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La historia de cómo «Sara Manuela» le robó la identidad Martha Hidalgo en redes sociales

La mujer que se hacía llamar Sara Manuela tuvo una relación sentimental con un hombre por más de cuatro meses de manera virtual e incluso le hizo comprar un viaje para Curazao.

¿Cómo actuaría usted si se entera de que una persona ha estado subiendo sus fotos en un perfil en redes sociales, pero lo ha hecho con otro nombre, y por medio de él ha enamorado a hombres y ha inventado historias sobre sus familiares?

Esto le sucedió a Martha Hidalgo, una odontóloga venezolana que fue suplantada por una colombiana que se hacía llamar Sara Manuela Giraldo.

Sara Manuela se hizo viral en redes sociales en la mañana del miércoles porque Martha, la mujer de la que tomaba sus fotos, apareció en las historias de Instagram de la cuenta @saramanuelag11 explicando que esa persona no existía, que esa era una cuenta falsa.

Martha explicó que la mujer que creó el perfil de Sara Manuela subía las fotos que ella publicaba tanto en su cuenta de Instagram como en sus estados de WhatsApp, y lo hizo por cerca de dos años, y que por medio de ellas consiguió contactarse con hombres con los que sostenía relaciones sentimentales de manera virtual.

En entrevista con EL COLOMBIANO, Hidalgo advirtió los riesgos de las redes sociales.

“Yo quiero decirles a todas las personas que no crean todo lo que ven en redes sociales, porque esta mujer que utilizó mis fotos solo creía que yo tenía una vida perfecta, que solo era la cara y cuerpo bonitos, pero en realidad hay días en los que yo también me he sentido mal conmigo misma, con mi cuerpo, y aunque esta situación no me ha causado ningún daño, espero que deje esa reflexión en las personas”, dijo Martha en una entrevista exclusiva que le dio a El Colombiano.

¿Cómo fue que la creadora de Sara Manuela se contactó con Martha?

Según contó Martha en las historias que publicó en el perfil creado de ‘Sara Manuela’, la mujer la contactó alguna vez vía WhatsApp para preguntarle sobre un servicio de odontología.

Ella le respondió y guardó el contacto. La consulta nunca se llevó a cabo, pero esta fue la manera en la que la mujer que creó el perfil de Sara Manuela empezó a ver las fotos que subía con sus familiares, que luego subía a redes sociales.

La mujer que se hizo con la propiedad de la cuenta de Sara Manuela empezó a contactarse con hombres. Hablaba con ellos por chat, los ilusionaba, pero nunca había una cita presencial.

Incluso, según le dijo a Martha uno de los enamorados de Sara Manuela, la mujer le hizo comprar un viaje para Curazao, pero el hombre se quedó con los crespos hechos y los tiquetes comprados en el aeropuerto porque nadie llegó.

Fue uno de esos enamorados que no pudo ver a Sara Manuela el que se contactó con Martha y le dijo que la estaban suplantado. Ella hizo las labores para que bloquearan el perfil y se puso en contacto con la persona que tenía el dominio.

La mujer le explicó que lo hacía porque tenía problemas de sobrepeso y psicológicos y esa fue la manera que encontró para poder conversar con alguien. Según le dijeron algunas personas que tuvieron una relación sentimental con la mujer, ella no obtuvo réditos económicos de las relaciones que sostenía virtualmente. Solo conversaba, se sentía querida.

La historia ha trascendido en redes sociales porque Martha se puso en contacto con la mujer que manejaba la cuenta de Sara Manuela y esta le explicó sus motivos, entre los que estaba que tenía problemas mentales con tratamiento psiquiátrico.

Por estos motivos, Martha había pensado no demandar a la mujer en un primer momento, pero este miércoles, según le confirmó a El Colombiano, tomó la decisión de llevar el caso antes las autoridades. Lo que aún no define es si lo hará en Venezuela o en Colombia.

También dijo que varios abogados colombianos se habían puesto en contacto con ella para ayudarle con el proceso de demanda ante la justicia colombiana.

Martha ya tiene el control de la cuenta de Sara Manuela en Instagram. De esta manera, y por lo menos hasta ahora, espera cerrar este capítulo de su vida en el que su identidad fue suplantada por una colombiana en redes sociales.

/EL COLOMBIANO 

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