Los infaltables agüeros para recibir el año nuevo

Falta poco para decir adiós al 2022, un año que relativamente nos dio un poco más de tranquilidad porque la intensidad del Covid-19 bajó, permitiendo que muchas personas estuvieran tranquilas en salud, aunque manteniendo los cuidados necesarios.

Y ahora nos alistamos a recibir el 2023 con muchas expectativas, las mismas que siempre tenemos cuando iniciamos un nuevo año, en el cual esperamos ante todo tener tranquilidad en todos los aspectos de nuestras vidas, en salud, familiar y económico.

Para muchos magdalenenses celebrar la despedida del año es muy divertido, pues permite la integración de familias, amigos y vecinos.

Y generalmente los agüeros nunca faltan en esta celebración, ya sea por creencia o por ‘recocha’ como decimos en la región Caribe colombiana, este año se recomienda hacer los siguientes:

-Tirar sal y barrer hacia afuera. Esta es una tradición antigua que conviene poner en práctica durante la mañana del 31 de diciembre para despejar el hogar de energías negativas y dejarlo bien «limpio» para comenzar el año.

Primero, colocamos un puñado de sal gruesa en cada rincón de la casa y detrás de la puerta principal de ingreso. Luego, barremos toda esa sal desde el interior hacia la puerta.

Cuando toda la sal está en la entrada, la juntamos y la tiramos en una maceta o lugar con tierra. Una vez que terminamos, prendemos una vela blanca. Esparcir sal gruesa por los rincones de la casa y luego barrerla es un ritual de depuración.

– Estrenar ropa interior… ¿Roja, rosa, amarilla o verde?  vestir lencería nueva para comenzar el año es un adelanto de prosperidad y buena suerte.

Ahora bien, con respecto al color hay algunas divergencias. La tradición habla de ropa interior de color rosa ya que este color representa la fertilidad, el amor, y promueve el diálogo y la autoestima. Y también del rojo, que nos trae pasión, fuego y energía.

Sin embargo, también pueden ser prendas de color amarillo si lo que nos interesa en el año es lograr prosperidad económica; azul, si buscamos tener paz, pocos problemas y protección; o verde, si lo que priorizamos para el año que comienza es la salud.

– Vestirnos de blanco. Color vinculado a la pureza, la paz y la renovación absoluta, es aconsejable vestirnos de blanco (o, al menos, llevar una prenda) para absorber buenas vibraciones que nos darán energía nueva y positiva para todo el año que comienza.

– Comer las 12 uvas a la medianoche, una tras otra y en un minuto, es muy importante para tener suerte los próximos 365 días. Si bien no se conoce a ciencia cierta cuál es el origen de esta costumbre, se cree que cada uva representa un mes del año y un deseo para ellos.

– «Quemar» el (y lo) pasado. En un papel blanco escribimos todo lo que no nos gustó del año que va, lo que nos quedó pendiente de concretar o lo que queremos cambiar. Lo doblamos al medio y, en el exterior y sin correr riesgos, lo quemamos. Esto simboliza que ya estamos listos para volver a empezar con energía renovada.

Luego, podemos escribir en otro papel todo lo que deseamos y buscamos concretar este 2023 que comienza; lo guardamos en un cajón y cada comienzo de mes lo releemos para ver qué pudimos concretar y qué nos queda pendiente por realizar.

– Guardar dinero en los bolsillos. Billetes de $10.000, $20.000,  $50.000 o de $100.000, sin importar cual sea el valor, lo fundamental es que el año nuevo entre con abundancia. Desde muy temprano las familias se preparan para que todos sus integrantes guarden en sus bolsillos una buena cantidad para que no falte el dinero.

– Abrazar a una persona del sexo opuesto. Cuando llegue el año nuevo, lo mejor es abrazar o en ciertos casos besar a una persona del sexo opuesto. Muchas personas creen que esta es la mejor forma para que el amor nunca falte.

-Entregar lentejas a los familiares es brindar económica y estabilidad. En algunos hogares se acostumbra a comerlas como plato principal en la cena, pues entre más lentejas se consuman, mayor será la abundancia que se recibirá en el hogar.

-Vuelta a la manzana con una maleta de viaje. En la madrugada del primero de enero es muy común en los colombianos, dar una vuelta a la manzana con una maleta de viaje, ya que de esta forma se atraen los viajes para el año que viene.