Fidelidad samaria en la visita a los monumentos

La noche del Jueves Santo en Santa Marta fue una romería, sobre todo en el Centro Histórico, epicentro de las principales parroquias.

 

Desde tiempos remotos, la Semana Santa viene cargada de una gran cantidad de actos humanos en el marco de la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo; anualmente, los fieles aceptan la invitación de abrirle las puertas al Creador en sus vidas para que sea Él morando en sus corazones y moldeando su vida conforme al propósito.

La feligresía en Santa Marta continúa viviendo con fe y devoción esta temporada y durante este Jueves Santo atendió al llamado de las parroquias, que abrieron sus puertas para recibirlos en su visita a los siete monumentos, ritual que se realiza para recibir bendiciones abundantes.

Dentro de la tradición católica, el monumento se realiza dado que el Viernes Santo al no celebrarse eucaristía -pues se conmemora a Jesús ya muerto-, se guarda un espacio para el Jueves, organizando un lugar que litúrgicamente se llama “Lugar de la reserva” o coloquialmente “monumento”; algo especial para Jesús sacramentado.

Miles de familias acudieron a las iglesias para cumplir la cita con Dios; un encuentro fervoroso que se extendió hasta altas horas de la noche, donde las personas aprovecharon para inclinarse ante el altar de nuestro Señor Jesucristo y hacer sus peticiones más especiales.

La noche del Jueves Santo en Santa Marta fue una romería, sobre todo en el Centro Histórico, epicentro de las principales parroquias; los feligreses iban y venían como parte del tradicional recorrido por los siete templos, en donde además, hicieron rituales con decenas de veladoras y cantaron alabanzas al Señor.

 

UN MONUMENTO A LA GENEROSIDAD

Además de la oración constante, la ofrenda y cumplir con las sagradas tradiciones de cada día santo, las obras sociales se convierten en otra manera de demostrarle al Señor su fidelidad y devoción, durante la época de Semana Santa.

Las obras de la fe son aquellos frutos de la Salvación, que demuestran en la conducta un verdadero cambio hacia la santidad que Dios exige.

Precisamente, la comunidad de la parroquia Nuestra Señora de Fátima, del barrio Manzanares conmemoró el Jueves Santo con un monumento inspirado en la carta de Santiago 2: 17, cuando Jesús le dice a los fariseos “muéstrame tu fe sin obras, que por mis obras te muestro mi fe”; la Iglesia quiere mostrar el significado que tiene esta Palabra, basada en que quien dice creer en algo o alguien, debe actuar de acuerdo a eso.

El párroco de esta Casa Espiritual, el padre José Ordóñez, explica que este es un ritual con el que se pretende invitar a los feligreses samarios a colaborar de corazón con las numerosas familias de venezolanos que actualmente se encuentran en la ciudad pasando algunas necesidades, a causa de la difícil situación que atraviesa su país.

“El título del monumento de aquí de Fátima es “Por mis obras a la fe” y en el fondo hay una frase que dice “Venezuela, Colombia está contigo”. Está cercado en una bandera de 40 metros, las dos banderas: la de Venezuela a la izquierda y de la Colombia, a la derecha y en el centro, está el sagrario con Jesús Eucaristía; de lado y lado habrán mercados que han traído y hemos recogido”, manifestó el padre Ordóñez a HOY DIARIO DEL MAGDALENA.

“Santa Marta, ‘la ciudad dos veces santa’ tiene que acoger a los venezolanos con maternal amor, todo lo que peregrinaron y trajeron, lo recibimos, esa es la obra que nos lleva a la fe”, agregó el presbítero.

Asimismo, el padre Ordóñez agradeció a las personas que de corazón apoyaron esta noble causa con los migrantes de Venezuela, la cual se une también a la que actualmente se encuentra realizando la parroquia San Juan de Dios, con la adecuación de un comedor comunitario para esta población.

“En Fátima estaremos alimentando, tienen muchas necesidades y mucha hambre, entonces hemos estado inspirados en eso, a motivar a Santa Marta, Undeco se ha vinculado directamente con los graneros, algunas tiendas, a aportar mercados para hacer esta generosa causa de solidaridad”, dijo.

A vivir la Resurrección este Sábado de Gloria sin falta, “porque no hay que morir para siempre; cuando uno tiene a Dios en el corazón, tiene que resucitar”, es la invitación que hace extensiva el párroco Ordóñez para los habitantes de Santa Marta, a los turistas y a los peregrinos que están de paso.

“Vivir recogidamente estos últimos días; con devoción, fe; que a cada iglesia donde vayan, puedan doblar rodilla por su familia, sus hijos, estamos viviendo momentos difíciles; los jóvenes entran muy fácil en desobediencia y llevan algunas veces, tristeza a los hogares; hoy nos tenemos que pegar el corazón a Dios y seguramente Él nos responderá con bendiciones abundantes”, concluyó.