Samarios celebran a Jesús Resucitado

La procesión del Domingo de Resurrección fue liderada por monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval, Obispo de la Diócesis samaria.

 

La procesión con la imagen del Resucitado salió de la Catedral Basílica y recorrió varias calles del Centro Histórico e incluso pasó por la Bahía de Santa Marta.

 

Con mucho júbilo y fervor los fieles católicos samarios madrugaron ayer para celebrar el Domingo de Resurrección, último día de la Semana Santa, en el cual Jesús resucita para quedarse en nuestros corazones e invitarnos a llevar una vida mejor.

Es así como muchas personas atendieron el llamado de la Diócesis de Santa Marta para congregarse ayer a las 5:30 de la mañana en la Catedral Basílica y participar en la procesión con la imagen de Jesús Resucitado, la cual fue liderada por el señor Obispo, monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval, quien estuvo acompañado por el padre Félix López Escorcia.

La imagen del Resucitado fue adornada con lindas flores y tras la misma le seguían la imagen de la Virgen María y la de los demás santos.

La procesión salió de la Catedral Basílica y recorrió varias calles del Centro Histórico e incluso pasó por la Bahía, convirtiéndose en un acto de mucha fe y fervor para los fieles creyentes.

Después de este acto religioso, la ceremonia se concentró en la Catedral, para darle paso a la Santa Eucaristía, donde se celebró la Resurrección de Cristo.

La Resurrección es una luz para los hombres y cada cristiano debe irradiar esa misma luz a todos los hombres haciéndolos partícipes de la alegría de la Resurrección por medio de sus palabras, su testimonio y su trabajo apostólico.

Debemos estar verdaderamente alegres por la Resurrección de Jesucristo, nuestro Señor. En este tiempo de Pascua que comienza, debemos aprovechar todas las gracias que Dios nos da para crecer en nuestra fe y ser mejores cristianos, par vivir con profundidad este tiempo.

Con el Domingo de Resurrección comienza un Tiempo pascual, en el que recordamos el tiempo que Jesús permaneció con los apóstoles antes de subir a los cielos, durante la fiesta de la Ascensión.

Esta fecha se celebra con una Misa solemne en la cual se enciende el cirio pascual, que simboliza a Cristo resucitado, luz de todas las gentes.

En algunos países, se acostumbra celebrar la alegría de la Resurrección escondiendo dulces en los jardines para que los niños pequeños los encuentren, con base en la leyenda del “conejo de pascua”.