchas vertientes, es decir, el Partido de la U terminó robándole protagonismo. Además, las peleas internas han contribuido a ese fraccionamiento”.

 

LAS PRESIDENCIALES

Si este panorama no resulta suficiente, de cara a las presidenciales el partido también tiene detrás la presión de una posible coalición con Sergio Fajardo, la reunión con Humberto de la Calle dejó a varios congresistas descontentos y algunos hasta han insinuado aliarse con Iván Duque.

Para el representante Juan Carlos Lozada, “no soy firmante de la carta pero estoy seguro que no dice que el Partido deba hacer una unión con el Centro Democrático. Lo que realmente pide es que De la Calle tenga en cuenta la visión de la bancada para tomar decisiones. Es decir, que se nos debió avisar sobre la reunión y debimos, como bancada, tomar partido en esa decisión”.

A su turno, el analista Jaramillo asegura que “De la Calle deberá negociar con su partido antes de hacerlo con Fajardo, porque eso crea unidad en las distintas fuerzas al interior de la colectividad que en este momento mantienen una puja interna”.

La puja inició desde antes de la campaña cuando los senadores Viviane Morales (hoy candidata del Partido Somos) y Juan Manuel Galán manifestaron su intención de participar en la consulta interna del Partido, una decisión de la colectividad los dejó por fuera. Mientras Morales se lanzó, asegurando que las directivas de la colectividad le pedían apoyo irrestricto al Proceso de Paz y a la llamada ‘ideología de género’, Galán sostuvo que ni siquiera habían considerado su nombre como aspirante.

Por otro lado, el antiguo precandidato liberal por la consulta interna, Juan Fernando Cristo, fue quien propuso que Humberto De la Calle asumiera las riendas del Partido pasando por encima de quien hoy ostenta esa dignidad, el expresidente Gaviria y generando una ruptura al interior de la colectividad.

 

LA ÚLTIMA CRISIS LIBERAL

Una situación parecida vivió el partido en 1995 en pleno auge del llamado proceso 8 mil que persiguió al expresidente Ernesto Samper muchos de quienes hacían parte de la bancada del trapo rojo se fugaron a otras colectividades. El proceso de escisión liberal continuó hasta entrado el siglo XXI, varios de quienes abandonaron esa tolda hoy continúan siendo relevantes en el escenario: Álvaro Uribe, Germán Vargas Lleras y Juan Manuel Santos.

Después de 8 años defendiendo las víctimas, gozando de la burocracia y defendiendo el gobierno de Santos, el partido trata de desmarcarse y lanzó a quien fuera negociador de la principal bandera de este gobierno, la paz. Ahora la colectividad debe escoger entre tres caminos.

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumiremos que está de acuerdo con esto, pero puede optar por no participar si lo desea. Aceptar Leer más